Hidroituango: el lugar que superó un brote de más de 900 contagiados de coronavirus
Tras superar una fuerte ola de contagios que se dio durante tres meses, ahora en el proyecto las preocupaciones se encaminan a los problemas legales que traerá una demanda de EPM, que asciende a más de 9.9 billones de pesos, por un presunto y millonario sobrecosto en el desarrollo de sus obras.
La pandemia por el coronavirus y la consecuente cuarentena que ocasionó en el país desde el 18 marzo no le dio ni siquiera una semana de tranquilidad a los trabajadores y contratistas de Hidroituango, el polémico proyecto hidroeléctrico que ha producido tantos dolores de cabeza en el noroccidente antioqueño. El proyecto que arrancó en 1998 y que obtuvo sus licencias ambientales para su ejecución en 2009 generó dudas por la estabilidad de su represa, con un punto álgido en 2018, año en la que la obra se salió de control, comenzando por el taponamiento del túnel de la galería auxiliar de desviación que causó afectaciones a más de 5.000 familias y además puso en jaque la seguridad de Puerto Valdivia y en alerta máxima a otros municipios del Bajo Cauca antioqueño en abril de 2018.
El 20 de marzo se registró en el lugar el primer diagnóstico positivo de un trabajador por COVID-19. Por ese entonces en Colombia había menos de 200 casos reportados, pero las alertas hospitalarias ya comenzaban a trabajar bajo protocolos de emergencia.
Pasó abril sin mayores contratiempos sanitarios. Sin embargo la obra seguía estando en la mira de las Empresas Públicas de Medellín (EPM) -su responsable inicial-, la Gobernación de Antioquia y la misma Alcaldía de Medellín.
El lunes 11 de mayo fueron reportados los primeros tres casos en contratistas del proyecto y a partir de ahí, la dinámica laboral cambió en Hidroituango.
Los trabajos en el proyecto siguieron, pero como era natural, el virus se propagó de forma rápida en los días siguientes. Por esa época, el jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos Laborales de EPM, Carlos Ignacio Correa afirmó que los tres contratistas y sus contactos permanecían aislados desde que reportaron los primeros síntomas.
También le puede interesar: EPM inicia acciones legales de $9,9 billones por emergencia en Hidroituango
Llegó el 16 de mayo y la cifra oficial de contagiados en el proyecto ascendió a 10. Para el 22 de mayo se tuvo el reporte de 28 contratistas de EPM contagiados.
Junio fue el mes crítico para que la curva de contagios se volviera exponencial: en esos 30 días el número de casos se multiplicó.
El 9 de junio hubo 283 casos reportados, lo cual ocasionó que la empresa aislara de manera escalonada a más de 1.000 trabajadores para contener el virus y no propagarlo por Ituango o por municipios vecinos como Mutatá, Dabeiba, Pequé, Briceño, Valdivia o Tarazá.
Un documento de EPM (emitido el mismo 9 de junio de 2020), al cual este diario tuvo acceso, detalló que este proceso se llevó a cabo “tanto en el campamento Villa Luz, del Consorcio CCCI, como en el Tacuí-Cuni de EPM, con la asesoría del Sistema de Vigilancia Epidemiológica y la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia”.
A pesar del acelerado contagio, 21 de los trabajadores se recuperaron a los pocos días y el resto presentó síntomas leves. Pero la propagación no se detenía.
Para el sábado 20 de junio, los contagiados ya eran 420 (cuando por ese entonces el total de contagiados en Antioquia era de 2.369). A lo largo de esa semana los aislamientos preventivos escalonados siguieron vigentes y se comenzaron a dar licencia a decenas de trabajadores para regresar a sus hogares sin representar un peligro para sus familias.
Para finales de ese mes, apenas un trabajador fue remitido a una cama UCI en Medellín.
El 7 de julio el número de contagiados ascendió a 720 (200 casos activos) y las actividades en la represa no pararon. Ya no había nadie en camas UCI, pero cuatro trabajadores estaban en cuidados hospitalarios generales.
Sobre el proyecto en general, EPM emitió un documento el 8 de julio en el que describió que la construcción del tapón final se iba a ejecutar “una vez terminen las obras del pretapón que actualmente se desarrollan y que se tiene previsto concluyan en diciembre de 2020″.
Lea también: Los efectos que deja el COVID-19 en Hidroituango
Entre el 27 y el 28 de julio los casos reportados eran 899 y durante esas dos jornadas 150 trabajadores renunciaron “por susto o por presiones de sus familias”, según expresaron desde la junta directiva del proyecto.
A partir de ahí y con la llegada de cerca de 450 nuevos trabajadores, las dinámicas de trabajo cambiaron y los contratistas comenzaron a utilizar manillas Bluetooth para monitorear la proximidad con sus compañeros y así disminuir la cantidad de contagios.
A comienzos de agosto, el cerco epidemiológico ya estaba completamente consolidado.
Sin embargo, en medio de la disminución de la curva de contagios, el 1 de agosto falleció en un centro de Medellín un trabajador del proyecto. A la fecha es el primero y único.
“EPM lamenta profundamente la muerte del trabajador del proyecto hidroeléctrico Ituango, perteneciente al consorcio constructor CCCI y expresa toda su solidaridad con su esposa e hijos, demás familiares, amigos y compañeros”, detalló la compañía en un documento público.
En la jornada del lunes, 10 de agosto, después de semanas difíciles, desde Hidroituango confirmaron que hay dos casos activos, sin olvidar los protocolos de bioseguridad reforzados y con las mismas garantías sobre sus trabajadores que se articulan con las ARL.
