Cinco consejos para fortalecer tu relación de pareja

Llámalo y dile que lo amas

Esas llamadas inesperadas son las que alimentan el alma y el corazón. Existen momentos en los que es necesario recordar cuán importante es esa persona para que así sigamos ratificando los verdaderos motivos que nos han hecho permanecer a su lado. Con seguridad este acto va a tomarlo por sorpresa y querrá salir corriendo a donde estés.

Dale espacio

Es muy importante que no se pierdan estos momentos en tu relación. Aprovecha para salir con tus amigas, tus primas o tu familia, esto hace que no se deterioren otros lazos y permitirá además que cada uno siga viviendo su vida de manera normal, teniendo siempre presente que la relación hace parte de tu felicidad.

Dale siempre las gracias

Los detalles nunca pueden morir en una relación, hacen parte del diario vivir y son estos mismos los que te hacen determinar el nivel de importancia que tienes en la vida de la otra persona. Por supuesto que no estamos hablando de cosas materiales únicamente, sino del sentimiento, de las vivencias del día a día, y de lo importante que es compartir tu tiempo y espacio con el ser que amas. Dale las gracias por su existencia, por hacerte feliz, por ser tu apoyo y tu soporte para superar las cosas, pero sobre todo por elegirte como su acompañante en el camino.

Piensa antes de reaccionar

Las peleas y las crisis hacen parte de las relaciones, algunas veces sirven para que te des cuenta de lo que está fallando y de la manera cómo puedes hacer para solucionarlas, sin embargo, a veces la rabia no te deja pensar con cabeza fría, por lo que recurres a la ofensa y a los reclamos. Tranquilízate, aléjate un momento y piensa que una reacción puede hacer que exista un desenlace “fatal”.

Sé colaboradora

Los hombres se derriten cuando te pones a su servicio. Si estás en el supermercado o comprando algo, hazle saber que puedes colaborarle en lo que necesite, esto hará que valore tu tiempo, tu entrega y tu compromiso con las cosas que no son su responsabilidad. Lo mejor es que no es por obligación sino por devoción.

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