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¿Quiénes son los nuevos comisionados de la verdad?

Seis hombres y cinco mujeres tienen en sus manos una de las tareas más importantes que dejó el Acuerdo de Paz con las Farc: integrar la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad. Estos son los elegidos. 

Redacción Judicial
09 de noviembre de 2017 - 08:17 p. m.
El trabajo de la Comisión de la Verdad será esencial para la reparación de las víctimas de la guerra. / Archivo
El trabajo de la Comisión de la Verdad será esencial para la reparación de las víctimas de la guerra. / Archivo

  1. Alejandra Miller Restrepo
Tiene una profesión distinta a la de la mayoría de comisionados: es economista. Graduada de la Universidad del Valle, con maestría en Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Javeriana y un doctorado en camino en Estudios en Género de la Universidad de Granada (España), Miller ha tratado también de formarse en construcción de paz. Ha sido profesora e investigadora de la Universidad del Cauca, trabajó con la Gobernación del Cauca en diseño de políticas públicas con enfoque territorial y fue Investigadora de Comisión de la Verdad y Coordinadora Ruta Pacifica de las Mujeres Cauca.

  1. Alejandro Valencia Villa
“Soy abogado defensor de derechos humanos y desde 1989 me dedico de manera exclusiva a la protección y promoción de los derechos humanos, derecho humanitario y justicia transicional en Colombia como en América Latina”. Con esas palabras, Valencia Villa comenzó su exposición de motivos ante el Comité de Escogencia para explicar por qué debía ser comisionado de la verdad.

Su hoja de vida es impecable y extensa, e incluye una vasta experiencia en temas de verdad histórica. Probablemente, de todos los elegidos, es quien más tiene experiencia en este campo: fue asesor del proyecto “La verdad de las mujeres víctimas del conflicto armado en Colombia” de la Ruta Pacífica de las Mujeres; asesor general de la Comisión de Verdad del Ecuador, consultor de la Comisión de Verdad y Justicia del Paraguay y de la Comisión de la Verdad y Reconciliación del Perú. Asimismo, lideró el Equipo Especial de Investigaciones de la Comisión de Esclarecimiento Histórico de Guatemala y orientó el nacimiento de la Comisión de Verdad de Bolivia y la Comisión de Verdad sobre la invasión a Panamá.

Hizo parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el caso de Ayotzinapa, México, uno de los episodios de desaparición forzada que se volvió emblemático en el continente americano.  Ha sido perito ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y consultor de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

  1. Alfredo Molano Bravo
Nacido en 1944 en Bogotá, Molano Bravo estudió sociología en la Universidad Nacional. Tiene una veintena de libros sobre los orígenes del conflicto armado en Colombia. Sus relatos han atravesado la espesa selva del Guaviare, las infinitas llanuras de la Orinoquía o los muros de las cárceles donde mulas y narcotraficantes colombianos purgan sus condenas. 

 Por más de 20 años ha sido columnista de la edición dominical de El Espectador, ha hecho documentales, reportajes y crónicas. Participó de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas que se desarrolló durante los diálogos de paz con las Farc. Dos veces ganador del Premio Simón Bolívar de Periodismo, el último en 2016 a su vida y obra, lo han convertido en uno de los cronistas más representativos de la llamada Colombia profunda. Ese mismo año, recibió un doctorado honoris causa por parte de la Universidad Nacional, y hoy fue seleccionado como uno de los once miembros que deberá recoger las memorias de la guerra en Colombia desde la Comisión de la Verdad.  

 

  1. Carlos Beristain
Es el único extranjero elegido. El español es médico con doctorado en sicología social y desde 1994 ha estado vinculado a trabajos con víctimas en Colombia. En 2008 direccionó el equipo que trabajó con las víctimas de violencia sociopolítica de la Comisión de la Verdad en Ecuador. En 2007 fue asesor y redactor de la Comisión de la Verdad en Paraguay y 2002 asesoró a la Comisión de la Verdad del Perú a través del Centro Internacional de Justicia Transicional (ICTJ por sus siglas en inglés) en la atención sicosocial de víctimas. Entre el 95 y el 98 fue coordinador del Informe de memoria histórica “Nunca Más” en Guatemala. Además, en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos realizó una investigación sobre los impactos de cinco comisiones de la verdad en América Latina, luego apoyó a la Corte Penal Internacional en la atención de víctimas en los casos de República Democrática del Congo y la República Central Africana y fue el director de investigaciones en el Instituto Hegoa sobre víctimas en el Sahara e impactos y reparación en conflictos socioambientales.

