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La oportunidad perfecta de proponer una nueva forma de hacer negocios

Para poder soñar con un futuro es clave que se incorporen los criterios de sostenibilidad a la estrategia de los negocios y que todas las personas actúen desde sus posiciones para generar desarrollo y proponer soluciones de bienestar. Esta fue una de las principales conclusiones del Foro Sostenibilidad 2021 “El futuro sostenible lo hacemos contigo”.

María Alejandra Moreno
20 de abril de 2021 - 01:00 p. m.
Dejar de lado el medio ambiente no hace parte de la estrategia. Es claro que un planeta enfermo no solo afectará los negocios sino las vidas de quiénes la habitan.
Dejar de lado el medio ambiente no hace parte de la estrategia. Es claro que un planeta enfermo no solo afectará los negocios sino las vidas de quiénes la habitan.
Foto: Pixabay

Hablar de sostenibilidad es pensar, reflexionar y proponer nuevos caminos para un mundo mejor, que piense en el bienestar no solo de las personas sino también del medio ambiente y las futuras generaciones. Ese fue el objetivo del Foro que se realizó el viernes 16 de abril, Foro Sostenibilidad 2021 “El futuro sostenible lo hacemos contigo”, organizado por El Espectador y Protección en el que participaron invitados con una amplia experiencia en el tema, quienes desde sus conocimientos propusieron varias herramientas y caminos para lograr esa sostenibilidad y más en un país como Colombia que cuenta con el privilegio de ser una nación biodiversa.

En un informe desarrollado por Luis Jorge Garay, PhD en Economía e investigador y uno de los conferencistas del foro, destaca que: Colombia comprende 57 cuenca hidrográficas, 257 ríos principales de alta pluviosidad y 37 clases de suelos. El 62 % del territorio nacional tiene áreas naturales y zonas de agricultura. En sus palabras “todo este paraíso está en jaque por múltiples razones como el modelo capitalismo y las particularidades de Colombia que debido a su gran riqueza ha padecido de fenómenos como la minería ilegal, la ganadería extensiva, el narcotráfico y la deforestación en la Amazonía”.

Factores que están aumentando los problemas del medio ambiente y un claro atentado contra esa biodiversidad que no sólo compete a Colombia, sino que el mundo entero está poniendo sus ojos ahí para tomar acciones y ser un apoyo en el tema. Como dice Harriet Lamb, CEO de Ashden “América Latina es el hogar del 62 % de la biodiversidad del mundo, lo que suceda en ella impacta todo el planeta, y lo que vemos es que está resultando destruida y se requieren aunar esfuerzos para evitar una catástrofe”.

Esos esfuerzos que involucra a los sectores público, privado, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil. Pero en especial, el sector privado es un actor clave en todo el tema, ya que por sus producciones e industrias genera mayores impactos y cuenta con la tecnología y las herramientas para apostarle a un futuro sostenible. En ese contexto, como indica Luis Jorge Garay, “es tiempo de mirar qué están haciendo esos sectores productivos para mejorar el medio ambiente y apostarle a la sostenibilidad, mirar quiénes lo hacen bien y quiénes no se están sumando al tema”.

Hacer bien la tarea parte de que las empresas dentro de su estrategia contemplen la sostenibilidad y se muevan en ese camino. Entendiendo que la sostenibilidad en palabras sencillas piensa en lo social, ambiental y económico. Que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras. El reto es amplio, cuando es claro las afectaciones que se están dando por el cambio climático y la escasez de los recursos. Es una realidad que se puede mitigar que empeore si todos toman acciones desde sus áreas de influencia.

Harriet Lamb, mencionó diferentes proyectos inspiradores que se están desarrollando con comunidades indígenas para mitigar el impacto del cambio climático en Brasil, pero como ellos en América Latina y en Colombia hay diferentes iniciativas en esta línea que le apuestan a reducir las emisiones de monóxido de carbono. También hay empresa que desarrollan sus negocios, pero respetando el medio ambiente y buscando esa economía circular que cambia ese modelo de producción, consumo y desecho, por una que en vez de un desecho logre un subproducto que se pueda utilizar y así disminuir los impactos negativos en el medio ambiente.

Con la pandemia el mundo se ha dado cuenta de ese impacto negativo que se ha tenido sobre el medio ambiente y que ha presentado nuevos retos, que no son imposibles, pero requieren de la voluntad y la conciencia de las personas. “Esa conciencia que considero con la pandemia hemos tomado y el valor de la naturaleza que quizás habíamos dejado de apreciar durante mucho tiempo, y tenemos que aprovechar este momento antes que desaparezca”, asegura Harriet Lamb.

