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Micronutrientes, la clave de Microfertisa para mejorar el arroz colombiano

Hablamos con Juan Carlos Arbeláez, líder técnico de Microfertisa, quien explica cómo la empresa impulsa la producción de arroz en Colombia a través de innovaciones en micronutrientes y bioestimulación.

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27 de mayo de 2025 - 03:44 p. m.
Microfertisa impulsa el arroz colombiano con bioestimulación y diagnóstico.
Microfertisa impulsa el arroz colombiano con bioestimulación y diagnóstico.
Foto: Cortesía
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En Colombia, el arroz no solo es un alimento básico en la dieta diaria, sino también uno de los pilares del agro nacional. Su cultivo, presente en diversas regiones del país, enfrenta hoy desafíos complejos derivados del cambio climático, la variabilidad de los suelos y la necesidad de una mayor eficiencia productiva. Ante este panorama, empresas como Microfertisa apuestan por soluciones tecnológicas basadas en nutrición especializada y bioestimulación, con énfasis en el papel de los micronutrientes.

Para conocer más sobre este enfoque, conversamos con el ingeniero agrónomo Juan Carlos Arbeláez, magíster en Fisiología de Cultivos y líder técnico de Microfertisa, quien nos habló sobre el panorama actual del arroz en Colombia, los retos agroambientales que enfrentan los agricultores y las innovaciones que su compañía viene desarrollando para impulsar un agro más competitivo y sostenible.

¿Cómo ven el panorama de los cultivos de arroz en Colombia en términos regionales de producción y rendimiento?

Se trata de un cultivo estratégico por su importancia agrícola y su dimensión agroindustrial, es una actividad verticalizada que abarca desde la siembra hasta el procesamiento en molinos, lo cual lo convierte en un motor económico fundamental para las regiones donde se produce. Además de generar empleo y desarrollo local, el arroz está presente en múltiples zonas del país con condiciones agroecológicas diversas que permiten una producción sostenida a lo largo del año.

Entre las regiones más destacadas en la producción de arroz se encuentran el sur, norte y meseta de Ibagué en el Tolima; el norte del Huila; la Mojana sucreña; Norte de Santander y los Llanos Orientales, especialmente Villavicencio y Yopal, en el departamento de Casanare. Esta última zona es una de las más relevantes en cuanto a área de siembra, al punto que se estima que Yopal podría representar cerca del 40 % del área sembrada de arroz blanco en el país, particularmente en el primer semestre del año.

Gracias a su relevancia, el cultivo de arroz ha contado con el fortalecimiento de los gremios del sector, especialmente Fedearroz, que ha trabajado en mejorar los rendimientos y la calidad de la cosecha mediante el desarrollo de variedades y sistemas de manejo más eficientes. Desde Microfertisa reconocemos que, aunque existen tecnologías adecuadas en siembra, labranza y manejo varietal, aún hay oportunidades para que los arroceros sean más competitivos, por eso promovemos prácticas enfocadas en una nutrición balanceada.

¿Qué desafíos enfrentan hoy los arroceros colombianos en términos de productividad, clima y suelos?

Uno de los principales es adaptarse a una oferta ambiental cada vez más variable, producto del cambio climático. Las condiciones climáticas tradicionales han cambiado: hoy llueve donde antes no llovía, hay menor brillo solar y aumentan los días nublados, lo que afecta directamente el desarrollo fisiológico de las plantas y condiciona los sistemas productivos. Además, los suelos también están cambiando, muchos han sido sobreexplotados o mal manejados, con rotaciones inadecuadas, lo que impacta negativamente su fertilidad y estructura.

En este contexto, el reto técnico es entender la interacción entre suelo, planta y atmósfera, y diseñar estrategias agronómicas específicas para cada sistema productivo. Desde Microfertisa, esto se aborda a través de modelos de manejo diferenciados, que incluyen prácticas como la bioestimulación temprana, con el fin de mejorar la respuesta del cultivo y mitigar los efectos del clima y las condiciones edáficas (características físicas, químicas y biológicas del suelo). Aunque el arroz es un solo cultivo, su comportamiento varía enormemente entre regiones como los Llanos Orientales y el Tolima, lo que obliga a ajustar las soluciones a cada territorio y realidad agroambiental.

¿Cómo trabaja Microfertisa para entender las particularidades del cultivo de arroz en cada región del país?

Para nosotros, todo parte de un principio fundamental: el diagnóstico agronómico. Nuestras intervenciones se basan en elanálisis detallado de cada sistema productivo, evaluando factores como la oferta ambiental, el tipo de suelo, el material vegetal y el manejo agronómico. Este diagnóstico -temprano, certero y contextualizado- permite diseñar planes de manejo diferenciados para cada región del país.

Sin embargo, debo reconocer también que nuestros productos no son específicos para un solo cultivo, pues al ser bioestimulantes y soluciones nutricionales pueden aplicarse transversalmente a cualquier siembra (no solo de arroz), la clave está en el cuándo, cómo y cuánto aplicarlos. Es decir, el éxito depende de una lectura técnica rigurosa del contexto y de una recomendación ajustada a las condiciones particulares de cada zona.

Para esto,contamos con un equipo técnico formado por profesionales con alta capacidad que priorizan el criterio técnico sobre el comercial, no solo diagnostican adecuadamente, sino que también interpretan el sistema productivo y comprenden las necesidades concretas del agricultor.

