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Desde su fundación en Alemania en 1919, Ottobock ha recorrido un largo camino en la provisión de soluciones médicas para personas en condición de discapacidad. Con más de un siglo de historia, la empresa se ha adaptado a las necesidades cambiantes del mercado y ha traído su experiencia a Colombia desde hace dos décadas.
En sus inicios, las primeras prótesis que fabrico la empresa fueron de madera, pero a través de los años con el uso de la tecnología diseño e innovación ha desarrollado los dispositivos que conocemos hoy en día los cuales se han ido adaptando a los estándares de comodidad y funcionalidad que demandan los pacientes actualmente.
“Al inicio, nuestro enfoque se centraba en la fabricación de componentes para prótesis. Sin embargo, con el tiempo, hemos asumido un papel activo en la atención directa a los pacientes, algo que era prácticamente inexistente en el país”, Willfren Maldonado, Director Técnico de Medical Care en Ottobock Andina. La incursión de Ottobock en Colombia comenzó con Markus Goldman, técnico ortoprótesista Alemán quien en 2003 estableció las primeras operaciones de la compañía en el país.
Por eso, desde su llegada, Ottobock ha trabajado arduamente para cambiar la percepción y la calidad de la atención en el sector poniendo al paciente como centro de la operación. “El objetivo original de la empresa era proveer componentes protésicos. Ahora, nos hemos expandido para ofrecer servicios completos que incluyen la adaptación de prótesis, órtesis y sillas de ruedas, diseñados específicamente para mejorar la calidad de vida de las personas en condición de discapacidad”, resalta el ingeniero Maldonado.
La importancia de usar dispositivos adecuados es un aspecto fundamental en la filosofía de Ottobock. La firma aplica protocolos de atención que consideran las actividades diarias y las necesidades específicas de cada paciente. “Cada persona tiene diferentes niveles de actividad, y es crucial que el dispositivo que utilice esté alineado con su estilo de vida. Por esto, no se trata simplemente de usar tecnología avanzada, sino de tener un dispositivo que realmente se adapte a las necesidades de cada persona. Nuestros dispositivos están diseñados para cada paciente, considerando sus habilidades y objetivos”, resalta Willfren Maldonado.
La evolución tecnológica ha sido un motor fundamental en la mejora de los componentes de Ottobock. “Cuando comparamos los primeros dispositivos con los que tenemos hoy en día, la diferencia es abismal. Inicialmente eran pesados y poco funcionales. Hoy, gracias a los avances tecnológicos, fabricamos prótesis mucho más ligeras, resistentes y de alta calidad, lo que mejora la experiencia del usuario”, señalan desde la compañía.
La empresa también se basa en protocolos de atención y fabricación que replican los estándares con los que trabaja la Casa Matriz en Alemania, lo que garantiza, no solo que sean dispositivos a la vanguardia, sino que cumplan con todas las normativas. Esto incluye la formación continua de su personal en Colombia. “Como parte de nuestro compromiso, tenemos la posibilidad de que nuestros técnicos viajen a Alemania para capacitarse y luego transmitir esa experiencia aquí en el país. Esto no solo beneficia a nuestra empresa, sino también al sector ortopédico en general, mediante alianzas con ortopedias nacionales y la transmisión del conocimiento adquirido”, explica.
Un punto clave para los pacientes, sus familias y el mismo sector, es la seguridad que puede brindar una prótesis. Este aspecto ha mejorado significativamente, gracias a la regulación establecida en Colombia. Desde 2010, la resolución 1319 del INVIMA ha creado un marco legal que regula la adaptación de dispositivos médicos a medida. “Antes de esta regulación, muchos pacientes estaban expuestos a prótesis adaptadas en condiciones inapropiadas, lo que a menudo resultaba en problemas de salud adicionales. Con la normativa actual, se garantiza atención de calidad, y segura, a los usuarios”, aclara el ingeniero Maldonado.
Esta regulación no solo establece estándares sanitarios, sino que también ha permitido contribuir activamente a la construcción de normas que protejan a los pacientes. “Apoyamos que se creen regulaciones que aseguren que todos los pacientes reciban atención adecuada, lo que es especialmente relevante en un contexto donde la calidad del servicio puede variar significativamente e impactar la calidad de vida del usuario”, añade.
A pesar de los avances, compañías como Ottobock enfrentan hoy el reto de llegar a todos los pacientes que necesitan una prótesis. En el último año, Ottobock ha atendido a alrededor de 500 usuarios en su centro de excelencia en Bogotá, pero hay una población considerable que aún no tiene acceso a información sobre los dispositivos que podrían mejorar su calidad de vida y el proceso que deben seguir luego de una amputación. Muchas personas no saben que tienen derecho a recibir un dispositivo que les ayude a movilizarse y en esa pedagogía es que están los retos a futuro del sector.
Este vacío informativo se convierte en una barrera que limita el acceso a la atención. “Nuestro objetivo no es solo proporcionar dispositivos, sino que está centrado en brindar una atención integral al paciente por lo tanto nos preocupamos por educar a la comunidad sobre las opciones disponibles para ellos de acuerdo con sus necesidades”, enfatiza.
La visión de Ottobock se enfoca en la empatía y en la atención centrada en el paciente. “Nuestro mensaje es claro: es fundamental que las personas tengan acceso a la información, a los canales de comunicación adecuados y a un servicio integral. Queremos que cada usuario sepa que tiene derecho a una atención de calidad”, concluye Willfren Maldonado.
Con más de 80 colaboradores, de los cuales aproximadamente 25 son parte del equipo técnico, Ottobock Colombia sigue creciendo y adaptándose a las necesidades del mercado. La empresa continúa su misión de mejorar la calidad de vida de miles de personas, combinando tecnología de vanguardia con un enfoque humano en la atención, buscando siempre la innovación y la calidad en sus dispositivos de tal manera que los usuarios puedan recuperar su movilidad e independencia.