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Sustitución de coca en Arauca, una tierra reinventada

La séptima fábula de la colección ¡De otra manera! cuenta cómo y por qué la comunidad de El Oasis, en Arauca, sustituyó los cultivos de coca por cacao para volver a la tranquilidad.

Colombia2020/ @EEColombia2020
10 de noviembre de 2018 - 07:00 p. m.
Sustitución de coca en Arauca, una tierra reinventada

La fábula "Una tierra reinventada", la séptima historia de ¡De otra manera!, está inspirada en la historia de un caserío de Arauca conocido como El Oasis, poblado por campesinos que llegaron de otras regiones buscando tierra para sembrar y vivir en la década de los 80. 

Por esos años también llegaron a esos territorios guerrilleros del Eln, sobrevivientes de la Operación Anorí, realizada por el Ejército en Antioquia, quienes conformaron el bloque Domingo Laín, bautizado así en honor al sacerdote español que intentó seguir los pasos de Camilo Torres en la insurgencia.

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Su llegada coincidió con el hallazgo en Caño Limón, Arauquita, de las reservas de petróleo más importantes del país hasta ese entonces (1,2 billones de barriles). Desde entonces este ha sido un territorio de disputa de actores armados ilegales. Las Farc también entraron a Arauca con la misión de disputarse el dominio de la región y los enfrentamientos con el Eln dejaron entonces un saldo incalculable de desplazamientos, desapariciones y asesinatos.

En este contexto los campesinos de la región terminan cultivando cultivos de uso ilícito, especialmente coca. En 2001 había 2.749 hectáreas de coca sembradas en Arauca, de acuerdo con informes de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). 

El Oasis, como otras veredas, giró su vida en torno a la coca. El dinero abundaba por esas épocas. “No había ni por donde caminar y se veía el billete por todos lados”, dice Efranio Ávila, quien recuerda que los domingos, día de mercado, llegaban a la plaza personas de todo el país a comprar hojas o, incluso, coca procesada en laboratorios improvisados por los campesinos.

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Pero el boom cocalero duró poco, producto de las políticas de seguridad y fumigación con glifosato que el gobierno del entonces expresidente Álvaro Uribe adelantó en todo el país. 

 “Con la fumigación perdí hasta lo que no tenía. Aguantamos hambre, no había yuca ni plátano por ningún lado, se me murieron los animales y los que nacían, nacían enfermos. Apenas nos quedaron los recuerdos del trago, las fiestas y los paseos”, asegura Manuel Enrique Beleño. 

El conflicto armado se acentuó e hizo aún más dramática la vida en la vereda. Según el Comité Permanente para los Derechos Humanos de Arauca, la confrontación armada provocó el desplazamiento de 54.000 personas entre 1998 y 2008. Sólo en el área rural de Arauquita, 4.500 familias terminaron desarraigadas y El Oasis, junto con otras veredas como Aguachica y Caranal, quedó prácticamente desierta.

En video: Así vivió una comunidad de Arauca su salida de los cultivos de uso ilícito

Es en este contexto que los campesinos decidieron buscar otras salidas y con el acompañamiento de varias organizaciones lograron restaurar sus tierras y apostarle a una vida sin coca. Luego, con el acuerdo de paz, firmado entre el Gobierno y las Farc, en diciembre de 2014, El Oasis pasó a ser una vereda que se integró al programa de sustitución de cultivos de uso ilícito y hoy sigue soñando con sostener en el tiempo esta oportunidad: “Antes había más plata, plata llena de odio. Ahora si me ven con un kilo de cacao ya no me da miedo, nadie me puede decir ni hacer nada. Vivimos mejor, realmente como en un oasis”, concluye Efranio Ávila.  

Por Colombia2020/ @EEColombia2020

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