En Colombia ha trabajado con la Pastoral Social Colombia, como perito de la Comisión Colombiana de Juristas, con la organización Ruta Pacífica de las Mujeres, con las Brigadas de paz Internacional y con Colectivo de Abogados Jose Alvear Restrepo. “Colombia es un país querido, en el que he estado trabajando con distintas organizaciones sociales, la Iglesia, comunidades, víctimas y organizaciones de derechos humanos desde 1994. He aprendido que ninguna herida se cura sin el bálsamo del respeto, y que la memoria tiene que ser incluyente cuando ha habido diferentes responsables de estas violaciones de derechos humanos, para abordar estas heridas, y ser un elemento de transformación. Mi enfoque siempre ha sido el trabajo psicosocial en el que considerar no solo los hechos, sino las personas y los procesos colectivos”, escribió el médico español, quien recientemente hizo parte del Grupo Expertos de la CIDH para Investigación caso 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

  1. Carlos Ospina Galvis
Carlos Guillermo Ospina Galvis es mayor retirado del Ejército, donde estuvo durante más de 21 años. Participó directamente en el conflicto armado interno y tuvo a su cargo operaciones militares sin que a la fecha haya tenido algún proceso disciplinario o administrativo por haber infringido la ley. “Vivir los horrores de la guerra me hacen hoy querer como nadie la paz, en un entorno de justicia y verdad para lograr una verdadera reconciliación de los colombianos”, dijo durante su aspiración al Comité de Escogencia.

Es víctima reconocida por el conflicto armado y participó desde los inicios en los diálogos de paz de La Habana en los diferentes Foros y Encuentros Nacionales y Regionales de Victimas, aportando ideas en la búsqueda de reconciliación y convivencia. Es abogado de la Universidad La Gran Colombia y profesional en Ciencias Militares, en Derecho y en Administración de Empresas, con Especialización en Administración de la Seguridad e Inteligencia Militar. Lidera desde 2013 la Asociación Colombiana de Militares Víctimas del Conflicto Armado (Acomivic O.V.) y ha propiciado la creación de más de 20 asociaciones de víctimas en los territorios, asesorándolas en derechos humanos Derecho Internacional Humanitario y Justicia Transicional entre otros.

  1. Francisco De Roux Rengifo
El padre Francisco De Roux Rengifo se ordenó como jesuita en 1975, después de estudiar un pregrado de Filosofía y Letras en la Universidad Javeriana y una maestría en Economía en la Universidad de los Andes. Tras su ordenación, se vinculó con el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep) en donde, para 1986 se convirtió en el subdirector y director del centro. Para esa época, De Roux ya había estudiado en París y en Londres, en donde obtuvo una maestría en investigación del London School of Economics and Political Science y un doctorado en Economía en la Universidad de París. A su regreso a Colombia, el padre De Roux se dedicó a desarrollar uno de los modelos de construcción de paz más importantes del país. Se llamó: Corporación Desarrollo y Paz del Magdalena Medio y desde allí, y todavía en medio de la guerra, implementó el primer el laboratorio de paz de Colombia. Conocedores del trabajo del jesuita consideran que su trabajo en el Magdalena Medio fue el precursor de lo que hoy se conoce como responsabilidad social empresarial.

Francisco De Roux, además, fue el director de la Compañía de Jesús en Colombia desde 2008 hasta 2014. De allí pasó a la dirección del Centro de Fe y Culturas en donde estuvo vinculado hasta septiembre de este año, tareas que desempeñó mientras siguió de cerca el proceso de paz con las Farc y ahora hace lo mismo con el del Eln. “Desde hace décadas asumí el compromiso de apoyar la finalización del conflicto armado (…) Esta comisión es una garantía para reconstruir el tejido social, sanar las heridas, reconocer y respetar la dignidad humana de todos y promover la reconciliación y convivencia social”, dijo De Roux en su presentación ante el Comité que lo eligió.

  1. Lucía González Duque
Esta arquitecta nacida en Medellín ha tenido una larga trayectoria trabajando en temas de memoria, enfoque territorial y en la formulación de proyectos relacionados a la cultura y transformación social. Actualmente, es consultora del ICTJ  en el proyecto de memoria en la Zona de Reserva Campesina de El Pato-Balsillas. Ha sido asesora en temas de convivencia, pedagogía del proceso de paz y reconstrucción del tejido social en Innovate, Ideartes, la Oficina del Alto Comisionado de Paz y del Fondo para la reconstrucción del Eje Cafetero, luego del terremoto en Armenia. También fue gerente del Programa Alistamiento Territorial para la Paz de la Fundación RedProdepaz y fue directora general del Museo Casa de la Memoria de Medellín y del Museo de Antioquia

“Mi proyecto de vida ha estado relacionado siempre con construir condiciones que contribuyan a hacer de Colombia un país en el que podamos vivir en paz, a partir fundamentalmente de tres premisas: respeto y valoración de la diferencia, profundización de la democracia y justicia social. He desempeñado cargos del sector público, social, privado y como asesora independiente en la resolución de conflictos sociales y armados en los años 80 y 90 en Medellín (milicias urbanas y narcotráfico); procesos de paz con bandas urbanas; acompañamiento a proceso sociales contra la guerra; visibilización y reflexión de los conflictos sociales y armados, desde exposiciones, teatro y agendas académicas”, fue su carta de presentación ante el Comité de Escogencia. 

