El asma es una enfermedad respiratoria inflamatoria crónica que genera obstrucción en los bronquios de los pacientes, lo que la caracteriza por la disnea o sensación de ahogo, tos y silbido al respirar. Aunque estos síntomas pueden ser comunes para varias enfermedades respiratorias, una vez se realizan los exámenes y tratamientos especializados, como la espirometría, se puede diagnosticar esta patología que, de acuerdo con la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax (Asoneumocito), es la segunda enfermedad respiratoria obstructiva más común en el país.
Razones como esta hacen que cada vez sea más importante incluir el asma en la agenda de salud pública del país, pues se requiere mayor educación y articulación por parte de entidades públicas y privadas para que esta enfermedad deje de representar los costos en vida y dinero que actualmente genera, ya que “algunos estudios demuestran que cerca del 7 al 10 % de la población tiene asma, lo que quiere decir que si en Colombia hay 50 millones de personas, existen alrededor de 3 a 5 millones con esta enfermedad”.
Mencionó el Dr. Francisco Escobar, asesor médico de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina (Acemi), quien en compañía de Martha Herrera, directora de la Fundación Colombiana para Cáncer de Pulmón, Asma, Epoc, y otras enfermedades respiratorias (Inspirat); y la Dra. Audrey Piotrostanalski, coordinadora nacional del Comité de Asma, de la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax (Asoneumocito), hicieron parte del conversatorio transmitido por El Espectador y AstraZeneca con el objetivo de visibilizar los cuidados y efectos del asma en Colombia.
Y es que este tipo de actividades permite que cada vez se conozca más información y se puedan tomar mejores decisiones que impulsen el desarrollo de la investigación, seguimiento y tratamiento de la enfermedad, mientras se mejoran las condiciones del paciente y la familia, pues de acuerdo con un estudio realizado por Asoneumocito y el Ministerio de Salud, el asma es la novena causa de discapacidad en Colombia, lo que para Martha Herrera “es muy grave, por eso desde Inspirat trabajamos con las familias para contarles cómo es el asma, cómo es vivir con asma y cómo adherir a las familias a los tratamientos”.
Y es que el asma, al ser una condición crónica, no tiene cura, pero sí se puede controlar, y las personas pueden aprender a vivir con esta condición, pero eso hace que ese grupo de personas tengan necesidad especiales. “El asma tiene diferentes grados de severidad, y sabemos que aproximadamente del 15 al 17 % de las personas con asma tienen una condición de difícil manejo, que a pesar de recibir un proceso farmacológico persiste con los síntomas. Por lo que se requieren intervenciones adicionales para lograr controlar el asma y que no se presenten las exacerbaciones”, explica el Dr. Francisco Escobar.
Quien resalta que para hacer que el asma sea un tema de salud pública y se mejoren las condiciones de los pacientes y familias, es menester mejorar los procesos de detección temprana, pues es una de las barreras para que no se logre diagnosticar en el momento oportuno. También se requiere que las EPS dispongan que la articulación de los prestadores sea la más oportuna y efectiva posible, sobre todo porque “poder coordinar la atención es un reto, y aún más en zonas rurales o municipios intermedios donde la coordinación es clave para la atención de condiciones crónicas, en particular el asma”.
En relación con esto, Martha Herrera aseguró que la educación es un pilar para que se logre controlar y atenuar esta enfermedad respiratoria. “Es un problema de salud pública en la que tenemos que trabajar todos. El Minsalud tiene guías, talleres y documentos que hemos logrado trabajar en 9 mesas regionales en todo el país, para que la gente conozca y piense en el asma. En la página web de Minsalud y de Inspirat podrán encontrar material para saber cómo vivir con asma, el llamado más importante es a informarnos”.
Cabe destacar que los tres expertos hicieron énfasis en la necesidad de que en el país se impulsen estrategias, proyectos y acciones desde todos los sectores para que se concientice y se preste la atención adecuada a esta patología que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), representa más de 358.000 millones de pacientes en el mundo, y anualmente genera cerca de 250.000 millones de fallecimientos.
Por lo que para la Dra. Audrey Piotrostanalski, “debe ser una prioridad de salud pública, y ya lo estamos haciendo. Hemos trabajado con diversas asociaciones científicas y con el Ministerio de Salud, lo que nos ha permitido dar esos primeros pasos para mejorar en torno al asma en Colombia, pero se necesita seguir trabajando, y tener el compromiso de las asociaciones científicas, de pacientes, de las EPS y del ministerio para que todas las ideas y el trabajo tenga una forma de impactar de manera importante y generar un cambio en los diferentes territorios”.
Desmitificando el asma
Que es una enfermedad exclusiva de niños y niñas, que es una enfermedad que produce otras patologías, o que no se puede prevenir, estos son algunos de los mitos que se dicen sobre esta enfermedad que cada vez le cuesta más al país.
“El asma apenas está cobrando importancia en la agenda de política pública de salud, por lo que no hay datos oficiales. Pero sí sabemos que más o menos el 50 % del costo de los pacientes con asma son por hospitalizaciones, y un 30 % tiene que ver con medicamentos, esto hay que tenerlo en cuenta ya que en teoría todas las hospitalizaciones son potencialmente evitables”, informa el Dr. Francisco Escobar, asesor médico de Acemi.
Mientras que la Dra. Audrey Piotrostanalski explica que las enfermedades respiratorias pueden coexistir entre sí, y requieren de un estudio y tratamiento específico, y “la prevalencia de la enfermedad cambia según los grupos, en los niños la prevalencia es del 18 % y puede ser un poco mayor en lo más pequeños, pero en general la prevalencia en Colombia es del 12 %, que sería más o menos 6 millones de personas con asma”.