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En cualquier momento me pueden matar: Armando Vergara

El veedor de salud y bienestar para la Policía Nacional responsabiliza a varias instituciones por lo que le pueda pasar luego de denunciar varias amenazas contra su vida desde el 2014. La Unidad Nacional de Protección le negó un esquema de seguridad a inicios de noviembre.

Nicolás Sánchez A. / @ANicolasSanchez
20 de diciembre de 2017 - 03:49 p. m.
Desdee el 2014 Armando Vergara ha recibido unas 9 amenazas/ Fotos: Gustavo Torrijos
Desdee el 2014 Armando Vergara ha recibido unas 9 amenazas/ Fotos: Gustavo Torrijos

Armando Vergara se retiró el 24 de noviembre de 2010 de la Policía Nacional luego de completar el tiempo para la pensión. Sin embargo, lo que aceleró su salida fueron desencuentros con el coronel William Chavarro debido a que sentía que no era receptivo frente a una situación familiar que lo tenía deprimido.

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El 21 de mayo del 2013, Vergara constituyó la Veeduría de Salud y Bienestar para la Policía Nacional, que se dedica a vigilar la situación laboral de los uniformados y los temas de contratación con diferentes entidades del Estado. Por eso, ha denunciado casos de resonancia nacional como las motos eléctricas que compró el Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá y las situaciones inhumanas de algunas Unidades de Reacción Inmediata (URI) de la ciudad.  

Tan solo un año después de empezar con su trabajo de veedor empezó a recibir amenazas. Le han llegado sufragios, mensajes a su celular y han entrado a la fuerza a su casa y la de una de sus hijas. En medio de esas incursiones a sus residencias le han robado información, dejando intactos todos los elementos de valor. Anda con montones de papeles debajo del brazo, entre los cuales tiene las amenazas que le han llegado. La última vez que la Unidad Nacional de Protección (Unp) le negó medidas especiales fue el 8 de noviembre de 2017. Vergara está preocupado por su seguridad.

¿Qué ha denunciado en su trabajo como veedor?

Hemos denunciado el maltrato laboral en algunas partes de la institución policial en Bogotá, Soacha, Barranquilla, Magdalena. Nosotros informábamos al director de la Policía para que tuviera conocimiento de las situaciones que estaba pasando. Se denunció mucho el tema de las motos eléctricas que se compraron para la localidad de Kennedy y están escondidas, me dicen, que en un batallón de la Escuela de Artillería. Las motos costaron 4.500 millones de pesos y trabajaron solo dos años.

También se ha denunciado el maltrato de Medicina Legal cuando los policías van a llevar a las personas capturadas para hacer el dictamen de valoración por los médicos legistas. Hay funcionarios que a veces se les olvida que los policías también son funcionarios y personas que merecen respeto.

La veeduría hizo las denuncias cuando tenía a la gente durmiendo en la calle de las Uri de Kennedy y Granja. Se han hecho cualquier cantidad de denuncias. Se acaba de hacer la denuncia de una epidemia de paperas en la Uri de Puente Aranda, están saliendo contagiados los mismos policías

¿Qué intereses ha tocado con estas denuncias?

No solamente en la Policía Nacional, sino también en las entidades locales y departamentales de otros departamentos. Los veedores han llegado a cuestionar contratos y hay personas a las cuales no les debe interesar que haya una veeduría metida preguntando por qué.

Se han tocado intereses del Fondo de Vigilancia que contrató a las carreras, hubo mucha contratación con entidades que no cumplían los requisitos y les daban los contratos a pesar de todo. Hoy es Secretaría de Seguridad y Convivencia, lo único fue cambiarle el nombre, pero muchos funcionarios quedaron ahí.

¿Qué sabe de esas personas?

No puedo decir de dónde provienen las amenazas, el caso es que han seguido las amenazas. En alguna ocasión entraron a la casa de una de mis hijas haciéndose pasar por funcionarios de la Sijin le pusieron un revolver en el pecho y me dejaron la razón de que me iban a matar si seguía de metido, pero nada pasa.

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¿Cuándo fue eso?

En agosto de este año.

¿Han entrado en otras ocasiones a su casa?

Sí, en el 2014 viviendo en el barrio Kennedy Palenque se me metieron a mi casa y se llevaron cuatro usb, un monitor y unas mil hojas de diferentes casos y de diferentes denuncias que hacen los policías. Nunca se llevaron plata, sólo se llevaron eso.