En ll panorama legal no hay una mejoría similar. Daniel Quintero, alcalde de Medellín, confirmó en la tarde de este lunes que EPM inició acciones legales por $9,9 billones contra los constructores, diseñadores, interventores y aseguradores de Hidroituango por la emergencia de 2018, contingencia que puso en riesgo la estabilidad del proyecto y representó costos multimillonarios y un lucro cesante.
Las dificultades en el proyecto continúan...
La pandemia por el coronavirus y la consecuente cuarentena que ocasionó en el país desde el 18 marzo no le dio ni siquiera una semana de tranquilidad a los trabajadores y contratistas de Hidroituango, el polémico proyecto hidroeléctrico que ha producido tantos dolores de cabeza en el noroccidente antioqueño. El proyecto que arrancó en 1998 y que obtuvo sus licencias ambientales para su ejecución en 2009 generó dudas por la estabilidad de su represa, con un punto álgido en 2018, año en la que la obra se salió de control, comenzando por el taponamiento del túnel de la galería auxiliar de desviación que causó afectaciones a más de 5.000 familias y además puso en jaque la seguridad de Puerto Valdivia y en alerta máxima a otros municipios del Bajo Cauca antioqueño en abril de 2018.
El 20 de marzo se registró en el lugar el primer diagnóstico positivo de un trabajador por COVID-19. Por ese entonces en Colombia había menos de 200 casos reportados, pero las alertas hospitalarias ya comenzaban a trabajar bajo protocolos de emergencia.
Pasó abril sin mayores contratiempos sanitarios. Sin embargo la obra seguía estando en la mira de las Empresas Públicas de Medellín (EPM) -su responsable inicial-, la Gobernación de Antioquia y la misma Alcaldía de Medellín.
El lunes 11 de mayo fueron reportados los primeros tres casos en contratistas del proyecto y a partir de ahí, la dinámica laboral cambió en Hidroituango.
Los trabajos en el proyecto siguieron, pero como era natural, el virus se propagó de forma rápida en los días siguientes. Por esa época, el jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos Laborales de EPM, Carlos Ignacio Correa afirmó que los tres contratistas y sus contactos permanecían aislados desde que reportaron los primeros síntomas.
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Llegó el 16 de mayo y la cifra oficial de contagiados en el proyecto ascendió a 10. Para el 22 de mayo se tuvo el reporte de 28 contratistas de EPM contagiados.
Junio fue el mes crítico para que la curva de contagios se volviera exponencial: en esos 30 días el número de casos se multiplicó.
El 9 de junio hubo 283 casos reportados, lo cual ocasionó que la empresa aislara de manera escalonada a más de 1.000 trabajadores para contener el virus y no propagarlo por Ituango o por municipios vecinos como Mutatá, Dabeiba, Pequé, Briceño, Valdivia o Tarazá.
Un documento de EPM (emitido el mismo 9 de junio de 2020), al cual este diario tuvo acceso, detalló que este proceso se llevó a cabo “tanto en el campamento Villa Luz, del Consorcio CCCI, como en el Tacuí-Cuni de EPM, con la asesoría del Sistema de Vigilancia Epidemiológica y la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia”.
A pesar del acelerado contagio, 21 de los trabajadores se recuperaron a los pocos días y el resto presentó síntomas leves. Pero la propagación no se detenía.
Para el sábado 20 de junio, los contagiados ya eran 420 (cuando por ese entonces el total de contagiados en Antioquia era de 2.369). A lo largo de esa semana los aislamientos preventivos escalonados siguieron vigentes y se comenzaron a dar licencia a decenas de trabajadores para regresar a sus hogares sin representar un peligro para sus familias.
Para finales de ese mes, apenas un trabajador fue remitido a una cama UCI en Medellín.
El 7 de julio el número de contagiados ascendió a 720 (200 casos activos) y las actividades en la represa no pararon. Ya no había nadie en camas UCI, pero cuatro trabajadores estaban en cuidados hospitalarios generales.
Sobre el proyecto en general, EPM emitió un documento el 8 de julio en el que describió que la construcción del tapón final se iba a ejecutar “una vez terminen las obras del pretapón que actualmente se desarrollan y que se tiene previsto concluyan en diciembre de 2020″.
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Entre el 27 y el 28 de julio los casos reportados eran 899 y durante esas dos jornadas 150 trabajadores renunciaron “por susto o por presiones de sus familias”, según expresaron desde la junta directiva del proyecto.
A partir de ahí y con la llegada de cerca de 450 nuevos trabajadores, las dinámicas de trabajo cambiaron y los contratistas comenzaron a utilizar manillas Bluetooth para monitorear la proximidad con sus compañeros y así disminuir la cantidad de contagios.
A comienzos de agosto, el cerco epidemiológico ya estaba completamente consolidado.
Sin embargo, en medio de la disminución de la curva de contagios, el 1 de agosto falleció en un centro de Medellín un trabajador del proyecto. A la fecha es el primero y único.
“EPM lamenta profundamente la muerte del trabajador del proyecto hidroeléctrico Ituango, perteneciente al consorcio constructor CCCI y expresa toda su solidaridad con su esposa e hijos, demás familiares, amigos y compañeros”, detalló la compañía en un documento público.
En la jornada del lunes, 10 de agosto, después de semanas difíciles, desde Hidroituango confirmaron que hay dos casos activos, sin olvidar los protocolos de bioseguridad reforzados y con las mismas garantías sobre sus trabajadores que se articulan con las ARL.
En ll panorama legal no hay una mejoría similar. Daniel Quintero, alcalde de Medellín, confirmó en la tarde de este lunes que EPM inició acciones legales por $9,9 billones contra los constructores, diseñadores, interventores y aseguradores de Hidroituango por la emergencia de 2018, contingencia que puso en riesgo la estabilidad del proyecto y representó costos multimillonarios y un lucro cesante.
Las dificultades en el proyecto continúan...