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En las faldas del páramo de Chingaza, en Guasca, Cundinamarca, se esconde una pequeña destilería que conserva conocimientos y prácticas atávicas para combinarlas con lo mejor de la riqueza natural propia de Colombia. Bajo este contraste se fundó 472 Spirits, una microdestilería, creada por Luisa Rode y su familia, que no solo es un proyecto empresarial, sino la materialización de un sueño familiar que combina tradición, innovación y un profundo respeto por los sabores autóctonos de Colombia.
“Más que una idea, fue un sueño que tenía mi padre”, confiesa Luisa, cofundadora y maestra destiladora de 472. El sueño de crear una microdestilería que se enfocara en destilados de frutas tomó forma en Guasca, un pueblo cercano a Bogotá, elegido no solo por sus nexos familiares, sino por las condiciones únicas que ofrece: una temperatura promedio de 14 grados, ideal para la fermentación, y un agua de excepcional pureza.
Pero 472 no es solo un proyecto local. Desde sus inicios, la marca ha buscado equilibrar la tradición europea con la riqueza de los sabores colombianos. Utilizando un alambique tipo “pot still” alemán, la empresa ha logrado fusionar técnicas centenarias con frutas autóctonas de Colombia, logrando una medalla de plata en el Concurso Mundial de Bruselas con su destilado de uchuva.
“El agua de Guasca es buenísima, el principal beneficio es que esa agua hidrata los destilados, porque es muy blanda y con bajo contenido de cloro, lo que beneficia a la fermentación porque a la levadura no le gusta el cloro.”, recalca Luisa, como si fuera un secreto bien guardado que ahora comparte con el mundo.
“La destilación artesanal por lotes es la adecuada para frutas. Convertir el azúcar de estas materias primas en alcohol no es un proceso de alto rendimiento, pero eso es lo que lo hace especial”. Este enfoque artesanal les ha permitido destacarse en un mercado global dominado por grandes corporaciones, pues en el mundo no existe producción industrial de destilados de fruta, todas implementan destilación por lote. Y es precisamente esta exclusividad la que ha conquistado paladares exigentes tanto en Colombia como en el exterior.
472 Spirits: sabores que cuentan historias
El viaje de 472 Spirits inició con los destilados de fruta, pero la innovación no se detiene ahí. La gama de productos de esta empresa es un reflejo de la riqueza natural de Colombia. Entre sus destilados más destacados se encuentra el aguardiente de caña, producto de la destilación de jugo de caña panelera de Villeta. Un ron joven y fresco que conserva las notas naturales del jugo de caña, con un perfil sofisticado que ha conquistado a los paladares más exigentes. “Este ron es bastante diferente. No es añejado, es un ron estilo agrícola. Algunos dicen que tiene notas de aceitunas negras, algo muy sofisticado”, puntualiza Luisa.
Además, su ginebra artesanal, elaborada con 14 botánicos de diferentes regiones del país, ofrece un equilibrio perfecto entre el enebro y las notas herbales y frutales, convirtiéndola en un ingrediente estrella para la coctelería de autor.
472 Spirits también ha desarrollado un licor de naranja a través de una maceración de jugo y cascaras de naranja, con posterior redestilación e hidro-endulzamiento. Lo que convierte cada botella en una invitación a explorar la diversidad del país, desde los páramos andinos hasta las tierras cálidas Boyacá y Villeta donde se cultivan las frutas que dan vida a estos licores.
Todos estos atributos han convertido a la marca en un referente de la coctelería de autor, presentes en los mejores bares y restaurantes del país. Pero su alcance va más allá. En California, sus destilados han encontrado hogar en ciudades como San Francisco, Los Ángeles y San Diego. Incluso en Dinamarca, su ron agrícola, destilado de jugo de caña, ha ganado reconocimiento, obteniendo una medalla de plata en un prestigioso concurso en Miami.
Además de su enfoque en la calidad, esta empresa se ha comprometido con la sostenibilidad y el impacto social. Al ser una producción artesanal, su huella ambiental es mínima. “Reciclamos el agua que usamos en la condensación. Y trabajamos directamente con agricultores locales, apoyando economías regionales”, comenta la cofundadora.
Mirando hacia el futuro, 472 continúa explorando nuevas frutas y sabores, desde el mango hasta el tomate de árbol, siempre con el objetivo de resaltar la diversidad colombiana. “Todavía hay mucho por desarrollar en Colombia. Pero nuestra marca ya se ha convertido en un referente de productos locales y de buena calidad”, afirma Luisa.
En un mundo donde lo artesanal y lo auténtico cada vez cobran más valor, 472 Spirits no solo destila licores, sino que conecta tradiciones con sabores únicos colombianos. Y con cada botella demuestran que la innovación y la tradición pueden ir de la mano para crear sabores y experiencias verdaderamente extraordinarias.
Conozca más información en:
@472spirits
Tel: 318 400 2700