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Con la ampliación de la licencia de maternidad todos ganan

Universidad de La Sabana
18 de enero de 2017 - 03:59 p. m.

La reciente ley aprobada por el Congreso de la República que amplía la licencia de maternidad de 14 a 18 semanas, así como la implementación de salas de lactancia, es la respuesta a la articulación de los diferentes estamentos sociales para apoyar de manera directa a las familias. Cada uno desde su ámbito, el estado y la empresa privada se vuelven corresponsables en el cuidado de los primeros meses de vida de los niños. De esta forma, se ponen ambos sectores al servicio de esta etapa inicial y fundamental del desarrollo infantil.

Son muchos los beneficios que los expertos en psicología y medicina identifican por la presencia de la madre con su recién nacido y de la lactancia materna, como es el fuerte vínculo de afectividad que gracias a la proximidad madre-hijo. Los especialistas recomiendan que la lactancia se debe prolongar durante los primeros seis meses de vida del menor de manera exclusiva, porque entre otros aspectos disminuye enfermedades de tipo respiratorio, gastrointestinales y otitis. Posteriormente insisten en que la lactancia materna se debe complementar con otros alimentos.

En el ámbito familiar, la dinámica del hogar cambia con la llegada del nuevo ser, los hermanos -si los hay- y los cónyuges viven una nueva forma de vida que requiere de ajustes en la convivencia para que todos los que integran el núcleo familiar se adapten y para ello se necesita que puedan compartir tiempo juntos.

La literatura académica y recientes estudios económicos de organismos internacionales como OIT, Banco Mundial  y CEPAL, analizan cómo la jornada de trabajo de las mujeres en labores remuneradas y no remuneradas es mayor que la de los hombres; la distribución de las tareas domésticas sigue siendo desigual, el tiempo remunerado de las mujeres se ve recargado por atender el cuidado de los hijos pequeños, enfermos o adultos mayores y es en promedio inferior al de los hombres que tiende a permanecer siempre estable[1].

Las mujeres principalmente desempeñan una doble jornada de trabajo: la de la oficina y la del hogar; aunque cada vez más los esposos ayudan en las tareas domesticas, la responsabilidad principal sigue recayendo en la mujer.

Según Garcia y Oliveria, la mujer concibe la maternidad en la gran mayoria de los casos como un aspecto primordial de su realización personal, tambien estan en capacidad de poner sus talentos al servicio de la sociedad y realizar así un despliege de actividades profesionales fuera del hogar sin descuido de sus obligaciones familiares. Cada vez más la presencia fenemenina en la empresa se hace evidente, incluso algunas multinacionales como es el caso de Microsoft han diseñado campañas concretas que promueven una mayor inserción femenina en en el sector de las tecnologías.

Son inquietantes las cifras del ambito del trabajo realizado por las mujeres. El Informe Ejecutivo de la OIT sobre tendencias 2016 “Las mujeres en el trabajo”, revela que entre los años 1995 y 2015 la tasa mundial de participación cayó del 52,4% al 49,6% mientras que los hombres fueron del 79,9% y 76,1% respectivamente. La participación general de las mujeres en el mercado laboral está 27 puntos por debajo del de los varones. Con respecto al desempleo para los hombres a nivel mundial es del 5,5% mientras que para las mujeres del 6,2%. Se estima que unos 200 millones de mujeres de edad viven sin percibir ingresos regulares provenientes de pensiones en contraste con 115 miilones de hombres.

Para aquellas empresas que se encuentran inquietas frente al panorama de la ampliación de unas semanas adicionales de la licencia de maternidad para sus trabajadoras, estudios realizados por Nuria Chinchilla demuestran que las mujeres que tienen la oportunidad de trabajar un tiempo en su casa desarrollan unas competencias que hoy en día son muy valoradas a nivel empresarial: La madre piensa y actua según las necesidades de los miembros de su familia, que a nivel empresarial no es otra cosa que “orientación al cliente”; es un referente a seguir que viene a ser “liderazgo”; se gana la confianza por ser coherente entre lo que piensa y hace cada día es decir “integridad”; para atender las necesidades permanentes de los miembros de su familia y en especial la alta demanda del recien nacido en tiempo, esfuerzo y dedicación genera gran capacidad de “iniciativa”;  organiza a los suyos en un proyecto común según las capacidades de cada uno y desarrolla “trabajo en equipo”; termina aprendiendo a escuchar y tener empatia que se traduce en “comunicación”; descubre las necesidades y oportunidades en los demás con lo que crea “visión de negocio”; se vuelve experta en autoconocimiento, autocritica, voluntad de aprender, entre otros, lo que le lleva a una “mejora personal”constante.

La vuelta al trabajo de la mujer después de la lactancia dejando un bebe pequeño en casa, por una parte, se convierte en una amenaza para las bondades de la lactancia materna y por otra parte incrementa las posibilidades de estrés laboral.

Así las cosas, las empresas que se concienticen de esta iniciativa del gobierno nacional, a su vez estarán contribuyendo con la protección de los derechos de la mujer, de los niños y de las familias de esta forma se crea una responsabilidad compartida que beneficia a la sociedad entera.

 

[1] CEPAL - Serie Asuntos de Género N° 124 : Karina Batthyány Dighiero

 

*Esta columna fue escrita por Ana Margarita Romero, directora del Instituto de La Familia, Universidad de La Sabana.

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