Muchas personas pasan por alto la importancia de mantener los audífonos limpios. El uso frecuente de audífonos puede acumular suciedad, bacterias y cerumen, lo que no solo afecta su rendimiento, sino que también puede provocar infecciones en los oídos.
A continuación, te compartimos los consejos para limpiarlos correctamente y evitar problemas de salud.
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Muchas personas pasan por alto la importancia de mantener los audífonos limpios.
Consejos para limpiar los audífonos
Lava tus manos antes de manipular los audífonos
Antes de colocar o retirar los audífonos, asegúrate de que tus manos estén limpias. Esto evitará transferir bacterias y suciedad a los dispositivos y, posteriormente, a tus oídos.
Limpia los audífonos regularmente
Es importante establecer una rutina de limpieza para eliminar la acumulación de suciedad y cerumen. Dependiendo del tipo de audífonos que uses, estos son los métodos más recomendados:
Para audífonos intrauriculares (in-ear o earbuds):
Usa un paño de microfibra seco o ligeramente humedecido con alcohol isopropílico al 70 % para limpiar la superficie exterior.
Retira las almohadillas o puntas de silicona y lávalas con agua tibia y jabón neutro. Asegúrate de secarlas completamente antes de volver a colocarlas.
Con un cepillo de cerdas suaves o un hisopo seco, limpia la malla del altavoz para retirar residuos de cerumen.
Para audífonos supraaurales y circumaurales (on-ear y over-ear):
Pasa un paño de microfibra seco o con un poco de alcohol isopropílico en la diadema y las almohadillas.
Si las almohadillas son removibles, límpialas con un paño húmedo y deja que se sequen al aire.
Usa un cepillo suave para retirar polvo y partículas en las rejillas de los altavoces.
No los compartas con otras personas
El uso compartido de audífonos puede transferir bacterias y suciedad de un usuario a otro, aumentando el riesgo de infecciones en los oídos. Si debes compartirlos, asegúrate de limpiarlos antes y después de su uso.
Evita la humedad y el calor excesivo
El agua y la humedad pueden dañar los componentes internos de los audífonos, especialmente los inalámbricos. Evita usarlos con las manos mojadas o durante entrenamientos intensos si no están diseñados para resistir el sudor. Si se mojan, sécalos de inmediato con un paño limpio y déjalos en un lugar ventilado.
Guarda los audífonos correctamente
Cuando no los uses, guárdalos en un estuche adecuado para protegerlos del polvo, la suciedad y la humedad. Evita dejarlos en lugares expuestos al sol o en superficies sucias.
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Revisa tus oídos regularmente:
El exceso de cerumen en los oídos puede afectar la calidad del sonido de los audífonos y aumentar el riesgo de infecciones. Limpia tus oídos con suavidad y evita el uso excesivo de hisopos, ya que pueden empujar el cerumen hacia el interior del canal auditivo.
Usa productos de limpieza específicos:
Si deseas una limpieza más profunda, existen kits especiales con herramientas como cepillos y sprays diseñados para audífonos. Asegúrate de seguir las indicaciones del fabricante para evitar daños.
Siguiendo estos consejos, mantendrás tus audífonos en excelente estado y protegerás la salud de tus oídos, evitando infecciones y otros problemas auditivos.
