
Por: María Isabel Zapata Villamil
En este momento, la fotografía se acerca al mundo de la cinematografía. En el fotograma se ve el origen del cine y su influencia en la fotografía se aprecia en el fotomontaje. En este periodo se consolidó el fotoperiodismo debido al boom de las revistas ilustradas, que llegó a la cúspide con la estadounidense Life (1936).
En Colombia, con la elección de Enrique Olaya Herrera, en 1930, cayó la hegemonía conservadora. Su gobierno, así como los demás de la república liberal que lo sucedieron, tuvieron que enfrentar las consecuencias del crack de 1929 y los efectos de la modernización del periodo anterior, que dejó a la gran mayoría de la población bajo el trabajo asalariado. Ante esta realidad, fue Luis B. Ramos —considerado el padre de la fotografía moderna en Colombia— quien con su fuerte compromiso social representó una idea de nación a partir de sus retratos de campesinos y de gente del común. Gracias al desarrollo de las cámaras portátiles, Ramos pudo desplazarse más fácilmente por el territorio nacional. El fotógrafo usó una pequeña cámara Rolleicord, que trajo de Europa en 1934. Unos años después, adquirió la Rolleiflex automática que se distribuía en Colombia.
15 de Agosto, 1936
Agosto, mes de las cometas
El fotógrafo Luis B. Ramos documentó con su cámara escenas de la vida cotidiana en Bogotá y en las distintas regiones del país.
La búsqueda de la identidad, extendida por toda América Latina, puso en primera plana la arqueología y el indigenismo. En los años cuarenta, por cada diez portadas de actrices de Hollywood aparece un indígena colombiano.
La exaltación de las masas no fue exclusiva de América Latina. En Estados Unidos, la corriente del realismo documental tuvo magníficos exponentes, como Dorothea Lange y Walter Evans. A su vez, los concursos de aficionados acercaron la fotografía a la gente del común.
1940
Gaitán jugaba tejo
El líder Jorge Eliécer Gaitán practica en el Campo Villamil uno de los deportes autóctonos más queridos, escena que da cuenta de su espíritu y cercan
Con el desarrollo de la técnica, la fotografía consiguió ascender un escaño en su competencia con las artes tradicionales en cuanto al color. A mediados de los treinta aparecen procesos de coloración como el Technicolor y el Agfacolor, pero por sus dificultades técnicas y la necesidad de papeles costosos, la fotografía a color nacerá al servicio de la publicidad. En este periodo sobresalieron los estudios fotográficos Santa Fe, Foto Gaitán, J.N. Gómez, Foto Valenzuela y Foto Sady, en Bogotá. Y Obando, en Medellín, marcó un estilo con las fotografías panorámicas, que magnificarían las manifestaciones populares.
La aviación también ayudó a cambiar la fotografía en sus temas y técnicas. Durante la guerra con el Perú en 1932, el Gobierno colombiano se preocupó por conocer sus fronteras y para ello contó con la empresa colombo-alemana de transporte aéreo Scadta. Con su colaboración, la fotografía aérea tomó vuelo en la revista, donde comenzaron a aparecer panorámicas de las principales ciudades del país tomadas desde el aire. Scandroglio publicó una decena de portadas con escenas de la guerra en la frontera.
En esta época, además, se publicaron reportajes gráficos de la Segunda Guerra Mundial que ocuparon dobles páginas de la revista.
Fotos: Archivo Cromos.

