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En Medellín, Robocop fue presentado en agosto de 2021 como una de las soluciones a la inseguridad en la ciudad, ya que nada podría escaparse a su vigilancia al contar con cámaras móviles de reconocimiento facial, identificación de placas, predicción del delito, sensores térmicos y audio interactivo, con la capacidad de funcionar 24 horas, en lugares críticos, gracias a paneles solares.
Sin embargo, su implementación no ocurrió en dos meses como se prometió, y solo uno de los 40 que llegarían a la ciudad entró a operar como piloto, por lo que la Personería de Medellín abrió una investigación contra dos funcionarios que estarían involucrados en la adquisición del sistema de monitoreo: Ana María Betancur Martínez, asesora de la Secretaría de Seguridad y Convivencia Municipal, y Edwin Muñoz Aristizábal, gerente de la Empresa para la Seguridad y Soluciones Urbanas (ESU). Debido a esto, la Alcaldía detuvo el proyecto de implementación del nuevo sistema.
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