La depresión es una realidad preocupante en Colombia. Datos de la Organización Mundial de la Salud indican que afecta a 2′400.000 personas en el país, una cifra por encima del promedio mundial que resalta la importancia de concientizar a la población y de abordar el tema por parte expertos que traten esta enfermedad con un enfoque integral.
Juliana Montenegro Castillo es gerente y psicóloga de AEQUI, un centro médico habilitado por Secretaría de Salud, con más de cinco años de experiencia ofreciendo servicios de salud integral de forma incluyente para toda la población. En diálogo con El Espectador, la especialista habla sobre la depresión, cómo puede variar la sintomatología según la edad y la importancia de contar con acompañamiento profesional.
¿Cómo es el trabajo de AEQUI en personas con depresión?
AEQUI es un referente en el sector de la salud integral, ya que ofrece un acompañamiento experto, personalizado y cercano a todas aquellas personas que buscan su bienestar físico y mental. Contamos con tratamientos que abarcan diferentes afecciones, entre ellas, estamos especializados(as) en la depresión y trastornos asociados.
Nuestro equipo está conformado por psicólogos(as), psiquiatras y otros(as) profesionales de la salud altamente cualificados(as), todos(as) comprometidos(as) con brindar una atención humana y efectiva, fundamentada en la evidencia científica.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad, un trastorno de la salud mental que puede impactar tanto física como psicológicamente a una persona de manera significativa. Existen diferentes tipos de depresión y la sintomatología puede expresarse de maneras diferentes en cada persona. Es importante resaltar que el diagnóstico clínico solo puede ser realizado por un profesional de la salud. Para poder considerar un diagnóstico de depresión, los síntomas tienen que presentarse por lo menos durante dos semanas y deberán interferir durante la mayor parte del día en las actividades de la vida diaria de la persona y en su funcionalidad.
¿Cómo podemos identificar la depresión?
Coloquialmente, tendemos a usar depresión y tristeza como sinónimos, sin embargo, es importante diferenciarlas.
La tristeza es un estado de ánimo pasajero, es una reacción natural de los seres humanos ante situaciones adversas. Por el contrario, la depresión abarca una serie de síntomas que generan una sensación crónica de malestar.
Entre los principales síntomas de la depresión encontramos un bajo estado de ánimo persistente que se puede expresar de diferentes maneras como: tristeza, vacío, desmotivación, desesperanza, y/o la disminución del interés o el placer en las actividades habituales. Adicionalmente, pueden presentarse síntomas como: pérdida o aumento del apetito, insomnio o somnolencia excesiva, sentimientos de culpa, fatiga, irritabilidad, aislamiento social, dificultad para concentrarse, pensamientos de muerte, baja autoestima y problemas físicos como dolor de cabeza o malestar estomacal.
Entre los mencionados anteriormente, los pensamientos de muerte estructurados o alguna crisis que atente contra la integridad de la persona, son banderas rojas que pueden indicar la necesidad de acudir a urgencias psiquiátricas.
En niños, niñas y adolescentes, la depresión tiene una baja prevalencia de diagnóstico, ya que por lo general se pasan por alto síntomas adicionales específicos en esta población.
¿Pueden ser diferentes los síntomas de la depresión en niñas, niños y adolescentes?
Sí. En niños y niñas, los síntomas más frecuentes pueden ser rabietas, llanto que no está motivado por algún estímulo específico, quejas físicas como dolor de cabeza o de estómago, pérdida de interés por jugar, conflictos con sus pares, así como dificultades en el desarrollo emocional y escolar.
Un indicador que puede mostrarnos signos de depresión, entre otros, es un bajo rendimiento académico. Es muy importante trabajar de la mano con la institución educativa, para que en conjunto se detecte si existe algún tipo de alteración en el comportamiento.
¿Cuáles son los síntomas en adolescentes?
Además de los síntomas que ya presentamos, en esta población se puede evidenciar irritabilidad, agresividad, aburrimiento constante, dificultades académicas, cambio en el comportamiento como conductas desafiantes, conflictos con los miembros de la familia o con los amigos(as) y conductas impulsivas como el consumo de sustancias psicoactivas.
¿Qué puedo hacer si conozco a alguien que sufre depresión?
Lo más importante es mostrar empatía. Que la persona entienda y se dé cuenta que puede hablar contigo. También validar todo lo que siente, no juzgar, no criticar, no cuestionar sino ser una fuente de escucha activa. Para una persona que, por ejemplo, no ha podido levantarse de la cama, lo ideal es responder algo como: “no te preocupes, entiendo que hoy te estás sintiendo mal, sería bueno que tratáramos de buscar alguna estrategia para que puedas empezar a retomar tus actividades, buscar ayuda profesional”. Es importante promover que la persona acuda a un(a) profesional de la salud; la idea es tratar de expresarlo de la manera más asertiva posible, de tal manera que la persona no lo sienta como un ataque sino como una ayuda.
¿Qué pasa si no se trata la depresión?
Como ya hemos visto en esta entrevista, la depresión y la salud van de la mano. Se trata de una enfermedad que afecta la salud integral, esto es el bienestar mental como físico de una persona. Existe evidencia científica que, al no tratar la depresión, las personas pueden correr un mayor riesgo de desarrollar algunas enfermedades físicas como lo son problemas cardiovasculares, diabetes, dolor crónico y otro tipo de problemas que pueden afectar la función cerebral.
Entre los tipos de tratamiento que existen están la psicoterapia, el acompañamiento farmacológico y los cambios en los hábitos, los cuales siempre deben estar supervisados por profesionales de la salud.