Los afroamericanos en Estados Unidos están llevando la peor parte de la pandemia

Un estudio de un laboratorio no partidista reveló una preocupante división racial en la tasa de mortalidad por coronavirus en Estados Unidos. Los afros están muriendo a un ritmo tres veces mayor que los ciudadanos blancos.

redacción internacional
20 de mayo de 2020 - 08:07 p. m.
Los afroamericanos tienen mayor probabilidad de perder empleos debido a que sus labores se concentran en los sectores más afectados por la economía, como hoteles, restaurantes, bares y servicios de alimentación. / AFP
Los afroamericanos tienen mayor probabilidad de perder empleos debido a que sus labores se concentran en los sectores más afectados por la economía, como hoteles, restaurantes, bares y servicios de alimentación. / AFP

La división racial en Estados Unidos se ha hecho evidente una vez más gracias a la pandemia del nuevo coronavirus. Un estudio realizado por APM, un laboratorio de investigación no partidista, proporcionó evidencia de que en el país los afroamericanos han muerto a un ritmo casi tres veces mayor que el de los ciudadanos blancos.

Según Color of Coronavirus, título del estudio, los afros han muerto a un ritmo de 50.3 decesos por cada 100.000 habitantes, en comparación con el 20.7 de los ciudadanos blancos y del 22.9 para los latinos. Esto indica que más de 20.000 afroamericanos, aproximadamente uno por cada 2.000 de la cifra total de población negra en el país, han muerto por el virus.

El diagnóstico no es una sorpresa. Las disparidades raciales que afectan a los negros en el país han sido un problema desde la fundación de Estados Unidos. Bajo el asedio de la desigualdad económica, cientos de miles de personas afrodescendientes no pueden acceder a servicios médicos, o incluso, en el peor de los casos, a los servicios funerarios para enterrar a sus seres queridos. Y quienes aún conservan sus trabajos se ven expuestos a un mayor riesgo de contagio.

Martin LaMonica, economista laboral y exjefe del Departamento de Trabajo de Estados Unidos bajo la administración de Bill Clinton, señala en The Conversation que la historia del país ha mostrado que, en cataclismos, como recesiones, desastres naturales o en este caso una pandemia, los estadounidenses negros son los más afectados. Esto se debe al vínculo histórico entre la tasa de desempleo y la población negra, la cual ya supera el 20% tras el estallido de la crisis.

Los afroamericanos tienen mayor probabilidad de perder empleos debido a que sus labores se concentran en los sectores más afectados por la economía, como hoteles, restaurantes, bares y servicios de alimentación. Por otro lado, las cifras entregadas por el presidente Donald Trump, en las que se aseguró que “nunca ha habido un mejor momento para los negros”, no son lo que se sugiere. Si bien la tasa de desempleo antes de la pandemia mejoró respecto a los últimos tres años, según LaMonica los recién graduados todavía presentan muchas barreras para acceder a empleos, y los niveles de contratación son preocupantes. Incluso en la Gran Recesión existían cifras mejores.

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“A Trump le gusta comparar la economía durante su mandato con la economía del presidente Barack Obama, pero ese análisis no tiene sentido. Trump heredó una economía fuerte, mientras que el presidente Obama heredó una economía que se tambaleaba por la Gran Recesión. Trump debería comparar la economía bajo su administración con los primeros tres años del segundo mandato del presidente Bill Clinton, otro pico en la expansión de la economía”, dice LaMonica.

Además, las clínicas y centros hospitalarios que se encuentran en las zonas donde habitan principalmente los afroamericanos enfrentan problemas de escasez de recursos, y los cheques que giró el gobierno se han demorado en llegar, afectando a las minorías.

“Las disparidades continúan reflejándose en los datos, sin embargo, aún tenemos una falta total de orientación del gobierno federal sobre cómo mitigar estas desigualdades. No hay un plan real para lidiar con esto”, explicó Uché Blackstock, CEO de Advanced Health Equity, una organización médica estadounidense, al diario británico The Guardian.

Lo más grave es que las cifras podrían ser mucho peores que las que se conocen ahora debido a la ausencia de datos gubernamentales. Muchos estados, como Nebraska o Dakota del Norte y del Sur, no han entregado datos de manera uniforme y con detalle. Algunos, como Michigan y Nueva York, al identificar el problema convocaron fuerzas especializadas para ofrecer soluciones a las comunidades más afectadas. Sin embargo, el gobierno nacional aún no ha adoptado medidas para enfrentar este problema según informó el diario británico The Guardian en este artículo.

“En este punto tenemos que asumir que la clara falta de orientación del gobierno federal continuará, y que los estados tendrán que hacerlo por sí mismos”, lamenta Blackstock.

*Nota del editor: En una versión anterior de este artículo no se mencionó un escrito de The Guardian en el que habló Uché Blackstock, CEO de Advancing Health Quity, sobre las deficiencias en el sistema estadounidense y su impacto en la salud de los afroamericanos.

Por redacción internacional

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