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Para tratar de entender la magnitud de la crisis que vive el sector turismo en el caribe colombiano hay que echar números. En abril de 2019, aproximadamente 450.000 turistas llegaron a la región y hoy, un año después, con los hoteles cerrados por el coronavirus, los únicos huéspedes son las personas que quedaron varadas por el aislamiento obligatorio: más de 30.000 puestos de trabajo están en riesgo por la crisis financiera que enfrenta el gremio. Solo en Cartagena, San Andrés, Barranquilla y Santa Marta este sector ofrece trabajo a más de 35.000 personas.
Cartagena, por ejemplo, recibió en 2019 cerca de 2’317.000 pasajeros nacionales y más de 528.000 turistas extranjeros, según Irving Pérez, presidente de la Corporación Turismo de la capital de Bolívar. A la fecha, los 300 hoteles que hay en la ciudad tienen las actividades paralizadas. “Más de 4.000 prestadores de servicios turísticos y cerca del 30 % de los empleos de la ciudad están enfrentando una posibilidad de desaparecer, ya que no disponen de la liquidez suficiente para cumplir las obligaciones correspondientes a nómina, arriendos, servicios, financieras y todas aquellas de cara a su funcionamiento”, explica Pérez. En Colombia se necesitan $210.000 millones mensuales para pagar a 110.000 trabajadores del sector hotelero, de los cuales más de 30.000 son de la región Caribe.
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Ante el acelerado impacto de recesión económica del sector turismo, el Gobierno nacional puso en marcha una serie de medidas para mitigar los riesgos como la de prorrogar, hasta el segundo semestre de este año, la contribución parafiscal para la promoción del turismo y la línea de crédito “Colombia Responde” con un cupo de $250.000 millones, y así aliviar el flujo de caja de las empresas del sector turismo; línea que lanzó el ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MINCIT), a través de Bancóldex.
Mediante la línea de crédito se han realizado, con corte al 4 de mayo, 334 operaciones de crédito por un valor de $192.260 millones. “Estos recursos han sido asignados a 298 empresas de turismo, aviación, espectáculos en vivo y a los proveedores de dichas industrias”, dijo Julián Guerrero, viceministro de Turismo.
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“Hemos visto los decretos para aplazar pagos del parafiscal, pero lo que estamos pidiendo es un acompañamiento y un apoyo. No vaya a pasar que cuando abramos vengan a cobrarnos todo porque no tenemos plata”, sostuvo Omar García, director de Cotelco Magdalena, donde hay más de 3.850 prestadores de servicios turísticos entre hoteles, hostales y otro tipo de hospedajes.
No muy distinto es el panorama en Santa Marta. “En Semana Santa, por ejemplo, llegan más de 100.000 turistas que generan un ingreso aproximadamente de $110.000 millones. Ahora imagínese durante todo un mes. Solo en Santa Marta, más de $250.000 millones se han dejado de mover por el turismo”, explicó García.
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Los empresarios del sector hotelero dicen que el acceso a los créditos de Bancóldex ha sido complejo, lo que les imposibilita tener la liquidez financiera para atender las obligaciones de nóminas. “El sector financiero nos ha catalogado como un sector de alto riesgo y por eso han estado muy restringidos los créditos”, cuenta Gustavo Toro, presidente de Cotelco.
“Es importante reconocer que los créditos no han llegado a todos los empresarios, lo que no quiere decir que la línea no haya sido efectiva. El acceso a los créditos se hace a través de la banca de primer piso, que en todo caso debe hacer un análisis de riesgo de cada solicitud en particular”, explicó Guerrero, quien agregó que la competencia de vigilar a las entidades financieras la tiene la Superintendencia Financiera de Colombia.
Entre tanto, los hoteleros saben que la negativa de los bancos se debe a la falta de vida crediticia y a la poca liquidez monetaria para responder al crédito que arrojan los estudios hechos por las bancas. “Si no estamos produciendo, es como prestar plata a una persona que no tiene trabajo, no hay certeza de cuándo se va a pagar”, dice Pedro Mesa, gerente del Dann Carlton en Barranquilla, quien tomó esta alternativa para solventar los gastos durante la emergencia. “Por confidencialidad me reservo la cifra, pero fueron más de $1.000 millones. Eso alcanza para tres meses de nómina con sus respectivos aportes y obligaciones de impuestos”, contó Mesa.
En la capital del Atlántico, faltando 10 días para la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se cancelaron todas las reservas. Según Mesa, “las no ventas fueron por el orden de $1.500 millones”. Ese fue el comienzo de la caída para el sector hotelero en el departamento; a la fecha, 190 de los 200 establecimientos que hay están paralizados. Eso supone un riesgo para aproximadamente 8.000 trabajadores directos e indirectos. “Estamos hablando de pérdidas entre $20.000 y $25.000 millones en este tiempo”, manifestó Mario Muvdi, director de Cotelco en Atlántico.
Por ejemplo, el hotel Dann cerró el 16 de marzo. Desde entonces se han dejado de mover cerca de $3.500 millones. “Es muy difícil mantener la totalidad de la nómina. Hoy nos vemos obligados a no prorrogar contratos”, dice el gerente, quien agrega que el gasto de la nómina es de $650 millones mensuales. De los 180 empleados que tenían ya les quedan 165.
Desde el comienzo de la cuarentena el sector hotelero se ha visto afectado, pues con el cierre de las terminales terrestres, aéreas y marítimas la demanda cayó. “A la fecha, la ocupación hotelera en el país es de un 2 %, y las pérdidas son de $1,2 billones por cada mes que se deja de operar ”, cuenta Gustavo Toro, presidente de Cotelco.
Los hoteles del Caribe colombiano que tienen una cifra mínima de huéspedes, se debe, en gran parte, a ciudadanos extranjeros que quedaron varados, personal de la salud y vigilantes que cuidan las edificaciones. De hecho, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo dispuso más de 9.000 habitaciones de hoteles, en 30 municipios del país, para ser utilizadas como apoyo de la emergencia sanitaria por el coronavirus.
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Desde Cotelco se solicitó a los hoteles eliminar por dos años, una vez reactiven las operaciones, el IVA al alojamiento para los colombianos; con ello esperan aumentar el flujo de visitantes. “La gente va primero a pagar sus obligaciones financieras(créditos de carros, casas, bancos), de último pensarán en viajar”, dijo Omar García, director de Cotelco Magdalena.