Doris Salcedo / Shibboleth

Por Redacción Cromos

20 de septiembre de 2012

Doris Salcedo / Shibboleth
Doris Salcedo / Shibboleth

Doris Salcedo / Shibboleth

Shibboleth  / Inaugurada en 2007, esta grieta de 167 metros convirtió a la colombiana en la primera artista que expuso su obra en la Sala de Turbinas de la prestigiosa Tate Gallery, de Londres. El nombre hace referencia a un pasaje del Antiguo Testamento y, a su vez, evoca el poema del escritor judío Paul Celan.

Intepretación de la obra Por Jaime Cerón

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Esa profunda grieta

Shibboleth, de DoriS Salcedo, una oda contra la Segregación

La obra de doris Salcedo es definida por ella como escultura. este medio le despierta interés porque la escultura está  hecha de los mismos materiales que el  mundo en que vivimos y, por lo tanto, puede permitirles a las personas que la  perciben establecer formas de comunicación más cercanas al cuerpo y la experiencia. Sus obras han surgido de la elaboración de diferentes traumas históricos ocurridos en colombia durante los años recientes, pero a pesar de ello las imágenes resultantes suelen ser sutiles y evocadoras. aunque en los primeros años de su carrera fue una artista muy protagónica del campo del arte colombiano,  desde 1993 se concentró en exhibir su obra solamente en el contexto internacional, en donde consideraba que su intención política tenía mayor resonancia. desde entonces, su obra ha circulado por los más importantes escenarios internacionales; es la artista colombiana más importante en el contexto del arte contemporáneo internacional y una de las más respetadas en el mundo entero. Su obra volvió a verse en bogotá el 6 y 7 de diciembre de 2002, cuando realizó una intervención artística en la fachada del Palacio de Justicia, para conmemorar la tragedia que aconteció en dicho lugar. esa obra fue planteada para evocar “la  ausencia  y el vacío” que dejaron como herencia los terribles acontecimientos de 1985. Salcedo quería promover la reconstrucción simbólica de una noción de comunidad, porque “gran parte de los ciudadanos somos portadores de un fragmento de memoria de este evento”.

En 2007 su obra llegó a tener uno de sus más altos niveles de visibilidad  en el contexto artístico internacional, cuando participó en el programa expositivo de la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres. La obra que realizó llevó el título de Shibboleth, que es una palabra hebrea que aparece en el libro de los jueces del Viejo Testamento de la Biblia. La cita bíblica hace referencia a una contraseña mediante  la cual una comunidad excluía a otra que habitaba su mismo entorno geográfico. A Doris Salcedo le interesa la manera como puede aludir a las formas de racismo y discriminación que surgen del dominio de unos seres humanos sobre otros.

Shibboleth consistió en una fisura que zigzagueaba a lo largo de 167 metros de longitud, por el suelo, abriendo una brecha que dejaba ver una depresión igualmente zigzagueante en sentido vertical. Tanto en dirección horizontal como vertical, las dos mitades parecían coincidir, como si una fuerza inferior las hubiera hecho distanciarse por su punto más débilo vulnerable. A los dos lados del interior de la grieta se percibía una malla de acero que pareció haber dado origen a la separación del piso. De esta manera, la obra en sí estaba debajo del suelo, en un espacio imposible de habitar, para hacernos ver que el racismo emerge desde  la raíz de la humanidad. Ese espacio inferior que hace ver la obra recuerda el espacio que ocupamos en el mundo aquellas personas que no pertenecemos a la raza y ni a las clases dominantes. Salcedo denomina a este lugar “un espacio negativo”, y a través de él quiera cuestionar la abrumadora altura del espacio de la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres.

La historia de este edificio –que fue una planta generadora de electricidad– recuerda el abuso a los trabajadores inmigrantes y es lo que llena a la grieta de sentido. Salcedo ha mencionado la manera como son rechazados los inmigrantes del Tercer Mundo por amenazar las tradiciones  culturales hegemónicas en los países europeos, siendo que con su trabajo fue que se construyó (y se sigue construyendo) la cultura europea.

Uno de los rasgos más inquietantes, no solamente  de esta obra sino de todo el trabajo artístico de Doris Salcedo, es la manera como su trabajo artístico  parece haber surgido espontáneamente del lugar o del objeto que involucra. Su obra no deja pistas del  esfuerzo en su realización, lo que separa la atención de los espectadores del trabajo del artista, y más bien la concentra en su capacidad para establecer relaciones. Este “silencio”, como podría llamarse la distancia entre su obra y su propia vida, ha caracterizado  todo el conjunto de su obra y es lo que permite que en ella se escuche la voz de quien la observa y analiza.  En el caso de Shibboleth, la necesidad de mirar hacia abajo y de indagar por lo que se esconde más allá de la arquitectura conduce a los espectadores a los hechos que sustentan, desde varios puntos de vista, el sentido del edificio. Por eso fue tan irónico que algunos defensores del patrimonio arquitectónico en Inglaterra hubieran pensado que la obra ponía  en riesgo la estabilidad o integridad del edificio porque,tratándose de una obra, era casi obvio que no lo hacía en un sentido literal; pero, por lo mismo, era claro que sí lo estaba llevando a cabo en un sentido metafórico. 

Por Redacción Cromos

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