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El pabellón de mujeres de la cárcel de Villavicencio, que se encontraba vacío, fue temporalmente adecuado a raíz de las necesidades que ha impuesto el nuevo coronavirus en todas las prisiones del país. Esta es una de las medidas adoptadas por el Inpec tras conocerse, el pasado fin de semana, que dos reclusos de Villavicencio murieron con diagnóstico confirmado de COVID-19. Uno de ellos, de 63 años, había recuperado su libertad hacía muy poco. El segundo tenía 78 años. (La incertidumbre del personal de salud en Colombia por falta de seguridad para combatir el COVID-19)
El espacio que inicialmente estaba designado para mujeres fue desinfectado, con el fin de recibir a 49 adultos mayores “para preservar su salud”. Según el Inpec, el plan era recluir allí a quienes presentaran síntomas del coronavirus, pero la aparición de dos casos de contagio modificó los planes. La institución aclaró que “en este momento dentro del penal no hay nuevos casos con esta patología, pues los dos internos que estuvieron hospitalizados con el segundo hombre que murió por COVID-19 dieron negativo en sus exámenes.
La preocupación por que la cárcel de Villavicencio se convierta en un foco de infección es latente en la ciudad. Por eso, las autoridades penitenciarias y la Alcaldía han tenido que empezar a trabajar de la mano. La Secretaría de Salud Municipal se encargó de valorar a 140 presos, entre lo que incluye la realización de 55 pruebas y tamizaje a los asintomáticos “para determinar posible contagio”, aunque el Inpec no especifica cuántos tamizajes se han hecho. En esta cárcel, además, hubo disturbios tanto el 22 como el 30 de marzo de este año: justamente, por los riesgos del coronavirus. (El drama que se vive en la cárcel de Villavicencio (ahora con la COVID-19)
“No vamos a parar, unidos seguiremos protegiendo a esta población vulnerable para que con la puesta en marcha de estas medidas preventivas anunciadas por el Gobierno Nacional evitemos que (la) COVID-19 llegue a más internos en el país”, expresó la entidad. Esta ha sido duramente criticada, junto con el Ministerio de Justicia, por la falta de medidas de fondo para prevenir una tragedia en las prisiones por cuenta de la COVID-19. “El hacinamiento carcelario implica un riesgo enorme frente al COVID-19 pues impide el aislamiento social”, escribió en su columna dominical Rodrigo Uprimny.
Desde 23 de marzo pasado, el Gobierno anunció que expediría un decreto para resolver el tema de las excarcelaciones masivas, una determinación que, se espera, aliviaría un poco la olla a presión que son hoy las cárceles frente a esta pandemia. Pero el decreto sigue en el tintero. Este nuevo coronavirus es diez veces más mortífero que la gripe A(H1N1), advirtió ayer Tedros Adhanom Ghebreyesu, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “El Estado debe acabar hoy el hacinamiento y puede hacerlo, sin poner en riesgo a la ciudadanía”, insistió Uprimny.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.