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Reseña de “Crónica de una guerrilla perdida”, libro sobre el M-19

El 19 de abril es la fecha simbólica de la exguerrilla sobre la que el exmilitante y escritor Darío Villamizar publica en la Feria Internacional del Libro de Bogotá una obra con documentos inéditos.

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Diego Arias * / Especial para El Espectador
19 de abril de 2022 - 01:01 p. m.
Darío Villamizar hizo parte del M-19 y de los procesos de paz. Ahora es escritor y analista y en este nuevo libro reconstruye la desaparición de una columna completa de esa guerrilla en las selvas del departamento del Chocó. / Archivo
Darío Villamizar hizo parte del M-19 y de los procesos de paz. Ahora es escritor y analista y en este nuevo libro reconstruye la desaparición de una columna completa de esa guerrilla en las selvas del departamento del Chocó. / Archivo
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Alcanzaron la orilla de la costa ya casi terminando la tarde y bautizaron el lugar del desembarco como Puerto Libertad. Era el viernes 6 de febrero de 1981. Lo hicieron luego de una extenuante jornada navegando por el mar a bordo de embarcaciones, que llenos de idealismo, dieron en llamar Los Comuneros y Nuevo Camino. Poco antes de iniciar el recorrido, habían llegado en dos aviones bimotores, desde ciudad de Panamá, a un lugar cercano a la frontera con Colombia. Eran un total de 40 combatientes del M19 (35 hombres y 5 mujeres) que tenían la misión estratégica de abrirse paso entre la espesa selva, en dirección al oriente, para alcanzar una zona compartida entre los departamentos de Risaralda, Chocó y Antioquia, en la que esa guerrilla tenía previsto abrir un nuevo frente de guerra. (Recomendamos: Darío Villamizar y otro libro sobre las demás guerrillas en Colombia).

A sus espaldas quedaba el inmenso océano pacífico, que en ese punto, la ensenada de Utría, era aún una región inhóspita. Al frente, una vasta zona selvática, casi impenetrable, en la que en el horizonte lejano despuntaba entre la niebla y nubes cargadas de lluvia, la cordillera occidental. Alcanzar esas alturas y sobrepasarlas era el objetivo más importante, para luego asentarse en el nuevo teatro de operaciones que complementaría el plan militar de esa guerrilla, que ya había abierto otro, en el sur del país, en los departamentos del Caquetá y la por entonces intendencia del Putumayo.

Sin embargo, todo salió mal… muy mal.

A Darío Villamizar le tomó muchos años de investigación documentar este hecho del conflicto armado y gracias a su trabajo hoy puede ser conocido hasta en sus más mínimos detalles. Lo anterior incluye los cálculos en la guerrilla que le dieron origen, el contexto político-militar en que se desarrolló y la tragedia humana que sobrevino sobre este grupo de combatientes entre quienes destaca Élmer Marín Marín (a. Fernando) dirigente y uno de los fundadores del M19 y Carmenza Cardona Londoño (a. La Chiqui), quien saltó a la popularidad siendo la menuda mujer encapuchada que ejerció como negociadora de ese grupo cuando la toma de la Embajada de República Dominicana (1980). Más dramática aún fue la participación de una numerosa familia (Montaña Sanabria) que involucró a nueve de sus integrantes, cinco hermanos, las compañeras de tres de ellos y un cuñado. Tan solo uno de ellos, Gabriel (a. Alirio) sobrevivió, además de libre, a esta descomunal adversidad.

Acercarse a este relato es una necesidad para ampliar el entendimiento del conflicto armado, que tiene lugar en una época crucial de la historia de Colombia y del entorno internacional. Fueron los tiempos del Estatuto de Seguridad, siendo presidente Julio César Turbay Ayala; de las torturas y la represión abierta; y del surgimiento, en consecuencia, del movimiento y las luchas por los derechos humanos y una amnistía general. Pero también fueron los tiempos de las audacias del M19 como la sustracción de 5000 armas del Cantón Norte en Bogotá que marcaron un antes y un después del accionar de esta guerrilla.

