Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud tener una mascota tiene un impacto positivo sobre la salud física y mental de sus tutores pues reduce el estrés y la ansiedad, fomenta la actividad física y promueve la vida social. Lo anterior esta intrínsecamente relacionado con el bienestar animal pues lo único que las mascotas merecen en retribución es que se les garantice una alimentación e hidratación adecuada, un ambiente apropiado y cómodo, una buena salud con cuidados veterinarios constantes, la posibilidad de expresar su comportamiento natural y un bienestar emocional; todo lo que constituye una tenencia responsable.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), en Colombia, el 67% de las familias conviven con al menos una mascota, siendo Bogotá la ciudad con mayor tenencia y los perros, la mascota más representada. Otra cifra más impactante es el número de perros en condición de calle, que para el año 2022 ascendió a más de 66000, solo en Bogotá, de acuerdo con informes presentados por el Instituto de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA).
Afortunadamente y con el reconocimiento de los animales como seres sintientes, la retribución a los animales que se mencionaba previamente, es ahora, una obligación legal, sin embargo, uno de los principales problemas en Bogotá frente a la adquisición de mascotas es el desconocimiento o la falta de conciencia sobre la tenencia responsable, lo cual puede ser un factor importante y puede estar vinculado con el número de perros en condición de calle que se relaciona con el abandono y la sobrepoblación animal por falta de esterilización a las mascotas.
Lo anterior impacta negativamente en la sociedad en general pues representa un riesgo para la salud pública y el ambiente y el maltrato a los animales. Además, la falta de regulación en la venta de mascotas ha llevado a la proliferación de criaderos y comercios ilegales, donde los animales son criados en condiciones precarias y sin atención veterinaria adecuada. Esto no solo perpetúa el sufrimiento animal, sino que también facilita la propagación de enfermedades y problemas genéticos en las poblaciones de mascotas.
La Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales -U.D.C.A consciente del compromiso que tiene la academia en estos temas y su liderazgo durante más de cuatro décadas en Medicina Veterinaria adelanta jornadas de prevención, salud y bienestar animal en localidades de la ciudad; y a esto se le suma la educación impartida por profesionales destacados en el área en la formación de las nuevas generaciones que quieren aportar un granito de arena, para lograr una tenencia integral en el cuidado de las mascotas. Según Natalia Reyes, directora de la Clínica Veterinaria en la U.D.C.A es fundamental implementar acciones concretas que promuevan la tenencia responsable de mascotas en Bogotá a través de:
- Educación: programas dirigidos a los propietarios de mascotas y a la comunidad en general sobre la importancia de la esterilización, vacunación y el uso de servicios veterinarios.
- Infraestructura urbana: generación de espacios públicos amigables para las mascotas, incluyendo bebederos y zonas de desecho.
- Fomento de la adopción: buscando la reubicación de animales alojados en refugios.
- Implementación de multas y sanciones: aplicación efectiva de multas a los propietarios que no cumplan con las normativas de tenencia responsable, evitando comportamientos irresponsables.
Entre tanto, vale la pena resaltar que la tenencia responsable de mascotas en Bogotá es un desafío complejo que requiere la colaboración activa de la sociedad civil, autoridades locales e instituciones educativas relacionadas con las mascotas. Estas últimas pueden fomentar la conciencia sobre la tenencia responsable a través de la educación comprometida con el bienestar de todos los seres vivos, incluyendo las mascotas.
Es esencial que todos los ciudadanos comprendan que tener una mascota conlleva responsabilidades éticas que no deben ser ignoradas. Solo mediante un compromiso colectivo y acciones concretas se puede garantizar un entorno seguro y saludable para las mascotas.
Importancia de la prevención
La popular frase “es mejor prevenir que curar,” da un buen ejemplo de la base de la medicina, pero su cumplimiento es difícil, en gran parte por desconocimiento, descuido o exceso de confianza. Hablar de la medicina preventiva es una responsabilidad esencial de los médicos veterinarios y se puede abordar en cualquier consulta y en cualquier etapa de la vida de las mascotas.
En cachorros y gatitos, se puede comenzar con el planteamiento de su esquema sanitario con desparasitación y vacunas; el tipo de alimentación y la restricción a ambientes potencialmente contaminados como áreas muy concurridas por mascotas y áreas endémicas de patógenos.
En la etapa de desarrollo reproductivo, si las mascotas no tienen como fin la reproducción, se recomienda la castración (esterilización). En el caso de las hembras, preferiblemente antes del primer celo, puede evitar la aparición de tumores. En el caso de los machos, realizar la cirugía después del año de vida también puede evitar complicaciones del desarrollo en el pene y la uretra en los gatos, que podrían predisponer a obstrucción urinaria.
De igual manera, como los afirman los médicos veterinarios de la U.D.C.A desde su Clínica Veterinaria, es importante dar indicaciones específicas para cada raza por la presentación de enfermedades asociadas. Por ejemplo, los gatos persas deben evaluarse a través de ecografía por el riesgo de riñones poliquísticos. Los pastores alemanes o razas gigantes necesitan radiografías de cadera y columna para el diagnóstico temprano de displasia de cadera o enfermedad degenerativa articular en etapas adultas o gerentes, incluso sin observar signos aparentes. Las razas terrier son consideradas “formadoras de cálculos” en cavidad oral, vesícula biliar y vejiga, por lo cual es básico realizar pruebas diagnósticas sanguíneas, de orina y ecografía.
Por otro lado, los cambios en el entorno y medioambientales pueden influir en la presentación de enfermedades. En los gatos, las modificaciones abruptas de casa, alimento, arena, pérdida o introducción de un nuevo ser, humano o animal, podrían desencadenar enfermedades digestivas y de vías urinarias. La movilización a zonas endémicas de garrapatas y mosquitos genera un alto riesgo de contraer enfermedades hemotrópicas como Ehrlichia, Anaplasma, Dirofilaria, entre otras.
Además, el cuidado de la piel y la rutina de limpieza oral pueden evitar complicaciones severas que impliquen tratamientos costosos bajo anestesia y quirúrgicos. Las situaciones anteriores son solo unos pocos ejemplos de los diversos problemas y factores de riesgo que afectan a los perros y gatos. De ahí la importancia de la comunicación constante y asertiva entre el tutor y el médico veterinario para garantizar la mejor calidad de vida de nuestros familiares de cuatro patas.
El bienestar animal, es de vital importancia en la salud de toda una sociedad, por eso es de resaltar que el cuidado que se le brinde a las mascotas, sin duda alguna, mejorará sus condiciones y de los humanos que las rodean. El amor hacia los animales implica una tenencia responsable, acorde a cada raza, a cumplir con la normatividad vigente y a generar conciencia en todos nosotros que ellos necesitan de amor, pero con la firme convicción de velar y preservar su salud y condiciones de vida.