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Haciendo País

Construyendo La Paz con igualdad

Columnista invitado
13 de octubre de 2016 - 06:59 p. m.

El enfoque de género no es un tema nuevo en el país, es una herramienta con la que se ha venido trabajando por décadas para el pleno reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, además de brindar caminos para superar las formas específicas de discriminación y de la violencia que tienen que enfrentar.

Ha sido un camino difícil, donde reconocemos la constancia y el trabajo firme de las organizaciones de mujeres, feministas y de derechos humanos. También tenemos que resaltar la voluntad de los recientes gobiernos colombianos que han implementado de forma progresiva el enfoque de género en políticas y acciones diferenciales, además de ratificar los acuerdos mundiales en este sentido como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las mujeres y el establecimiento de un marco normativo interno también en este sentido. 

Por esta razón, como Consejera Presidencial para la  Equidad de la Mujer,  responsable desde el Gobierno Nacional de promover los derechos humanos de las mujeres, tengo que decir que la ideología de género No existe en el Acuerdo de Paz, lo que tiene es enfoque de género y para ser más claros el mismo documento del acuerdo lo define de la siguiente manera:

“Reconocimiento de las mujeres como ciudadanas autónomas, sujetos de derechos que, independientemente de su estado civil, relación familiar o comunitaria, tienen acceso en condiciones de igualdad con respecto a los hombres a la propiedad de la tierra y proyectos productivos, opciones de financiamiento, infraestructura, servicios técnicos y formación, entre otros; atendiendo las condiciones sociales e institucionales que han impedido a las mujeres acceder a activos productivos y bienes públicos y sociales”.

Así mismo, respondiendo a la inquietud sobre el concepto de ideología, es muy importante aclarar que este hace referencia a un dogma o a una doctrina y en el Acuerdo no se está imponiendo nada, lo que se hace es reconocer y ver de manera  diferenciada cómo impacta la guerra a las mujeres y a los hombres, con el fin de remediar las situaciones de inequidad y desigualdad en los contextos políticos, sociales, culturales y económicos, que sin duda se profundizan de manera crítica por causa del conflicto. 

Es la primera vez que un acuerdo de paz en el mundo incluye el enfoque de género y este es un logro que ha sido reconocido por la comunidad internacional y las mismas víctimas, especialmente las mujeres.

Muchas voces representaron las necesidades y los requerimientos de las mujeres en el proceso de negociación en La Habana y estuvieron presentes, directa o indirectamente en la subcomisión de género. Fue un trabajo permanente, responsable y que siempre tuvo como  objetivo fundamental los derechos humanos de las mujeres, especialmente para las víctimas, la reparación integral y la garantía de no repetición. 

Con respeto tengo que decirle a los promotores de la tesis de la ideología de género, que no veo cómo pueda afectar las estructuras familiares y la formación de niños y niñas el enfoque de género en el Acuerdo de Paz, que lo único que busca es  generar las condiciones para que las mujeres puedan acceder a la tierra, para que se promueva su participación política,  para protegerlas y garantizarles una vida libre de violencias, entre otras acciones específicas.

El enfoque de género sirve precisamente para fortalecer las familias, permitiendo relaciones más armónicas, sin violencias, reconociendo el aporte y el trabajo de cada integrante del grupo familiar, en entornos seguros, con respeto, con amor y principalmente con niños y niñas más felices, formados en el respeto por la diferencia y comprometidos con sociedades más igualitarias.

Un acuerdo de Paz no se puede construir sin tener en cuenta, primero la realidad de las mujeres en el conflicto armado y segundo,  los marcos normativos tanto nacionales como internacionales que instan a reconocer a las mujeres como constructoras de paz.

Además, quiero decirles a quienes tienen inquietudes sobre el lugar de las mujeres en El Acuerdo, que  somos más de la mitad de la población y que un porcentaje importante sufrió de manera específica y diferenciada las consecuencias de la guerra, por esta razón no es posible que una decisión  como un acuerdo de paz se geste sin tener en cuenta la voz de las mujeres.

Sugiero leer y releer cada uno de los puntos del acuerdo de paz y sé que las mujeres, en especial quienes trabajaron en la incorporación del enfoque de género están listas para acompañar este análisis y resolver de manera conjunta todas las dudas.

*Martha Ordóñez, Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer

@marthaordonez29

 

 

 

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