Los correos de Sarah Palin

El periódico digital The Huffington Post pidió ayuda a sus lectores para leer los más de 24.000 correos electrónicos escritos durante el período de dos años (2006-2008) en los que Sarah Palin sirvió como gobernadora de Alaska.

Cuando John McCain eligió a Sarah Palin, por sorpresa, como su candidata a la Vicepresidencia en verano de 2008, los medios de comunicación norteamericanos se apresuraron a indagar en su papel como reciente gobernadora de Alaska. Aquello les llevó a solicitar, por la vía legal —hay una Ley de Acceso a Información que lo posibilita—, la publicación de las comunicaciones de la gobernadora desde su despacho de Juneau, la capital del estado. Han pasado tres años, pero el gobierno, que ahora está en manos del republicano Sean Parnell, lo hizo finalmente ayer. Las más de 24.000 páginas, facilitadas en formato papel, corresponden a correos enviados en los primeros 22 meses de su mandato.

El proceso ha sido largo porque Palin no sólo envió correos con su cuenta oficial, sino haciendo uso de varias cuentas en servicios de correo comerciales, como Yahoo, donde usó el dominio gov.sarah@yahoo.com. El gobierno de Alaska ha tenido que reunir y desclasificar también esos mensajes. En un principio, Juneau quiso cobrarles a los medios norteamericanos hasta 15 millones de dólares por los correos. Luego rebajó el precio, que finalmente ha quedado en 725 dólares por cabecera. El motivo por el que se distribuyen en papel es que el gobierno de Alaska no dispone de una tecnología digital que le permita censurar la información personal o relativa a la seguridad del Estado en los correos. Por eso ha impreso las más de 24.000 páginas y ha tachado lo que considera que debe ser secreto.

La petición no sólo ha sido del Huffington Post. Rotativos como The New York Times y The Washington Post han hecho solicitudes similares y ya han desplazado importantes equipos de reporteros hasta Alaska para cubrir la noticia y lo que pueda dar de sí.

Los correos electrónicos están empaquetados en 85 cajas de unos 25 kilogramos cada una —se ofrecen impresos y no en forma electrónica—, cuyo contenido irá apareciendo con cuentagotas ante una prensa estadounidense ávida de conocer más detalles sobre las posibles intenciones presidenciales de la exgobernadora.

Palin ha insistido en los últimos días en que no cree que haya grandes noticias en los correos. “Cada piedra que podía ser pateada en Casa Palin ya lo ha sido”, declaró la política a la cadena Fox, en la que es colaboradora habitual.

El episodio de más interés en los correos podría estar en los mensajes enviados por la exgobernadora durante la investigación por parte de un comité ético que sufrió en su primer parte en el gobierno de Alaska, cuando explotó el escándalo conocido como Troopergate, en el cual Palin fue acusada de presionar a autoridades locales para que despidieran a su cuñado —un trooper o agente de policía—, con el que no tenía buenas relaciones tras divorciarse de su hermana.