Las prolongadas lluvias del fin de semana causaron una grave emergencia en el Valle del Aburrá, en Antioquia. En límites entre Bello y Medellín se presentó el desbordamiento de la quebrada La Negra, lo que provocó un grave deslizamiento y avenidas torrenciales que dejan hasta el momento 10 personas muertas y al menos 15 desaparecidas.
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La emergencia se registró sobre las 3:25 a.m., pero los habitantes de la zona señalan que desde la noche anterior ya sospechaban que algo estaba ocurriendo. Carlos Jiménez, uno de los sobrevivientes, le contó a Semana que “anoche (23 de junio) sentimos que cuando empezó a llover, la tierra hizo un trueque fuerte”.
De igual forma, uno de los habitantes de la zona le indicó a El Colombiano que llovió todo el lunes, pero “como a eso de las 10:00 p.m. hubo un aguacero y escampó antes de las 2:00 a.m. Cuando ya ni estaba lloviendo, se escuchó el estruendo y cuando nos enteramos, nos dimos cuenta de que la montaña se había venido y tapado todo el barrio”.
Se refiere a la vereda del Granizal, en Bello, que fue la más afectada por la emergencia, debido a que se encuentra en una de las zonas más altas de la zona. Son edificaciones que se han establecido en los últimos tiempos de forma irregular y aunque ya se había presentado deslizamientos en el sector, no habían sido de tal magnitud como la tragedia actual.
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Del lado de Medellín se registraron avenidas torrenciales que afectaron vehículos, viviendas y vías internas que dificultaron la evacuación en barrios como Santo Domingo Savio. Del lado de Bello, el deslizamiento taponó por lo menos diez viviendas, dentro de las cuales quedaron personas que dormían a la hora que se presentó el alud o no alcanzaron a resguardarse.
De lo que se vivió en el Granizal, Yenifer dijo a El Colombiano que cuando comenzó a derrumbarse la montaña, los vecinos comenzaron a gritar: “¡se viene el morro!, ¡se viene el morro!“.
La mayoría comenzó a salir de su casa con electrodomésticos y colchones, pero cuando evidenciaron la magnitud de la tragedia, varios se devolvieron a buscar a los vecinos que sospechaban que quedaron bajo los escombros. “Nosotros entendemos a las autoridades sobre las recomendaciones, pero a nosotros nos duelen los amigos, los vecinos que quedaron sepultados bajo la tierra”, indicó Héctor Tobón al medio paisa.
Entre estos se encuentra la familia de Mary Pulgarín. Ella señaló a Noticias Caracol que tanto su hermana como su cuñado e hijos murieron sepultados. Solo un bebé logró ser rescatado con vida dentro del lodo, así como confirmó que las autoridades encontraron los cuerpos de dos de sus sobrinas de 11 y 10 años.
Sobre este caso habló Yenifer, quien explicó que: “Como que a la muchacha (Paula, su vecina) la encontraron en pijama, como que no sintió lo que le cayó encima. Y el esposo como que trató de poner a las dos niñas a salvo, pero en esas se le vino encima la avalancha”.
De la casa de María Georgina Hernández, de 58 años, las autoridades solo han encontrado el cuerpo del sobrino de la mujer que tenía 15 años. Junto a ella, está desaparecido su esposo Agustín Ortiz Rangel y Gilmer Rodríguez, un hombre al que le habían dado posada.
Las hijas de Georgina llegaron hasta la zona del deslizamiento para apoyar la búsqueda. Indicaron a medios locales que luego de un deslizamiento que se registró hace un tiempo en la zona, le pidieron a la mujer buscar una nueva vivienda, pero ella se había negado, debido a que se sentía cómoda en el lugar.
“Muchas personas dijeron que podría ocurrir, pero nadie esperaba que fuera tan grave”, dijo a Blu Radio Marta, una de las personas que tuvieron que evacuar del sector ante el riesgo de un nuevo deslizamiento, y quien añadió que “a las 3:17 de la mañana se escuchó un estruendo y la gente empezaba a gritar. Salimos todos, pero no sabíamos hacia dónde ir. El sonido era ensordecedor, como si todo estuviera cayendo a nuestro alrededor”.
De acuerdo con las unidades de socorro, fueron alrededor de 1.000 personas las que evacuaron ante graves afectaciones estructurales y temores de una nueva emergencia, especialmente de los sectores Altos de Oriente (1 y 2) y Manantiales, por la ruptura de un tubo de agua que no lograron controlar en las primeras horas y que estaba haciendo más fangoso el terreno. La mayoría fueron llevadas a cinco albergues instalados en Bello.
Del lado de Medellín, también se han realizado evacuaciones preventivas y se avanza en la recuperación de las viviendas y las vías afectadas por la avalancha de lodo que se dio en ese sector. Por lo pronto, mientras se avanza en la búsqueda de los desaparecidos y se hacen las investigaciones sobre el origen de la tragedia, la alcaldía de Bello ha promovido la donación de alimentos, prendas y alimentos de aseo para atender a los centenares de damnificados.