
Aruba tiene sabor
Al llegar a Aruba lo primero que te sorprende, además de su obvia belleza caribeña, es su gente, una pequeña sociedad cuya población, a diferencia de otros países del continente, tiene pasaporte europeo, sabe cuatro idiomas (inglés, español, holandés y papiamento) y en cualquiera de estos te habla, te hace alguna broma y de inmediato te hace sentir como en casa.
Por esta razón, una de las cosas que más me interesó al aventurarme a recorrer la isla, fue conocer el estilo de vida de los arubianos; esa Aruba lejos de norteamericanos, ingleses y demás turistas de todos los rincones del planeta, que comen en los lugares más exclusivos y compran en tiendas de primer nivel.
Si se quiere recorrer la Aruba local, lo primero que tendrá que hacer es alquilar un carro o un jeep. Con unas pocas indicaciones, el recorrido lo llevará a los coloridos barrios de Sabaneta, antigua capital del país, y San Nicolás, hasta llegar a Baby Beach, una medialuna de arena blanca, aguas cristalinas y marea baja, perfecta para pasar la mañana tomando el sol en la tranquilidad de una playa poco concurrida.
El mediodía será el momento ideal para volver a Sabaneta y almorzar en un restaurante local que, debo confesar, me cautivó desde el primer momento, porque después de haber recorrido durante una semana los mejores restaurantes del país, experiencia que me sorprendió por su variada y exquisita oferta gastronómica, quedé rendida ante este lugar, no solo por su peculiar decoración y su privilegiada ubicación, sino porque me permitió percibir, mientras devoraba con mis manos una canasta de pescado, camarones y papas fritas, la esencia de la sociedad caribeña, esa que vive de la pesca y que destila amor por la vida sencilla, la vida del mar.
El lado más auténtico de la llamada isla feliz se reconoce en sus restaurantes. Tanto por el menú como por el temperamento encantador de los nativos.
Zeerover, que significa pirata en holandés, es el nombre con el que bautizaron este restaurante que nació como un pequeño puesto de dos por tres metros y donde un grupo de locales vendía pescado fresco. Con el tiempo, en medio de tertulias caribeñas, el negocio fue creciendo, hasta convertirse en el lugar que es ahora. Decorado con banderas de todos los países y timones de barco, usted se verá rodeado de isleños y uno que otro grupo de apuestos marineros provenientes de Holanda, que llegan a Aruba a cumplir un servicio militar de dos años, y que están ahí para disfrutar de la especialidad de la casa: la pesca del día.
Así pues, la comida estará a merced de lo que el mar quiera ofrecer; pescado dorado, barracuda, sierra golfina o pargo rosado, acompañado de camarones gigantes y una exquisita guarnición de papas y plátanos fritos, pan batí (el típico de la isla), cebollas al vinagre y el tradicional ají de papaya. De las canoas pesqueras directamente a la olla y de ahí a la mesa para que pueda deleitarse con este bufet, al tiempo que saborea una Chill helada, la cerveza local.
Usted podrá haber probado los platos más refinados de la isla, pero nada superará degustar pescado fresco con una cerveza helada en la playa, mientras escucha la música caribeña que se mezcla con el graznido de las gaviotas y la brisa del mar le roza el rostro para recordarle que no es un simple cliché: ¡En el mar, la vida es más sabrosa!
Tres imperdibles de la isla:
- Spa:
- Buceo:
Cada día a las 10 a.m. un catamarán parte desde Palm Beach rumbo al naufragio El Antilla, una embarcación alemana que su capitán hundió en 1940 para evitar su confiscación por parte del gobierno holandés.
- Fábrica de Aloe:
Visite la fábrica de aloe vera, donde podrá conocer los procesos de elaboración y comprar cremas faciales, humectante para labios, ungüentos y otros productos de belleza.
Antes de viajar:
1- Desde el pasado 3 de diciembre, la isla dejó de exigir visa a los turistas colombianos.
2- Actualmente existen siete vuelos directos de Avianca desde Bogotá, once de Copa Airlines con conexión en Ciudad de Panamá, dos vuelos semanales de LAN desde Bogotá y 4 vuelos Inselair: dos desde Barranquilla y dos desde Medellín.
3- De descarga grauita, la app Aruba diseña un itinerario, teniendo en cuenta los intereses específicos del visitante.
Foto de apertura: iStock.



