En un encuentro cara a cara con víctimas de las masacres de Mapiripán y Caño Jabón (Meta), Manuel de Jesús Pirabán, excomandante del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dijo que se arrepentía de haber pertenecido a este grupo armado y pidió perdón a los llaneros por el daño causado durante el conflicto armado, en especial a finales de la década de los 90.
Este miércoles, Pirabán se refirió a su compromiso con la actual Comisión de la Verdad, durante el estreno del nuevo formato de encuentros de Colombia2020, “Hablemos de verdad”, que tiene como fin poner a conversar a víctimas, victimarios, empresarios y población en general sobre lo que ocurrió en el conflicto armado. Esta vez la cita fue en Villavicencio, donde se reunieron todas las regiones de los llanos orientales, y contó con la presencia del comisionado de la verdad, Alfredo Molano Bravo.
“Puedo decir que llevo más de dos mil horas de audiencias públicas, que he tenido encuentros con muchas víctimas de esta zona del país, pero que todo ha sido en los recintos cerrados de los estrados judiciales y, desafortunadamente esa verdad se ha quedado allí, ha sido solo para los que sufrieron el conflicto, pero necesitamos que el país la conozca en su totalidad”, dijo el exjefe paramilitar, quien hoy vive en Bogotá y aún asiste a diligencias judiciales en el marco de la Ley de Justicia y Paz, por la que se desmovilizaron las AUC.
Frente a la masacre de Mapiripán, cometida en julio de 1997, por el bloque Centauros que él comandó, donde fueron asesinados al menos 49 personas y cientos más fueron desplazadas. el exjefe paramilitar dijo que durante su proceso de reincorporación reunió a 20 excombatientes de las AUC, entre ellos, el Cura, o Richard con el fin de reconstruir el paso a paso de lo que sucedió.
“Me presenté a la justicia, pagué 9 años de cárcel y hoy continúo en el proceso. Pero creo que apenas se conoce un 40% de esta verdad que tenemos que contarle a todo el país”, reiteró Pirabán. Por eso, aclaró que la responsabilidad del Bloque Centauros es sobre la masacre de Mapiripán, pero que aún está pendiente aclarar qué pasó en Caño Jabón, “porque al día siguiente del hecho ingresó las Farc y porque en la zona también hacían presencia hombres de las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC)”, dijo Pirabán y le pidió perdón directamente a la señora Balbina Niño, quien es víctima de esta matanza y aún busca a su hermano desaparecido.
Por su parte, Balbina Niño, quien no se resistió a llorar durante el momento en que pidió la verdad de lo que pasó con su hermano, le aceptó el perdón a Pirabán y dijo que lo hacía en nombre de otros de sus familiares muertos en la guerra. “Ya no me quedan sino cuatro y en nombre de los que ya no están acepto su perdón, señor Pirabán”, concluyó.
¿Y la búsqueda de los desaparecidos?
En cuanto al tema de los desaparecidos en el conflicto armado, Pirabán resaltó las intensiones de los antiguos combatientes de ese grupo ilegal, pero que no hay condiciones por parte del Estado para continuar con esa labor. “No podemos descansar hasta entregar todas las fosas para mitigar el dolor que durante tanto tiempo han vivido estas familias. Desde 2014 hemos insistido en seguir saliendo a buscar las fosas, pero no hay suficientes fiscales y suficiente personal para seguir en este proceso”, explicó el exjefe paramilitar.
En este punto, el padre Henry Ramírez, quien también participó en el encuentro, hizo un llamado para que el gobierno nacional sea consciente con las víctimas y destine los recursos necesarios para que la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos tenga las suficientes herramientas para ayudar a las víctimas en la búsqueda de sus seres queridos. “La Unidad quería desplegar su trabajo con más de 250 personas en este territorio, pero arranca con 20. Creemos que no hay voluntad política del gobierno para avanzar en esta tarea”.
Por su parte, Pirabán pidió reparar a muchas víctimas que aún están huérfanas de sus seres queridos, pero que sufren constantemente aún en los estrados judiciales. “Dentro de estos doce años después de la desmovilización algo que me ha dolido mucho, es mirar a las víctimas cualquier 20 veces en diferentes audiencias judiciales, la mayoría de ellas con muchas dificultades, porque muchos no han recibido ninguna reparación”.