
Mujer exhibiendo sus productos para niñas
Pijamadas a domicilio
En agosto del año pasado la idea tomó forma y arrancó como un hobby que rápidamente se convirtió en un apetecido servicio. Pijama party Bogotá es el nombre con el que Silvia Fonnegra bautizó su microempresa. En una sala, un salón comunal o la terraza cubierta de un apartamento monta un espectacular escenario para que un grupo de niñas se sienta en medio de un cuento.
Son pijamadas temáticas, en las que cada niña tiene una carpa con su colchón, cojines, cobija y batas para ella y su muñeca. También una mesita diminuta sobre la que reposan una botellita de agua, de champú y de acondicionador, además de dulces.
Así se están celebrando ahora los cumpleaños. En vez de piñatas o fiestas infantiles, Silvia organiza pijamadas por encargo que, a veces, cuando los invitados son muy pequeños para dormir en otra casa, se convierten en una divertida actividad para pasar la tarde jugando.
Aunque la inspiración fue una pijamada para celebrarle el cumpleaños a su hija y la mayoría de montajes son para niñas, también tiene un plan para niños que se llama Adventure Camp, que consiste en una especie de picnic bajo techo. Tarda entre dos y tres horas en el montaje y el servicio está dirigido a pequeños entre los 6 y los 14 años. Deben ser al menos seis asistentes y puede montar 24 carpas como máximo.
El costo depende de la cantidad de asistentes y de los adicionales. La más económica cuesta 80.000 pesos y la más cara, 140.000. En un mismo fin de semana puede organizar entre tres y cinco pijamadas.
Instagram: pijamapartybogota
Facebook: pijamapartybogota
Kits del Ratón Pérez
Una moneda de oro. Eso fue lo que su hija Juliana, de cuatro años, le dijo que quería que le trajera el Ratón Pérez a cambio de sus dos primeros dientes de leche, que perdió muy temprano por cuenta de un golpe. María Cristina Fontalvo consultó en Google para descubrir que tendría que traerla de España, en donde este roedor es toda una leyenda.
Así comenzó a cobrar vida La visita del Ratón Pérez, un kit que María Cristina diseñó a lo largo de un año con la asesoría de una psicopedagoga y del que ya ha vendido más de 200. A través de estas leyendas, cargadas de fantasía, suele ser más fácil que los niños procesen cambios, como la pérdida de los dientes. En vez de sentir angustia, sienten ilusión.
Cada kit cuenta con un libro de actividades, elaborado por ella, que incluye: el cuento del Ratón Pérez; un dibujo de un pequeño sonriendo para que los papás escriban dentro de cada diente la fecha en que se cayó; las recomendaciones que da el Ratón para cuidar los nuevos dientes; un diploma firmado por este encantador roedor, y un espacio para que peguen su foto muecos. El también trae una puerta -por la que pasará ese amigo peludo-, 24 calcomanías, la moneda de oro firmada por el ratón y un roedor miniatura que guarda el diente y se pone debajo de la almohada.
La idea, explica María Cristina, es que los niños pongan esa pequeña puerta cerrada en un lugar del cuarto y al día siguiente la encuentren medio abierta, como señal de que el visitante llegó. Este producto está dirigido a niños entre cinco y ocho años y cuesta 80.000 pesos con puerta y 50.000 sin ella.
Instagram: @fabrikdeilusiones
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Little Picnic
Como una alternativa diferente para que los niños se diviertan sin salir de su hogar, nació Little Picnic, un servicio que consiste en montar, dentro de las casas o en los jardines, un mantel con tiendas, mesas, canastas y una colorida ambientación que garantiza un rato de sano esparcimiento. Nora Aldana cuenta que la idea se materializó en diciembre pasado y, desde entonces, no ha parado.
Ofrece picnics hasta para 16 personas. Al comienzo se enfocó en las niñas, pero la empezaron a buscar para fiestas infantiles de niños e, incluso, para aniversarios. Los adultos también quieren salir de la rutina, así que las parejas son otro nicho importante para su negocio. A ellas les ofrece copas, tabla de quesos, luces para generar romanticismo y mensajes amorosos.
El costo por niño con comida es de 50.000 pesos. El Picnic Love, como bautizó al de las parejas, cuesta 350.000 con todo y 300.000 sin la tabla de quesos.
Mamá organiza
Beatriz Restrepo, una diseñadora de interiores que decidió dedicarse a su hogar, le dio vida a un original servicio que consiste en arreglar los guardarropas de hombres y mujeres desesperados con el desorden. La idea comenzó hace cinco años y hoy ya son ocho las personas que trabajan bajo la guía de Beatriz en Mamá Organiza.
El servicio incluye una valoración, para determinar qué tan serio es el problema, analizar el espacio y cotizar. El arreglo tarda entre ocho horas y tres días, y el costo arranca en 70.000 pesos.
Instagram: @mamaorganiza
Entrenamiento para administrar el hogar
¿Cansada de comer siempre lo mismo? ¿De qué los productos de aseo no duren? ¿Y de no sentirse satisfecha con el oficio que hace su empleada doméstica? Hace seis años, Martha Duplat se dio cuenta de que muchas mujeres están desesperadas con la administración de su hogar. Por eso decidió alternar su pasión por la cocina con talleres que dicta a domicilio.
Son sesiones de cuatro a cinco horas en las que se habla sobre cómo optimizar el uso de los implementos de aseo; cómo cocinar algo rico con lo que queda en la nevera; cómo aprender a preparar y congelar un menú, y cómo mercar o escoger la carne según el corte. La idea, cuenta Martha, es que aprendan a manejar la casa a control remoto.
Fotos: Daniel Álvarez