Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Aproximadamente en una semana se conocería si es aprobada o no, la propuesta presentada este jueves por parte de la Universidad Nacional, para actualizar el estudio realizado en 2012 sobre los riesgos en el tramo del río Medellín contiguo a las vías del Metro, según señala la universidad en un comunicado.
Así lo informó Lilian Posada, directora del grupo de investigación en Hidráulica Fluvial y docente del posgrado en Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, quien estuvo a cargo del estudio solicitado por el Área Metropolitana en 2012, a partir del cual se desarrollaban ya obras de mitigación.
“La idea es revaluar todo el estado del río en este momento, después de la ola invernal del 2013, para saber en qué condiciones quedó y cuáles de los puntos que tenían problemas se agravaron o si aparecieron nuevos sitios, qué medidas hay que tomar, qué diseños hay que hacer para que ellos tomen cartas en el asunto”, explicó la docente.
Justamente, en febrero de 2013, dicho grupo había entregado el informe final con correcciones sobre el análisis desarrollado en 24 kilómetros del río, desde la variante de Caldas hasta el municipio de Bello, ubicado al norte del Valle de Aburrá, en el que se determinaron varios lugares a lo largo del afluente, con alerta de deslizamientos y otros inconvenientes.
“Evaluamos el canal, las paredes, las obras que hay en el río y en qué estado se encontraban y se detectaron una cantidad de problemas, unos muy críticos y otros que podían postergar su intervención, para atender por parte de la entidad ambiental los más urgentes”, dijo Posada.
Ya en febrero del año pasado la Universidad había entregado al Área Metropolitana los resultados de un estudio que identificaba varios puntos de riesgo en la ladera del río Medellín, por donde transita el Metro.
De hecho, en el momento en que se presentó la emergencia hace unas semanas, ya se estaba trabajando exactamente en ese punto. “Lo que pasa es que se vino una ola de invierno a finales de noviembre y principios de diciembre que se llevó inclusive parte de la obra que ya se había diseñado para este punto”, agregó la ingeniera.
Según informó el Área Metropolitana, se están invirtiendo 235.000 millones de pesos “en la recuperación y mantenimiento de la totalidad del canal del río Medellín”. Esto, de forma adicional a los 7.500 millones de pesos en obras de recuperación del canal y la intervención de los puntos críticos definidos por el estudio de la U.N.
En ese sentido, como ha sido anunciado por parte de las autoridades, sería el mismo grupo de investigación de Hidráulica Fluvial de la Sede Medellín el que seguiría con el nuevo análisis, para ver qué medidas urgentes hay que tomar de inmediato y en el mediano y corto plazo.
Así, una vez se apruebe la propuesta, en mes y medio se tendría que entregar el primer diagnóstico de las obras, que habría que ejecutar de forma inmediata, precisó la directora del grupo de investigación de la Institución.
La experta señaló, además, que hay unos sitios muy críticos como el sector de La Aguacatala, que se debe atender inmediatamente, así como en La Ayurá, en donde inclusive ya se encuentra el contratista con maquinaria.
“Allí en ese punto hay placas caídas y zonas de socavación. Lo más importante de todo es que el río tiene unas estructuras de caída, pero como ninguna de estas tenía un pozo de disipación, esa fue la causa de que el canal se deteriorara tan rápidamente, y esa revisión fue la que hicimos el año pasado. A todas esas estructuras se les hizo diseños y lo que falta es la construcción”, dijo.
Pese a que las principales obras se desarrollan en el Sur del Valle de Aburrá, el estudio de la U.N. también dictaminó que hacia el Norte, en los tramos conocidos como “La curva del diablo”, “La curva de la virgen” o Tricentenario, también hay puntos que deben atenderse con urgencia, ”aunque definitivamente el tramo más inestable es en el Sur”.