Además, somos especialistas en micronutrientes y elementos secundarios, componentes clave para lograr una nutrición balanceada. Trabajamos bajo el lema “los micronutrientes son los pequeños gigantes de la agricultura”, y por ello desde Microfertisa apostamos por complementar los tradicionales NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) con elementos como zinc, cobre, hierro, manganeso, molibdeno y boro, que suelen aplicarse en cantidades muy limitadas, pero son esenciales para el desarrollo integral del arroz.

Menciona la importancia de los micronutrientes, en esa misma línea ¿qué han hecho en materia tecnológica y de innovaciones para responder a estos retos de los nuevos cultivos de arroz?

Acá debo reconocer que el cultivo de arroz no solo es estratégico para el agro colombiano, sino también para Microfertisa, pues hemos centrado buena parte de nuestra investigación y desarrollo en este sistema productivo. De hecho, el arroz ha sido nuestra “materia prima” para la innovación, se podría decir. A partir de las necesidades concretas del sector arrocero, la empresa ha diseñado soluciones tecnológicas enfocadas en nutrición especializada, bioestimulación y recuperación de cultivos bajo estrés.

Por ello, desde nuestra propuesta técnica hemos desarrollado más de 20 núcleos granulados con distintas combinaciones de micro y macronutrientes, adaptados a diferentes tipos de suelos y regiones del país. Desde esta línea, han surgido productos como Borozinco, un fertilizante granulado con boro, zinc y cobre, diseñado inicialmente para arroz por su papel clave en la polinización, formación y calidad del grano. Hoy, su efectividad lo ha llevado a ser usado también en banano, aguacate y otros cultivos.

Otra innovación destacada es Cerostress, un bioestimulante formulado con aminoácidos, magnesio y micronutrientes, que ayuda a las plantas a recuperarse de los efectos de herbicidas, muy frecuentes en el manejo del arroz. Esta formulación permite revitalizar rápidamente los cultivos tras episodios de estrés químico, ayudando a preservar su desarrollo y rendimiento. Estos son apenas algunos ejemplos.

¿Cómo han visto la recepción y los resultados que han logrado justamente con esos productos?

Ha sido muy positiva, yo diría que los micronutrientes, que durante mucho tiempo no fueron tenidos en cuenta en los planes de nutrición de los cultivos, hoy por hoy son protagonistas en la agricultura. Desde Microfertisa,hemos sido pioneros en introducir estas herramientas y en generar conciencia técnica sobre su importancia.

Lo que hemos visto es que productos como Borozinco, Micronfos, Cerostresso MF Soilse han convertido en herramientas clave para lograr ese balance nutricional que buscan los agricultores. Son soluciones adaptables a cualquier cultivo y a cualquier zona del país, y esa versatilidad ha sido muy bien recibida.

Siempre digo que la nutrición balanceada es como un juego de Lego: uno tiene piezas de distintos tamaños y formas, y lo importante es saber cómo armarlas según lo que necesita el cultivo y lo que ofrece el entorno. Eso es lo que hacemos nosotros: construir esas piezas para que el técnico pueda armar el esquema nutricional adecuado.

Hoy vemos que muchos cultivos agroindustriales como el arroz, el aguacate, la papa, la palma, el café, el banano o las flores ya reconocen el valor de los micronutrientes. Claro que falta seguir haciendo pedagogía, pero estamos en ese camino y lo mejor es que ya no se trata solo de un discurso: tenemos resultados tangibles, medibles, que muestran mejoras en rendimiento y calidad en Colombia y también en otros países como Ecuador y Bolivia, donde ya estamos trabajando.

¿Qué planes tiene Microfertisa para seguir fortaleciendo su presencia en el sector del agro?

Tenemos muy claro que, más allá de producir y comercializar fertilizantes a base de micronutrientes, nuestro compromiso está también con el componente técnico y con la formación. Por eso, uno de los planes más importantes que tenemos para seguir fortaleciendo nuestra presencia en el agro es el lanzamiento de la U Microfertisa, un programa de capacitación que vamos a poner en marcha en el segundo semestre de este año.

La idea es compartir el conocimiento que hemos acumulado a lo largo de nuestra trayectoria con profesionales del agro, agricultores y todas las personas interesadas en profundizar en el papel de los micronutrientes, esos pequeños gigantes de la agricultura. Estamos convencidos de que la única forma de generar conciencia sobre su importancia es con pedagogía, y una bien organizada, que lleve el mensaje de manera clara y útil a cada uno de los actores del sector.

Además de esto, seguimos trabajando fuertemente en innovación y cuando hablo de innovación no me refiero únicamente al desarrollo de productos nuevos, sino también a encontrar nuevos usos para lo que ya tenemos. Por ejemplo, con un producto como Cerostress hemos identificado más de 25 formas diferentes de manejo en distintas especies cultivables. La clave está en hacer diagnósticos adecuadosy usar de forma estratégica las herramientas que ya existen, adaptándolas a cada necesidad puntual.

Nuestro objetivo es seguir siendo aliados del agro colombiano. Como dice nuestro eslogan: “Microfertisa, calidad que genera vida”, ese es el corazón de nuestro propósito fundamental “Cuidamos y nutrimos cultivos que generan vida y bienestar para todos”, es lo que buscamos: que nuestros productos no solo tengan una excelente respuesta agronómica, sino que contribuyan de forma efectiva al éxito del agricultor, para lograrlo vamos a seguir apostándole a la pedagogía y a la innovación como ejes fundamentales de nuestro trabajo.

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