El primo de la selección Colombia

Octavio Zapata, también futbolista, es primo de Cristian y Duván Zapata, así como de Yerry Mina. / Cortesía

Octavio Zapata, quien podría ser catalogado como el primo de la selección, tiene un árbol genealógico envidiable. Sus abuelos maternos Luis Alfonso Zapata y Raquel Possu consumaron un matrimonio del cual nacieron 14 hijos, entre ellos José Domingo Zapata, padre de Cristian Zapata, y su madre: María Zapata Possu. Y en segundo grado, Luis Alfonso tiene un parentesco con los abuelos de Duván Zapata. (Falcao en Brasil, cinco años después)

Entrando en las raíces de sus abuelos paternos, Antonio Mancilla y Fanny Angola tuvieron tres hijos. Todos les dieron nietos futbolistas. Marianela Mancilla, madre de Yerry Mina; May Mancilla, padre de Camilo Mancilla, jugador del Atlético Bucaramanga, y el padre de Octavio: Falco Iván Mancilla.

En resumen, el defensor central de 28 años, que milita en el Aragua FC, club de la primera división de Venezuela, es primo hermano de Yerry Mina, Cristian Zapata y Camilo Mancilla, y familiar lejano de Duván Zapata. Cauca, tierra de futbolistas.

Tres de sus primos se encuentran disputando la Copa América de Brasil con la selección colombiana. “Hablo con ellos a cada rato, tenemos una linda relación. Cuando prendo el televisor y los veo dejando el nombre del país en alto, es una emoción que no logro traducir en palabras, lo juro. Sobre todo, ver a Cristian tan consolidado y como referente de experiencia del equipo, sabiendo que llegó a Brasil 2014 criticado por su falta de continuidad para luego hacer el papel tan notable que hizo. Y el Toro (Duván) está bravo luego de esa temporada en Italia”.

Octavio fue el principal testigo de las luchas del defensor del AC Milan para llegar a la élite. Todavía recuerdan el olor a caña de azúcar de la vereda de El Tetillo, en el municipio de Padilla (Cauca). De las veces que paraban a meterse al río regresando del colegio. De los viajes de media hora en bicicleta para ir a entrenar a la cancha del pueblo.

“Una vez, apenas llegó del Mundial Sub-20 de Holanda, en 2005, la mamá le había comprado una bici todo terreno a Cristian. El man, todo pesado, la estrenó, se paró en los pedales y partió la cadena. Se dio durísimo contra el suelo... já, nunca se le va olvidar. Y una vez le pegué a mi prima, la hermana, y el hombre me persiguió y me pegó tremenda cascada. Esos manes son jodidos [risas]”.

Eso sí, todavía no se han reunido todos los primos al mismo tiempo. Aunque saben que comparten raíces entre ellos, raíces del Cauca. En vacaciones, Octavio viaja a Guachené a jugar dominó, cartas y el “picadito” con Yerry Mina y Camilo Mancilla. Y luego regresa a El Tetillo a compartir con Cristian, a quien considera como un hermano. (Mateus Uribe: "Chile es el mejor rival que le podía tocar a Colombia")

El zaguero central de 1,86 metros de estatura ha hecho toda su carrera en el fútbol venezolano. Aunque alcanzó a entrenar en ese América de Cali en el que estaban Adrián Ramos, Carlos Valdés, Pablo Armero y su primo Duván Zapata.

Vive en Maracay y su condición de futbolista de primera categoría le ha dado inmunidad frente a la crisis de Venezuela. “A nosotros los deportistas, a decir verdad, la situación no nos ha afectado. Eso le toca sufrirlo a la gente normal que gana el salario mínimo, que no les alcanza para nada. Cuando llegué en 2013, todavía se podían dar sus gustos, ahora es muy complicado. La gente trabaja para sobrevivir, porque lo que ganan es una miseria. Y para conseguir medicamentos te toca voltear mucho: ganas en bolívares, pero, para colmo, todo lo quieren vender en dólares, mucho más caro”, reconoce quien espera jugar dentro de poco en el fútbol colombiano. (Aquí, nuestro especial de la Copa América)

Por ahora, sueña con ver este viernes frente a Chile a sus dos primos encabezando la zaga de centrales y a su otro primo, Duván, anotando los goles que no pudo celebrar en Rusia 2018. Un partido soñado con su familia en pleno.

Thomas Blanco Lineros - @thomblalin 

tblanco@elespectador.com

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