  1. María Ángela Salazar Murillo
Entre todos los que estaban preseleccionados, su perfil es el menos académico o convencional. Entre los estudios que acreditó ante el Comité de Escogencia figura que terminó su bachillerato en 2001 en Apartadó, un municipio del Urabá antioqueño que ha sido fuertemente golpeado por la violencia de todo tipo: la guerrillera, la fomentada por empresarios y la paramilitar. No estudió ninguna carrera universitaria. En 2006 se posesionó como coordinadora y vocera voluntaria de la Mesa Departamental de Víctimas del Conflicto Armado de Antioquia, en donde se encarga específicamente del trabajo con víctimas en la región del Urabá.

“Desde las regiones venimos trabajando en los diferentes procesos de construcción de memoria, como apuesta para lograr la reparación integral de las víctimas. Las víctimas tenemos derecho a conocer la verdad y garantizar un relato plural, para que no se repitan los hechos atroces que hemos tenido que vivir las más de ocho millones de víctimas y para que las nuevas generaciones conozcan y no repitan la historia violenta. Construir paz desde los relatos, la memoria y la verdad están en el eje central de mis apuestas de vida”, dijo en su postulación ante el Comité.

  1. María Patricia Tobón Yagarí
Abogada de la Universidad de Antioquia, con especialización en derecho constitucional, representa a las comunidades indígenas desde la Organización Nacional Indígena de Colombia, pues es miembro del pueblo Embera. Ha sido asesora de resguardos indígenas y en su trabajo, acreditó ella, se ha encargado de documentar la vulneración de los Derechos Humanos en los territorios indígenas del país afectados por el conflicto armado. Entre esos, especialmente, de pueblos indígenas del Chocó.

Ha trabajado también con el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, con la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento Forzado (Codhes). Con el Colectivo de Trabajo Jenzerá fue facilitadora indígena del proyecto escuela interétnica para la resolución de conflictos territoriales en el Pacífico Colombiano. “En la CEV quiero contribuir desde el enfoque étnico, de género y territorial, a la construcción de metodologías que permitan la identificación de esquemas de discriminación que favorecieron la ocurrencia de las violaciones de derechos humanos”, dijo en su postulación al Comité de Escogencia.

  1. Martha Ruiz Naranjo                 
Martha Ruíz es la única periodista de carrera de la lista de escogidos para integrar la Comisión de la Verdad. Actualmente, trabajaba como consejera editorial de la Revista Semana. Sobre sus hombros ha recaído el cubrimiento de los procesos de paz con las Farc y el ELN y los procesos de paz territorial. Sobre el tema ha escrito artículos sobre los acuerdos, el contexto en el que se han dado, y la dinámica política y social que los ha rodeado, como el informe Los últimos Días de la guerra, en abril de 2016, un retrato de un frente guerrillero esperando el acuerdo de paz; y Viaje al Corazón de Tumaco, publicado este año, sobre las primeras dificultades de la paz en un territorio controlado por narcotraficantes, con disidencias de la guerrilla, una pobreza estructural, y un Estado ausente. Como periodista su fuerte ha sido la investigación y el análisis de las principales dinámicas del conflicto. 

En 2015 fue la directora de Verdad Abierta, especializada en conflicto armado y en el proceso de Justicia y Paz con los paramilitares. Responsabilidad que dejó para concentrarse de tiempo completo en el cubrimiento del proceso de paz que en 2016 entró en su etapa definitiva. Ruíz cree que "el periodismo permite ponderar, entender, dar voz a todos los involucrados, y hacer visible lo invisible” y que ese proceso "será más importante que el informe mismo”.

  1. Saúl Franco Agudelo
Se graduó de Medicina de la Universidad de Antioquia en 1975. Realizó una maestría en Medicina Social en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco de México y obtuvo un doctorado en Ciencias en la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro (Brasil). Es profesor universitario desde 1977 y ha estado vinculado a universidades como la de Antioquia, Santo Tomás y la Nacional. Estuvo detrás de la creación del doctorado en Salud Pública de la Universidad Nacional y ha dirigido tesis sobre violencia sociopolítica y suicidio. “Mi mejor escuela para pensar la violencia fue la realización de mi tesis doctoral en salud pública: “Contextos explicativos de la violencia en Colombia”, publicada con el nombre de “El Quinto: No Matar”, explicó Franco Agudelo en su postulación para la Comisión de la Verdad.

“Treinta años de investigación, docencia y acciones colectivas por ayudar a comprender y enfrentar el conflicto armado colombiano y las distintas violencias en el país y en América Latina, me han llevado a la convicción de que es esencial construir un relato creíble que escuche e interprete a las víctimas, los actores y la sociedad, para propiciar el perdón y convivir en paz”, agregó el médico.

Por Redacción Judicial

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