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- El intento del Homo Sapiens por volver -
Desde épocas antiguas el hombre se ha desenvuelto en el mundo por medio de su actividad física. En el Neolítico, con el paso del nomadismo al sedentarismo y, posteriormente, con la llegada de la agricultura, su actividad física se fue limitando, ya que, con la labor del cultivo y de la ganadería, se requería mucho más tiempo, pero también, menor cantidad de movimientos.
Sin embargo, a través de la historia del fitness, desde la Antigua Grecia y sus emblemáticos Juegos Olímpicos y Roma con la “art de vivre”, o la cultura física, el ser humano se ha interesado por el deporte como una actividad de orden simbólico, pero también, ritual ya que permite entrever la construcción social de un ideal individual sobre el cuerpo.
Posteriormente, con la llegada de la Edad Media se interpretó el cuerpo como algo pecaminoso, que reñía con el receptáculo de la belleza que representa el alma. Aquí la actividad física estaba determinada y reducida a las actividades que la posición social disponía: los nobles con el entrenamiento militar, los campesinos con el trabajo de la tierra. La historia deja ver como el “fitness” siempre ha estado presente en la historia humana y se erige como una necesidad básica de la especie dadas las distintas actividades, que también y, además, marcan una distinción social.
Con el Renacimiento (alrededor de 1400 a 1600), regresa el interés por el cuerpo, su salud, la estética y la educación física. La higiene, la dieta y el ejercicio –con el un humanista y educador italiano Vittorino da Feltre- entran como componentes fundamentales para el cuidado del cuerpo y la prevención de lesiones (1420). Dos siglos más tarde, también en Europa, con el médico, naturista y filósofo Hyeronimus Mercurialis (1569), se desarrollaron métodos de educación y de entrenamiento físico y como resultado, se escribieron los primeros libros sobre medicina deportiva.
Con la llegada de la Revolución Industrial (1760), y la transición en los cambios de oficio de la población, la manera de ver el ejercicio físico y el cuerpo se redefinió. La disminución del esfuerzo físico en las labores cotidianas, gracias a las máquinas que le ahorraban trabajo al cuerpo, hicieron del sedentarismo la marca propia del hombre moderno.
Sin embargo, la modernidad trajo consigo otras dinámicas que hicieron del esfuerzo y el moldeamiento físico del cuerpo una necesidad, por ejemplo, de orden racial, que apoyó ideales nacionalistas y supremacistas. El entrenamiento militar representó el máximo ideal de dicho nacionalismo.
Luego de las guerras europeas de principios del siglo XX, el fitness, el moldeamiento sobre el cuerpo, se fue masificando y diversificando por todo el continente europeo y América.
En Alemania con Johan Basedow, se innovó la vestimenta ligera para mayor movimiento y comodidad (1774); en Suecia con Per Henrik Ling surgen, por medio de la “gimnasia suave” basada en la respiración, los estiramientos y los masajes, el desarrollo corporal encaminado a la belleza muscular; en España, con Francisco Amorós, se destaca el desarrollo de la fuerza física al tiempo que el entrenamiento sobre la moral (1819), enfatizando la mente en el desarrollo de la gimnasia, ya que se practicaba por placer o por mejorar el estado físico; en Francia con Hippolyte nace el primer gimnasio (1847); y, en Estados Unidos con Catharine Beecher, se practica el programa de gimnasia con música (1837).
Pero fue Dudley Allen Sargent quien inventó varias máquinas para entrenamiento físico y creó una prueba universal de fuerza, velocidad y resistencia en 1902, insistiendo en la importancia del fitness como lo conocemos ahora.
Pensadores como Georges Hébert, con su “Método natural” (1913) basado en actividades simples que no requerían de máquinas, hizo pensar en el hastío del hombre moderno sobre las máquinas que moldean el cuerpo y una especie de nostalgia a los tiempos en que el cuerpo se moldeaba por las actividades cotidianas del hombre del paleolítico, esto se conoce como el paleotraining.
- La industria del Fitness -
El desarrollo de equipos fitness, en los albores del siglo XX, le da la nueva perspectiva al entrenamiento físico como un tipo de entrenamiento basado en la resistencia. De esta manera, el fitness se expande como una industria por toda Europa y luego por el resto del mundo.
Este siglo es la entrada al universo del fitness, en donde la emergencia del cuerpo transformado dará paso a un mercado próspero para un mundo bello y saludable.
Pero este proceso de industrialización también ha sido posible gracias a elementos como: la fotografía, que durante décadas ha contado las primicias y los cambios desatados alrededor del mundo; lugares como los clubs deportivos (1910), con el precursor Edmond Desbonnet; y las ideas de McFadden acerca de volver a nuestros orígenes y vivir en armonía con lo que la naturaleza nos brinda.
Actualmente, nos encontramos de cara a un mundo en el que el fitness se fragmenta para ser muchas cosas a la vez. Parte de la necesidad de cambio, pero también del negocio o de la búsqueda de un equilibrio, o de todas. Su enfoque no cambia. En cada uno de sus aspectos se busca volver a lo que era la vida humana en el Paleolítico, cuando se trataba de subsistir, cazar y recolectar. Pero la naturaleza humana, su potencial evolutivo, también ha llevado a pensar este regreso desde otra perspectiva, que involucra nuestros orígenes y nuestra conciencia al mismo tiempo.
Ahora pensamos en ejercitarnos con las técnicas antiquísimas, pero no por subsistencia, sino por salud física y mental. Ejercicios diferentes, como el Paleotraining, llegan para hacernos volver, esta vez, conscientes de que un entrenamiento físico es la clave para vivir plenamente.
El Paleotraining es un entrenamiento desarrollado con el fin de reivindicar los hábitos del ser humano que, tiempos atrás, en el Paleolítico, se basaban en el movimiento al aire libre. Este método supone volver a los orígenes del homo sapiens, por medio de la imitación de los movimientos que, se cree, realizaban los primeros homínidos en su esfuerzo por subsistir y que, actualmente, se han perdido gracias al ritmo de vida sedentario que predomina.
A medida que se van realizando los ejercicios cortos e intensos como: correr, saltar, escalar, y empujar, se espera que los genes se estimulen a la vez que los movimientos proporcionan una postura corporal ideal y brindan beneficios para la salud. Este entrenamiento consiste en 150 movimientos y 30 tipos de sesiones para que los músculos no se adapten, pues de esta manera, perderían su rendimiento.
Como complemento a los ejercicios, el Paleotraining va acompañado de una paleodieta que se basa en: un ayuno que pretende estimular los sistemas energéticos y de recompensa y, la exclusión de alimentos como los lácteos, cereales y azúcares que no se consumían en la era del Paleolítico. Pero ¿realmente es posible una paleodieta en pleno siglo XXI donde el cuerpo y los alimentos mismos han evolucionado y se han modificado para ser complementarios?
El tema de lo saludable se encuentra enmarcado dentro de la idea inconsciente de volver, pero ahora, conscientemente de lo que hacemos y comemos, de estar bien por dentro y por fuera. Sin embargo, aunque ahora se cuenta con el apoyo de herramientas tecnológicas y máquinas avanzadas, el pensamiento del homo sapiens vuelve a lo primitivo y lo natural, en la medida en que busca el estar bien, pero ahora, explorando y transformando sus primeras costumbres, todo esto, con la idea encontrar una única y saludable forma de vida.