Pacientemente, el autor de este trabajo nos adentra además en la descripción de un entorno internacional en el que se dieron estos acontecimientos, lo cual incluye el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua (1979), la lucha nacionalista del General Ómar Torrijos para lograr la independencia de Panamá (1979), el ascenso de la guerrilla del FMLN en El Salvador (1981) y en Guatemala y no menos importante, el papel de Cuba, en cabeza de su líder, Fidel Castro, en apoyo a los movimientos de liberación en Latinoamérica, hecho (este último) que determinó posteriormente la ruptura de relaciones diplomáticas de parte de Colombia.

Justamente este grupo de 40 combatientes, sumados a otros 80 que con poco tiempo de diferencia tuvieron otro fracasado desembarco en el sur del país, venían de recibir instrucción militar en Cuba. Fueron los primeros, pero no los últimos.

Para apoyar la reconstrucción de estos eventos, Villamizar realizó cientos de entrevistas, visitó el territorio del Chocó varias veces y dispuso de material de incalculable valor: el diario de la Chiqui, del que un general de la República entregó confidencialmente una copia; diarios y notas de otros excombatientes, así como los archivos del Consejo Verbal de Guerra realizado en Cartago (Valle), en la sede del Batallón de Infantería No. 23 Vencedores, que fue la Unidad Táctica sobre la que recayó principalmente el esfuerzo militar contrainsurgente. Fue en este Tribunal Militar en el que fueron enjuiciados combatientes y presuntos colaboradores del M19 y en el que se describen el curso y los resultados de la operación militar “José María Córdoba”, adelantada por la VIII Brigada al mando del general Hernando Díaz Sanmiguel.

Un documento de igual importancia por su origen y autoría, que se cita con frecuencia en este trabajo de investigación, es el del general (r) Carlos Alberto Ospina Ovalle bajo el título Batallas no contadas. La derrota militar del M19 (Ed. Oveja Negra 2014).

La crónica de Villamizar es un relato aun mismo tiempo apasionante pero también sobrecogedor. Más allá del enorme equívoco que representa esta aventura militar del M19, resalta la dimensión de lo humano, llevada al límite. Fueron cerca de cuatro meses para este grupo de guerrilla para quienes todo salió mal, en medio de condiciones inclementes (lluvia permanente e insectos por doquier), enfermedades, hambre, capturas y muertes tempranas, desmoralización, disputas internas, deserciones, combates y hasta la hostilidad (no prevista) de las comunidades indígenas de la zona, que incluso participaron activamente (los hechos son perturbadores en algunos pasajes) en el aniquilamiento de este grupo.

A los 40 combatientes iniciales se sumaron otros 5 que un tiempo antes habían asaltado la población de Mistrató, en Risaralda. Para cuando terminaron las operaciones militares, 32 miembros del M19 habían sido dados de baja y otros habían sido capturados o habían desertado. Solo dos llegaron vivos y libres hasta el final: Gabriel Montaña Sanabria (a. Alirio) y Fernando Erazo Murcia (a. Salvador) quien poco tiempo estuvo al frente de una nueva aventura militar del M19: la del barco Karina, cargado con varias toneladas de armamento, que finalmente, luego de un intenso combate marítimo con unidades de la Armada Nacional, terminó naufragando en frente de las costas del Chocó.

En un apartado de este libro “Crónica de una guerrilla perdida”, justo antes de describir la llegada de la Columna Calarcá a las costas del pacífico Chocoano, se da cuenta del desconcierto de Fidel Castro cuando conoció los planes de ingreso a Colombia, desde Panamá, de esta columna guerrillera.

Cuenta el relato que el máximo dirigente de la Revolución Cubana, hizo todo lo posible, incluso a través del Nobel Gabriel García Márquez y del general panameño Omar Torrijos (quienes mantenían un diálogo fluido con Jaime Bateman, líder del M19) por disuadir la ejecución de ese plan que consideraba descabellado. “Por otras experiencias y la nuestra propia (El Gramma), estos no son desembarcos sino naufragios”.

* La Unidad de Búsqueda de personas dadas por Desaparecidas (UBPD), con el apoyo de organizaciones indígenas y afrodescendientes de la región, adelantaron durante 2020 y 2021, misiones para intentar encontrar los restos de los integrantes del grupo. Las labores continúan.

* El libro “Crónica de una guerrilla perdida” será presentado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá el día viernes 22 de abril de 2022 a las 6: pm, gran salón Ecopetrol, sala Filbo A. Presenta Camilo González Posso.

Por Diego Arias * / Especial para El Espectador

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