El cáncer, ¿cuestión de mala suerte?
Los científicos de la Universidad Johns Hopkins explican que, excluyendo algunos tipos de cáncer como el de seno, el más frecuente entre las mujeres, y el de próstata, el segundo más habitual entre los hombres, dos tercios del cáncer producido en adultos pueden explicarse por este tipo de mutaciones que hacen que los tumores crezcan, mientras que un tercio de ellos son consecuencia de factores genéticos y de un entorno desfavorable.
«Este estudio demuestra que uno puede aumentar las posibilidades de contraer cáncer si fuma o si mantiene malos hábitos de vida», subrayó uno de los autores de la investigación, Bert Vogelstein, profesor de oncología en la universidad de medicina Johns Hopkins, «sin embargo, numerosas formas de cáncer se deben sobre todo a la mala suerte y a una mutación de un gen que provocará un cáncer, sin relación alguna con el modo de vida o factores hereditarios», señaló.
Ya hace tiempo que los científicos comprendieron que cuando las células madre cometen errores o mutaciones puede producirse cáncer, pero esta nueva investigación es la primera que intenta comprender la proporción de casos de cáncer generados por este proceso en relación a aquellos que son debidos a la genética o a un entorno desfavorable.
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«Cambiar nuestros hábitos de vida será muy útil para evitar algunos tipos de cáncer, pero no tendrá ninguna eficacia en otros», observó Cristian Tomasetti, biomatemático y profesor adjunto de oncología en Johns Hopkins.
Sin embargo aunque muchas veces es cuestión de ‘mala suerte’ como los mismos científicos reconocen, vale la pena revisar nuestros hábitos y tomar algunas precauciones que ayudarán a evitar el desarrollo de la enfermedad.
El cáncer de piel por ejemplo, el más frecuente con 2 millones de nuevos casos cada año en todo el mundo, aunque puede desarrollarse, como explicamos anteriormente por mutación de las células, también puede ser evitado con cuidados bastante básicos.
Sin dejar todo a la suerte, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos a la hora de prevenir este tipo de cáncer:
- Existen dos principales tipos de cáncer de piel: el melanoma y el no melanoma. Se denominan así dependiendo de si se originan o no en los melanocitos, células de la piel que producen la melanina que le da color. Este tipo de cáncer se produce por un daño acumulativo por constantes exposiciones al sol sin protección en las horas de mayor intensidad. La exposición solar está implicada en el 80% de todos los casos de cáncer de piel.
-El cáncer de piel se puede tratar con cirugías, quimioterapia y radioterapia. Si es diagnosticado a tiempo el porcentaje de éxito es superior al 90 por ciento por lo que es importante visitar al dermatólogo al menos una vez al año, especialmente cuando se tienen factores de riesgo como exposición prolongada a los rayos solares, piel clara, cabello rubio y/o pelirrojo, presencia de pecas y lunares y antecedentes familiares de cáncer de piel.
-La radiación solar puede atravesar las nubes por los que los cuidados frente al sol se deben seguir, incluso en días nublados. Igualmente, en la zona andina la intensidad de la radiación UV aumenta aproximadamente un 10% con cada 1000 metros de incremento de la altitud por lo que las personas se deben proteger del sol y limitar la exposición a los rayos solares, es por eso que en ciudades como Bogotá, Tunja o Pasto, los rayos UV causan más daño que en Cartagena o Santa Marta”, afirma médico oncólogo Carlos Castro.
Recomendaciones generales:
- Limitar la exposición al sol antes de las 10 de la mañana y después de las 3 de la tarde, incluso en días nublados.
- Usar bloqueador solar con un factor superior a los 30 puntos en todo el cuerpo, por lo menos cada dos horas.
- Protegerse del sol con sombrero, gafas, camisetas y pantalones que reduzcan el área corporal expuesta al sol.
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