Es la oportunidad perfecta de reformar toda la economía para poner la sostenibilidad en el corazón del mundo y decir que hay otros valores que importan más allá de las utilidades, que importa claro pero que no es lo único. Porque el pesar solo en utilidades a costa del medio ambiente, es lo que ha provocado una crisis ecológica que requiere de soluciones globales. La pandemia dejó ver que ningún impacto en el medio ambiente o la salud afecte solo un lugar.

En este contexto, hacer la transformación en las formas de hacer negocios es una oportunidad para ver que ser sostenibles trae consigo impactos positivos y que mejora la rentabilidad de las organizaciones., quienes además pueden compensar los impactos negativos que no se puedan eliminar. Compensaciones que pueden ser de corto o largo plazo. Este tema está relacionado con el Gobierno Corporativo de la empresa y su liderazgo.

“Hay una tendencia irreversible en la forma de hacer negocios que consiste en la incorporación de los criterios de sostenibilidad ASG como estrategia central de las organizaciones en su inversión y financiamiento. Temas que se vuelven prioritarios y que se impulsa por generaciones más sensibles al tema y líderes más conscientes y auténticos. En protección contemplamos esos criterios porque sabemos que no hay otro camino que no sea la sostenibilidad”, señaló Sol Beatriz Arango, líder empresarial quien hace parte de la junta directiva de Protección.

Y es que la sostenibilidad les permite a los líderes y sus organizaciones gestionar el riesgo y anticiparse a las tendencias y las oportunidades, lo cual es algo positivo si los directores están convencidos en alinear a la organización con las problemáticas sociales y ambientales. Es una tendencia mundial que cada día toma más fuerza y que en Colombia lleva pocos años, pero los resultados son positivos y eso tiene todo que ver con las empresas que cuenta con un Buen Gobierno Corporativo y estrategias de sostenibilidad claras y ambiciosas que generan conversaciones profundas y transformadoras que se conectan con las iniciativas globales y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Según Sir Ronald Cohen, experto en inversiones sostenibles y el padre de la inversión de impacto y capital de riesgo en Europa, “la tendencia que se presenta es que nos vaya bien y hacer las cosas bien. Esto hace referencia a esa inversión, social, ambiental y de gobernanza y criterios ASG”. En su ponencia también explicó que esa tendencia se está impulsada por tres fuerzas entre ellas: los jóvenes que son más consientes del tema de medio ambiente y sostenibilidad, pues ellos no quieren ni comprarle ni trabajar para empresas que no respeten el medio ambiente, una realidad que empezó hace una década, pero no trascendió porque los inversionistas no se sumaron a esa idea.

Pero hoy el escenario es diferente, los inversionistas están invirtiendo en esos proyectos que piensan en el medio ambiente, lo social y no solo en lo económico. Este giro representa que hoy los inversionistas están destinando entre 30 y 40 millones de dólares para la esa nueva forma de hacer negocios. El otro jugador es la tecnología, que llega como aliada para poder medir los impactos de las empresas y hacerles un debido seguimiento y verificar ese retorno.  Con esas nuevas tecnologías se pueden generar un impacto positivo en el planeta. Los pioneros en capital de riesgo es Europa y esa tendencia está en América Latina.

“En Colombia los mercados ya están listos para cumplir con su papel al traer ASG e inversiones de impacto. Lo que se necesita es que los gobiernos se den cuenta de ello y traerlo a los negocios e inversionistas para atacar problemas ambientales y sociales a través de la transparencia de impacto”, dijo Sir Ronald Cohen. Hay un nuevo modelo de hacer negocios y así generar ganancias, pero mostrando bondad con las personas y el mundo.

El compromiso es de toda la humanidad para seguir avanzando y garantizar la conservación del planeta y generar bienestar. La hoja de ruta está trazada, las herramientas desarrolladas lo que se necesita es esa voluntad de generar un cambio y entender que sin la sostenibilidad no se puede pensar en un futuro.  “Entendemos que la inversión responsable es el camino. Los colombianos nos han confiado más de 120 billones de pesos de sus recursos para construir futuro y no podíamos hacerlo diferente por eso incorporamos los criterios ASG. Tenemos una convicción absoluta de que el futuro sostenible lo construimos a través de la empatía, la confianza, la conversación y escucha, el liderazgo y el compromiso humano. Todos conscientes de contribuir desde cada una de nuestras posiciones para que estos recursos se inviertan con una visión sostenible”, concluyó Juan David Correa, presidente de Protección.

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