Este miércoles, a las cinco de la tarde, se cumplen 10 días del cierre de la vía Bogotá - Villavicencio, y 36 desde que comenzaron los cierres parciales. Para la Federación Colombiana de Transportadores de Carga y su Logística (Colfecar) las pérdidas económicas que ha generado esta situación se calculan en más de $34.200 millones.
Al respecto, el representante a la cámara por el Partido Verde César Ortiz Zorro asegura que una decisión acertada sería que el presidente Iván Duque decrete el Estado de Emergencia, para así, atender la problemática de una manera eficiente.
Según lo explicado por este líder político, la declaratoria de emergencia le permite al presidente, y sus ministros, proferir decretos de manera inmediata para atender la situación de calamidad pública que actualmente impacta la economía, sociedad y ecología del país.
De igual forma reiteró la importancia de invertir en la atención de las vías alternas como Sisga - Secreto - Villanueva y Sogamoso - Aguazul, las cuales presentan “serios puntos críticos”.
Al respecto, el pasado lunes, el Instituto Nacional de Vías (Invías), comunicó la destinación de $50.000 millones para garantizar la operación en la vía Sogamoso - Aguazul - Villavicencio, además del acompañamiento de la Policía y el Ejército a lo largo del corredor vial.
A su vez, la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, estimó que la recuperación total del tránsito en la vía al Llano podría tardar alrededor de tres meses, siempre y cuando las situaciones climáticas lo permitan.
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Para el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), Juan Martín Caicedo, las gobernaciones, alcaldías, corporaciones regionales y autoridades ambientales, tienen una enorme responsabilidad por no ejercer los controles adecuados de cara a la deforestación, el cambio climático y el uso del suelo, elementos que, considera, inciden de forma directa sobre los deslizamientos de tierra que afectan la normalidad en la vía.
Hay que recordar que la ministra de Transporte, días atrás, mencionó un estudio que da cuenta de que los deslizamientos que obstaculizan la vía han sido provocados por obras humanas que han cambiado la hidrografía de la montaña, en concreto, un galpón de pollos y la construcción de una carretera.
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Información aportada por la concesión encargada de la operatividad y mantenimiento de la vía, Coviandes, da cuenta de que la situación climática ha dificultado la remoción de escombros que obstaculizan la vía al Llano.
La constante caída de material y roca, asegura Coviandes, afecta la seguridad de las labores enfocadas en la recuperación del corredor vial.