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En el recuerdo de los caldoneños están frescos los hechos que ocurrieron el 11 de febrero de 1997, fecha en la que más de 300 guerrilleros de la columna La Gaitana, del antiguo VI frente de las Farc, se tomaron su municipio a punta de “rockets”, disparos indiscriminados de fusil y decenas de descargas explosivas. Ese día volaron sedes bancarias, oficinas, centros de ingenios azucareros e incluso viviendas. Reinó el terror. Sin embargo, no hubo heridos ni muertos.
En ese episodio, como en varios otros, los actos violentos se centraron en el casco urbano y en el corregimiento de Siberia, locación a unos 17 kilómetros del centro de Caldono, cuyas calles y campos vieron entre mitad de los 90 y el 2014 cientos de desfiles guerrilleros que se movilizaban con toda tranquilidad. Por supuesto, muchos de ellos sembrando miedo y promoviendo doctrinas armadas.
Ese tipo de incursión como la de febrero del 97, si bien fue repetitiva a lo largo de los años, no alcanzó a demostrar todos los horrores que esos hechos victimizantes dejaron entre aquella población caucana. Las incursiones armadas sistemáticas dejaron afectaciones colectivas, como un aumento exponencial en la pobreza, atentados contra las libertades individuales y depresión generalizada por la participación involuntaria en la guerra de personas que, por defender a sus familias, fueron asesinadas o desaparecidas forzosamente.
Informes del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) le atribuyen estas afectaciones a la extinta Columna Móvil Jacobo Arenas y al frente VI de las Farc. De hecho, sus dinámicas allí fueron tantas que históricamente Caldono ocupa el segundo municipio de Colombia con más tomas armadas registradas, con 244 (entre 1997 y 2014).
Ahora, tras poco más de cuatro años de la firma del Acuerdo de Paz, los semilleros conformados por víctimas en búsqueda de la paz y la reconciliación en Caldono quieren conocer todas las verdades que la guerra dejó en su comunidad. A través de relatos genuinos y actos de reconocimiento, los caldoneños quieren revivir épocas como la del 12 de noviembre de 2001, jornada en la que se presentó allí el primer acto de resistencia civil pacífica en contra de las tomas armadas. Allí, las banderas, los cantos y las arengas que quisieron frenar el arsenal de los armados quieren volver a salir.
En aras de esos deseos, el próximo 20 de marzo, a partir de las 9:00a.m., la Comisión de la Verdad (CEV) y la Alcaldía de Caldono (Cauca) liderarán el “Encuentro por la Verdad: Reconocimiento por la vida, Caldono cuenta la Verdad”, un espacio de diálogo que contará con la versión voluntaria de antiguos miembros de las Farc sobre estos delitos y, consecuentemente, tras el acto de reconocimiento, se escucharán a víctimas y demás miembros de la sociedad civil que quieren mostrarle al país que en Caldono pueden haber actos de sensibilización y resistencia que ayuden a pasar la página de la guerra.
Si bien, parte del diálogo será privado, otros momentos serán públicos y transmitidos vía streaming por los canales digitales de Colombia2020 y El Espectador, como medios aliados; al igual que por distintas transmisiones web de la CEV.
El padre Francisco de Roux, presidente de la CEV, participará en el encuentro y dará reflexiones que, a partir de lo aprendido en Caldono, seguramente formarán parte del informe final que esta entidad estatal emitirá a finales del próximo mes de noviembre.
A su turno, indígenas, afros, sobrevivientes, familiares de víctimas fatales y victimarios reunirán sus voces en clave de reconciliación, de afrontar horrores del pasado y de mostrar que la verdadera fortaleza de Caldono está en su gente que siempre se supo levantar ante la adversidad de las armas.
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