Hace dos años, la actriz Ángela Vergara tomó una gran decisión por amor. Dejó su país para mudarse junto a su pareja a Berlín, Alemania. Un cambio que ha significado una aventura en todo el sentido de la palabra, llena de experiencias pero también de sacrificios: está lejos de su familia, sus amigos y de los escenarios colombianos. Una nostalgia que se intensifica cuando el frío del invierno europeo le penetra los poros.
Este año, Ángela Vergara se las ingenió para escapar del invierno durante tres meses e ir en busca de ese calor de hogar que solo es posible encontrar en la compañía de seres queridos. Llegó hace un par de meses a Bogotá para estar con su familia y tender su mano a las personas más necesitadas.
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En asociación con sus amigas Marcela Mar y Laura Echavarría, Vergara creó Shop and Help!, una iniciativa que busca apoyar a mujeres con un plan de emprendimiento. La primera experiencia de este proyecto se llevó a cabo los primeros días de octubre y tuvo lugar en el Hotel Bioxury, donde se montó un espacio para exhibir el trabajo de diseñadores y marcas nacionales, y donar el 25% de las ganancias obtenidas a un grupo de mujeres pertenecientes a la Asociación Colombiana para la Reintegración (ACR). “Queríamos hacer un proyecto de mujeres para mujeres y apoyando a mujeres. En este caso ayudamos a un grupo que tiene un taller de confección. Nosotras les dimos la materia prima para que vendieran sus productos en Navidad”.
En este viaje también echó a rodar su propio emprendimiento: La Casa de los Regalos, un almacén temporal de Navidad que montó junto a su socia, la también actriz Patricia Castañeda, y que estará funcionando hasta el 24 de diciembre. Una alternativa ideal para conseguir, en un solo espacio, y gracias al trabajo de 40 diseñadores, regalos para las amigas, los papás, los hermanos, la pareja.
El 13 de diciembre, La Casa de los Regalos donará el 33% de las ganancias a la Fundación ‘Sonrisas con Futuro’ de la ciudad de Santa Marta. “A nuestro país le falta un poco de tolerancia, de perdón, de amor. Todos se preocupan por conseguir cosas, alcanzar metas, llegar a algún lugar, pero nadie piensa en los demás. A veces necesitamos menos y podemos ayudar más. Creo que ha sido una de las lecciones que he aprendido con los años. Estamos para ayudarnos. Uno puede impactar vidas con pequeños detalles y cambiar, para bien, la forma de pensar de muchos con tu ejemplo”.
Foto: Daniel Álvarez.