Cada que nos maquillamos quedan restos de cosméticos en las brochas: Polvos, rubor, sombras; No es obligatorio darles una limpieza en profundidad cada que las utilicemos, basta con sacudirlas, pero al menos una vez por semana sí se les debe lavar para eliminar esos restos de maquillaje y evitar la proliferación de bacterias o suciedad que podrían generar reacciones negativas sobre nuestra piel.
Algunos expertos como la marca en cosméticos, VOGUE, explican que la mejor forma de limpiar estas brochas es usando agua tibia, jabón neutro y frotándolas sobre la palma de la mano con movimientos circulares. También, puedes usar champú para bebés, ya que no contiene ingredientes agresivos que puedan dañar las cerdas.
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Parece una limpieza fácil, lo es, pero aunque no lo creas, puedes estar cometiendo errores durante el proceso, por ejemplo, al momento de secarlas o guardarlas. Si no haces bien este paso, las cerdas de tus pinceles se pueden dañar.
Consejos para limpiar tus brochas de maquillaje
- Lava y desinfecta una vez a la semana: Después de hacer el proceso de lavado explicado anteriormente, procede a desinfectarlas. Sí, puedes darle una mejor higiene y cuidado a tu piel con la desinfección de las brochas. Solo usa alcohol en spray cuando las brochas estén completamente secas.
- Después de limpiar y desinfectar, guárdalas adecuadamente para que se mantengan aseadas y puedas alargar su vida útil. Un buen lugar para almacenarlas es un estuche de maquillaje y no las guardes hasta que estén completamente secas.
Errores al limpiar las brochas de maquillaje
Según Carlos E. Marquez, entrenador y educador de Global Artistry Trainer de la firma Hourglass, uno de los errores más comunes es ponerlas a secar de forma vertical después de lavarlas:
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Lo mejor es ponerlas a secar acostadas, de forma horizontal, así evitar daños en el curerpo de la brocha.
- Utilizar jabones fuertes que no tengan un PH neutro. Pueden dañar las cerdas.
- Usar agua hirviendo o demasiado caliente. Daña los pelitos de las brochas.
- Guardar los pinceles aun estando húmedos. Puede dañar la parte metalizada, oxidándola, además de acumular hongos u moho.
- Sumergir por completo la brocha en agua para lavarla. La puede deteriorar, dañando el pegamento que sostiene las cerdas al mango.
- Secar las brochas de forma vertical. El agua que escurre puede quedar acumulada en la base metálica haciendo que las cerdas terminen cayéndose y pierdan eficacia. Carlos E. Marquez, sugiere secarlas acostadas sobre una toalla y al ambiente.
La limpieza de estas herramientas es importante para la salud de la piel y para que obtengas un mejor resultado al maquillarte. Por eso, debes lavar y desinfectar tus brochas regularmente, y hacerlo de la manera correcta para no dañarlas.
Usa los productos adecuados para su aseo, frota con suavidad y recuerda que el secado es tan importante como el lavado para obtener un buen resultado y garantizar que tus brochas se mantienen en perfecto estado.
