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Jaime Gallego, líder del movimiento minero y activista de derechos humanos, desapareció el 3 de marzo en el nordeste de antioquia. Se dirigía a una reunión en Vegachí junto con su escolta Didier Berrío cuando se perdió su rastro.
Según información preliminar, Gallego fue citado el día de su desaparición bajo amenazas por presuntos integrantes del Clan del Golfo. El último registro del GPS del vehículo de la Unidad Nacional de Protección (UNP) lo ubicó a las 9:53 p. m. en el sector Los Chorritos, en la vía entre Vegachí y Amalfi. La UNP entregó ese reporte a las autoridades y monitorea el dispositivo de ubicación para informar cualquier novedad.
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El presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta de X expresó: “El Clan del Golfo presuntamente es el autor de la desaparición de Jaime Gallego, líder de la Colombia Humana en Segovia, Antioquia. En el nordeste antioqueño, como en el Magdalena Medio, han planteado la estrategia del paramilitarismo que será destruida”.
Por su parte, la Procuraduría instó a las autoridades a activar todos los mecanismos de búsqueda y mencionó que este hecho de violencia se suma a la crítica situación de amenazas que enfrentan los líderes sociales y ambientales en esta región del país.
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Gallego, conocido como “Mongo”, es un líder reconocido en Segovia y Remedios. Fundó la Mesa Minera y preside la Mesa Minero Agroambiental del Nordeste Antioqueño. También integra la Asociación de Víctimas del Nordeste y es militante del Pacto Histórico. Sobrevivió a la masacre de Segovia en 1988 y ha liderado movilizaciones mineras. Antes de su desaparición, impulsaba un paro minero programado para el 10 de marzo, en protesta por el trato del Gobierno a los pequeños mineros.
La Defensoría del Pueblo había emitido una alerta temprana sobre el riesgo de los líderes mineros en la región debido a la presencia de grupos armados. “Solicitamos a las autoridades cumplir con las recomendaciones establecidas en dicha alerta, implementando medidas efectivas para garantizar la seguridad de las personas en riesgo”, declaró el procurador delegado para los Derechos Humanos, Néstor Osuna.
En Segovia, la comunidad realizó una velatón pidiendo la pronta liberación de Gallego y Berrío. La Mesa Municipal de Participación Efectiva de Víctimas de Segovia expresó su preocupación: “Han transcurrido casi cinco días sin comunicación con las víctimas, lo que agrava la incertidumbre y el riesgo para su vida e integridad. Este hecho constituye una grave violación a los derechos humanos y una revictimización inaceptable”.