¿Cuál cree que es el interés de quienes lo amenazan?

Que no se ejerza más veeduría. No sé de dónde provienen, pero desde el año 2014 he recibido unas nueve amenazas delicadas.

¿Cuándo recibió la última amenaza?

Hace dos meses y medio se metieron a la casa y se robaron las carpetas del 2014.

¿Qué tenía en esa carpeta?

Cualquier cantidad de denuncias sobre las motos eléctricas y documentos en los que le pedía al Gobierno y al Distrito que me informaran cómo se había hecho esa contratación. Exigía explicaciones de por qué se habían comprado motos que no cumplían con las condiciones técnicas para brindar un servicio de vigilancia. Eso nunca fue respondido, sino con evasivas.

¿Cómo ha sido la relación con la Unidad Nacional de Protección?

Mala. La UNP está dedicada a negar las amenazas y lo que dicen es que la Policía proteja a la persona mediante unas cartillas de protección. Recibí amenazas en las que me dicen que se saben las placas de las motos en las que me muevo. Fui a radicar unos papeles a la UNP que me acaba de contestar diciéndome que las amenazas que tengo no son nexo causal para otorgar protección. Me dejaron aterrado. Le he solicitado medidas cautelares a la UNP, Ministerio de Defensa, Procuraduría, Defensoría, Policía y todos me dicen que por competencia es de la UNP sabiendo de que en tres estudios de seguridad me ha negado los derechos como veedor.

¿Desde cuándo ha hecho las solicitudes?

Desde el 2014 le informé a Policía Nacional y me remitieron a la UNP. Empecé a oficiarles a ellos y ha sido un gasto en fotocopias. De vez en cuando va un analista que le pregunta qué fue lo que pasó y qué pido, les he dicho que un acompañamiento. Desafortunadamente a mí ya me da miedo salir a la calle, ir a las estaciones de Policía.

¿Cuándo fue la última vez que le negaron la protección?

A comienzos de noviembre.

¿Con qué argumento?

Me entregaron cinco hojas con evasivas. Yo responsabilizo al Ministerio de Defensa, a la UPN y al Ministerio del Interior por todo lo que me pase y lo que le pase a mi familia.  

¿Usted cree que las amenazas se dan en momentos específicos de avances de las denuncias?

Cuando salgo a medios de comunicación es cuando más se dan las amenazas.

¿Cómo ha sido la relación con los altos mandos de la Policía?

No puedo decir que las amenazas vengan de la Policía, pero tampoco lo puedo negar. Al comienzo tuvimos diferentes impases con el general Rodolfo Palomino cuando estaba como secretario el coronel Ciro Carvajal, quien no permitía que las entidades que vigilan la contratación entraran a las instalaciones.

¿Últimamente cómo ha sido?

Con el general Jorge Hernando Nieto el trato ha sido distinto, escucha a la veeduría, ordena que le abran las puertas. Dice que no hay nada que esconder y valora que haya un veedor que les diga cuáles son sus errores para corregir.

¿Cuáles denuncias han hecho en región?

A una veedora de Córdoba la amenazaron porque ha hecho diferentes denuncias en cuanto a la contratación. El veedor informa y denuncia para que las entidades tomen acciones en este tema, pero nunca se dan las respuestas.

¿Su situación está empeorando?

Sí. No puedo salir de la residencia. Era una persona muy acuciosa, salía a la calle, iba a las estaciones de Policía de noche, pero ahora a las 6 de la tarde tengo que estar en mi casa. Me da miedo ejercer la veeduría, también salir de Bogotá porque yo sé que en cualquier momento me pueden matar y responsabilizo al Ministro de Defensa y al director de la UNP.

¿Qué opina de los episodios en los que hay denuncias contra la Policía, por ejemplo, en Tumaco?

La Policía tiene un problema y es que hay muy pocos hombres, hay departamentos en los que están trabajando con los mismos equipamientos de hace 10 años.  

¿Por qué cree que hay tanta desconfianza hacia la Policía?

Porque a los gobernantes se les olvidó que el salario para los policías no debe ser inferior a dos millones y medio de pesos para poderle exigir en cuanto a corrupción. Si queremos tener un buen policía paguémosle bien porque se están ganando un millón 400 mil pesos.  

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Por Nicolás Sánchez A. / @ANicolasSanchez

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