A comienzos de marzo se reunirían Darío Acevedo y el padre Francisco de Roux

“Estoy comprometido con la labor académica que le corresponde al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en el deber de recoger, proteger y guardar con rigor técnico y científico la memoria de todas las víctimas”, reza la misiva escrita por Darío Acevedo, quien se posesionó como el nuevo director del CNMH el pasado 21 de febrero de 2019.

El documento, fechado el 25 de febrero, iba dirigida al padre Francisco de Roux, presidente al Comisión de la Verdad, quien ya le había enviado otra carta en la que mostraba su voluntad de tener “una fructífera colaboración armónica entre nuestras dos instituciones” y a trabajar en conjunto para que las dos entidades contribuyan a la comprensión histórica de la guerra que ha vivido el país.

“Le manifiesto mi disposición a mantener un diálogo abierto y quiero invitarlo, en primera instancia a usted como presidente de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad a que tengamos un encuentro”, asegura la correspondencia de Acevedo. En seguida, le indica al padre jesuita que también está gestionando una reunión con representantes de organizaciones de víctimas que han manifestado su temor por la preservación de sus archivos depositados en el CNMH.

“Como funcionario público debo honrar y cumplir los límites que las leyes relativas a mi cargo estipulan, pero también, porque como historiador profesional que soy y por formación y experiencia académica y profesional conozco la importancia de conservar y mantener la integridad de las fuentes, en este caso, las memorias de las víctimas, para que sean insumo en los procesos de investigación de los académicos de las ciencias humanas y sociales y estén al alcance de la ciudadanía”, agrega.

Más de 120 organizaciones sociales de víctimas han rechazado la designación de Acevedo como director del CNMH por negar que en Colombia ha existido el conflicto armado y por la estigmatización a víctimas y organizaciones de Derechos Humanos.

La Asociación Minga fue la primera en anunciar que van a retirar todo el material aportado a esta entidad. Le siguió Leyner Palacios, vocero del colectivo de víctimas de la masacre de Bojayá, quien en entrevista con la Revista Semana aseguró que retirarán sus documentos porque "un funcionario que desconoce el conflicto armado, no puede hacer memoria en Colombia".

Aída Avella, senadora de la Unión Patriótica también anunció que retirarán del CNMH los archivos y documentos de esta opción política. Y este 25 de febrero, 123 organizaciones, plataformas y defensores de los Derechos Humanos se unieron al retiro del material entregado "debido a la falta de garantías reales para su salvaguarda y buen uso en la reconstrucción de la Memoria encaminada a la consecución de la Verdad que Colombia merece".

Acá puede leer la carta completa de Daría Acevedo: