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Con el fin de proyectar la implementación de soluciones de energía renovable a gran escala en América Latina, Atlas Renewable Energy ha puesto en marcha soluciones de energía renovable en la región, impulsando la diversificación energética y la seguridad del suministro de energía.
¿Cómo describen su core de negocio y cómo ha evolucionado a lo largo de los años en la región?
En Atlas Renewable Energy, nuestro negocio está centrado en el desarrollo, la construcción y operación de proyectos de energía renovable, principalmente solar. Desde 2017 hemos expandido nuestras operaciones en Iberoamérica, con una base de activos de más de 8,4 GW entre activos contratados, en desarrollo, construcción y proyectos en operación.
Tenemos presencia en mercados claves como Colombia, Brasil, México, Chile, España y Estados Unidos, consolidándonos como un socio estratégico en la transición energética con focos en energías solar y eólica, integrando sistemas de almacenamiento de energías (BESS, por su sigla en inglés), aportando a las metas de sostenibilidad para la región y convirtiéndonos en el aliado para la transición energética del sector comercial e industrial.
¿Qué impacto ha tenido el programa “Somos parte de la misma energía” en la reducción de la brecha de género en la industria de las energías renovables?
En Colombia, “Somos parte de la misma energía” ha sido fundamental para aumentar la participación de mujeres en comunidades cercanas a nuestros proyectos, especialmente en áreas rurales. Este programa, el cual ha sido implementado en Brasil, Chile, México y más reciente en el departamento de Tolima, ha demostrado incrementar la representación femenina de un tradicional 2 % al 15 %, y en algunos proyectos en Brasil ha logrado el 20 %. En Tolima, el programa capacitó a más de 120 mujeres en habilidades técnicas, incluyendo montaje de paneles solares, electricidad y prácticas de seguridad y salud, resultados que han hecho de este programa un motor de desarrollo social y laboral.
¿Cómo ha sido su experiencia implementando tecnologías de almacenamiento de energía en la región y qué ventajas han encontrado frente a otros sistemas?
En países como Chile hemos avanzado con la puesta en marcha de sistemas de almacenamiento de energía (BESS), con tres contratos separados con empresas como la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) y COPEC, por medio de su comercializadora Emoac y Grupo CAP, a través de sus filiales Compañía Minera del Pacífico (CMP) y Aguas CAP. A nivel regional contamos con la capacidad y experiencia para implementar este tipo de proyectos en Colombia y ofrecer ventajas claves frente a otros sistemas tradicionales, como mejorar la estabilidad de la red eléctrica, almacenar energía renovable cuando hay exceso de producción y liberarla cuando la demanda es alta, logrando así fortalecer la capacidad de responder rápidamente a fluctuaciones de demanda o incrementar la confiabilidad de la infraestructura energética.
¿Qué papel cumplen los sistemas BESS en la mejora de la estabilidad del mercado energético, tanto en términos de precios como de continuidad en el suministro de energía renovable?
Los sistemas BESS son esenciales para garantizar la estabilidad del mercado energético, especialmente en mercados con una alta participación de energías renovables. Al almacenar la energía durante períodos de baja demanda y liberarla cuando la demanda aumenta, los BESS ayudan a reducir los picos de precios y a mantener un suministro estable. Esto es crucial para eliminar la intermitencia y suministrar energía limpia y renovable 24/7 sin comprometer la continuidad del servicio eléctrico.
En un mercado en crecimiento como el de los data centers en América Latina ¿qué oportunidades y desafíos han identificado para posicionar a Colombia como líder en energías renovables dentro de este sector?
Colombia tiene un enorme potencial para convertirse en líder en energías renovables, especialmente en el sector de data centers, que demanda grandes volúmenes de energía. Con el crecimiento de la infraestructura tecnológica surge una gran oportunidad para fortalecer esta industria mediante fuentes renovables. Dentro de nuestros casos destacados contamos con el acuerdo en Brasil con V.tal, uno de sus proveedores de telecomunicaciones y almacenamiento de datos más importantes a nivel regional, para alimentar sus operaciones con energía sostenible.
Lograr acuerdos como este requiere infraestructura adecuada y una coordinación efectiva entre los sectores público y privado, con señales claras de política pública a largo plazo que impulsen inversiones en proyectos renovables a gran escala.
¿Cómo visualizan el futuro de las energías renovables en LATAM y cuáles son las metas a corto y largo plazo para seguir creciendo?
El futuro de las energías renovables en América Latina es muy prometedor. A corto plazo, nos enfocamos en seguir aumentando nuestra capacidad instalada, con proyectos como el de Shangri-La (201 MWp) en Colombia. A largo plazo, buscamos liderar la transición energética en Colombia, contribuyendo con 1.000 MW en los próximos años. Nuestra meta es impulsar la adopción de energías renovables en todos los países donde operamos, apoyar la diversificación de la matriz energética y contribuir a la descarbonización de la región.
¿Qué impacto tendrá el proyecto fotovoltaico Shangri-La en la meta de 1.000 MW para Atlas y cómo se alinea con las regulaciones locales en transición energética?
El proyecto fotovoltaico Shangri-La (201 MWp) marca el primer paso hacia nuestra meta de 1.000 MW. Con esta iniciativa, Atlas Renewable Energy contribuye a la diversificación de la matriz energética de Colombia, complementando la generación a partir de fuentes fósiles e hidroeléctricas. Este proyecto refuerza el compromiso con una transición energética sostenible a largo plazo e impulsando la adopción de energías limpias en comercios e industrias.