Manchester tendrá su revancha

Cuando se pierde una final, así el rival sea superior, queda una espina clavada. El Manchester United la tiene desde hace dos años, cuando cayó en Roma ante el Barcelona que conquistó seis títulos esa temporada.

Pero el próximo 28 de mayo tendrá la revancha. Ayer derrotó 4-1 al Schalke alemán y con un global de 6-1 le ganó la serie semifinal que le otorga el derecho a disputar la corona europea ante el Barcelona, que el miércoles dejó en el camino al Real Madrid.

A diferencia de la serie entre los dos equipos españoles, llena de polémicas arbitrales y discusiones entre sus protagonistas, la de ingleses y teutones fue casi amistosa. La superioridad del Manchester fue tan clara desde el primer partido, que el club de Gelsenkinchen no se atrevió ni a dar la pelea.

Los diablos rojos jugaban su quinta semifinal en los últimos seis años, mientras los alemanas debutaban en esa instancia. Y eso se notó.

Con goles de Ryan Giggs y Wayne Rooney el Manchester ganó en la ida, lo que le permitió ayer utilizar una nómina mixta en su casa. Y con tantos del ecuatoriano Antonio Valencia, Darron Gibson y el brasileño Anderson en dos oportunidades, confirmaron ser mejores. El español José Manuel Jurado hizo el tanto del honor para los visitantes.

La cómoda victoria ni siquiera fue celebrada con entusiasmo por los jugadores de Sir Alex Ferguson, al parecer ya concentrados en el partido del próximo fin de semana ente el Chelsea, en el que podría definir a su favor el título de la Premier League.

Barcelona y Manchester United protagonizarán la tercera final entre ellos, así como su décimo enfrentamiento europeo.

Anteriormente, el United venció al Barça en la final de la Recopa de la temporada 1990-91, jugada en Rotterdam, por 2-1.

En total, los azulgranas han ganado tres partidos, tres se han llevado los ingleses y cuatro veces han terminado empatados.

Tanto el Barça como el United tienen tres Champions en su haber y ambos consiguieron su primer cetro en Wembley, sede de la final del 28 de mayo.

Los catalanes la consiguieron en 1992 y los ingleses en 1968. Barcelona repitió en 2006 y 2009, mientras que Manchester lo hizo en 1999 y 2008.

La última vez que se vieron las caras fue el 27 de mayo de 2009, cuando ante 62.467 espectadores, en el estadio Olímpico de Roma, los azulgranas se impusieron con goles de Samuel Eto’o y Lionel Messi, en un juego que dirigió el  árbitro suizo Massimo Busacca.

En esa ocasión, como ahora, el equipo de Josep Guardiola llegó como favorito e impuso las condiciones ante un Manchester que jamás lo puso contra las cuerdas.

Para el próximo compromiso los ingleses contarán con la ventaja de actuar en condición de locales, aunque recibirán la misma cantidad de boletas que sus rivales: 25.000.

En lo futbolístico, se prevé un duelo más equilibrado que el de Manchester-Schalke y seguramente menos polémico y tenso que el Barcelona-Real Madrid. Un clásico en todo caso, porque a los ingleses la revancha les llegó más rápido de lo esperado.