Se siguen conociendo detalles de la muerte de Sara Millerey, la mujer trans que el pasado 4 de abril fue agredida y lanzada a la quebrada La Gloria, con fracturas en sus extremidades. Esta vez, la mamá y la tía reconstruyeron lo que ocurrió el día del crimen.
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En medio de una entrevista con Rafael Poveda, en el pódcast “Más allá del silencio”, Sandra Borja, la madre de Sara Millerey, explicó que en el momento en el que se enteró de lo que había pasado con su hija se encontraba saliendo de una eucaristía, por lo que corrió a la quebrada a encontrarla.
Allí, la vio dentro del agua, mientras personas en la zona le señalaron que debían esperar a que llegaran los Bomberos a atender la emergencia. “Ella solo se sostenía sus manos. Ya después la quebrada se la arrastró y dos buenos señores, no sé quiénes son, Dios los bendiga, se metieron y la socorrieron mientras llegaban los Bomberos”.
La tía de Sara, Luz Dary Borja, añadió que el rescate se demoró más de 40 minutos, debido a que primero intentaron lanzarle una cuerda para acercarla a la orilla, pero la mujer trans no tenía las fuerzas para agarrar la cuerda. Una vez la rescataron, la trasladaron de inmediato a la clínica La María en Medellín.
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Luz Dary aseguró que Sara “tenía una cortada en el cuello. No sé si la quisieron degollar. Fue al lado derecho. Tenía un hueco en la cabeza, sus dos manos fracturadas, una pierna y tenía dos o tres costillas rotas y el pulmón lo tenía destrozado, estallado”.
Sumado a esto, Sandra indicó que al llegar al hospital, Sara fue puesta en una colchoneta sin sábana, ni cobija, pese a que llegó con hipotermia. De igual forma, alertó que fue ubicada en triage tres, por lo que no recibió atención inmediata y solo hasta las 4 de la mañana del 5 de abril fue enyesada. Posteriormente tuvo un paro cardiaco y complicaciones por líquido en sus pulmones, lo que provocó su muerte en la tarde de ese mismo día.
“Le enyesaron las manos y después empezó como con taquicardia, entonces la tenían que entubar. La entubaron por la mañana, tipo 7:30 de la mañana, la llevaron para la UCI y ya sale un doctor muy formal a decirme: ‘señora, ella está muy grave’”, agregó Borja.
Frente a los responsables, se conoce que las autoridades ya tendrían identificados a presuntos implicados, mientras que Sandra señaló que su hija le dijo que serían “hombres malos”. Sumado a esto, la mujer resaltó que Sara Millerey no estaba amenazada, ni metida en cosas malas, pero sí había sido víctima de transfobia a lo largo de su transición.
“Éramos felices, reíamos, orábamos, en los días de los Mil Jesuses nos sentábamos a hacerlos. Era una niña entregada muchísimo a Dios, siempre de la mano de Dios, pidiéndole protección, porque no faltaba quién me la trataba mal en la calle cuando pasaba, solo por ser una trans, solo por ser ella”, añadió Borja.
El caso de Sara Millerey ha generado la indignación del país y ha vuelto a poner la lupa sobre los ataques a la comunidad trans, sobre los que Caribe Afirmativo alerta un aumento en los últimos años, así como falta de acciones preventivas de administraciones como la de Antioquia, el departamento donde más asesinatos se han registrado este año.