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Colágeno vs. madurez

¿El tamaño importa? ¿Es bueno si gime? ¿Es malo si no? A la hora de la verdad, todo se reduce a la experiencia.

Por Redacción Cromos
19 de septiembre de 2017
Escena de la película infidelidad

Escena de la película infidelidad

 

 

Por: Laura Muñoz Sarmiento

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Una cara de la moneda

 

El día en que David se acostó con una cuarentona supo que las prefería grandes. Más bien maduras. Más bien expertas. Y es que en un mundo donde todos piensan en sexo, pero pocos hablan del tema abiertamente, decir que a sus 24 se acostó con la mamá de una amiga le representa una satisfacción: “Las prefiero mayores, porque se la juegan toda de una: disfrutan desde el principio. Intuyo que son más conscientes de que ‘el romance’ no va a durar y aprovechan mientras se pueda”.  

 


En la cama son muchos los peladitos que prefieren las canas. Ya sea por transgredir un tabú o por sentirse recorridos, son varios los que se acuestan con veteranos de mil batallas que la tienen clara, o que, por lo menos, van al grano a la hora de tener sexo. Pero hay que decir que es muy diferente cuando una mujer se acuesta con alguien mayor a cuando un hombre lo hace.  

 


De acuerdo con Nicolás Tarazona, psicólogo y sexólogo argentino, todos los estudios apuntan a que las mujeres buscan varones mucho más grandes mientras que los hombres se sienten más cómodos con mujeres menores. Motivos: las mujeres se desarrollan más rápido y les atrae un varón con mayor madurez sexual. También se trata de algo genético, dice Tarazona: “Las mujeres están preparadas para ser protegidas, mientras que los hombres están dispuestos a proteger”. En ese sentido, que una mujer los prefiera mayores no es descabellado, ¿pero por qué un hombre las preferiría veteranas?  
Es probable que un hombre menor se acueste con una mayor por el placer de pasarse la prohibición. También porque la experiencia no se improvisa, y por la soltura con que una mujer ‘entrada en años’ expresa y pone en práctica sus deseos sexuales. O al menos ese es el punto de vista de David, el veinteañero que las prefiere maduras, muy a pesar de los contras que también identificó.

 


Hay veteranos que se idiotizan con el colágeno: “Las personas mayores sienten con frecuencia dos miedos –dice David–. El primero es a dejar de ser atractivo y el segundo a la soledad. A veces confunden cualquier muestra afectuosa con amor”. La verdad es que estar cómodo o no con una pareja sexual, y que esa misma pareja se sienta bien a pesar de su edad es un asunto netamente psicológico.

 


Según un estudio que publicó este año el Journal of Sex Research, sentirse viejo tiene implicaciones en la vida sexual. Así que no solo se trata del estado mental del joven que se involucra con alguien mayor, sino también del momento psicológico del veterano. El estudio indica que las personas muestran menor interés en el sexo al sentirse más viejas, y también tienen niveles más bajos de satisfacción sexual.

 

 

La otra cara


“Los prefiero menores porque tienen menos preocupaciones y prejuicios que mis contemporáneos”, dice Isabel.  A sus 31 está segura de que sus mejores experiencias fueron con hombres hasta siete años menores que ella –incluso tuvo una relación de dos años con alguno–. Como ella, son muchos los que las/los prefieren jóvenes, ¿por qué?

 


Tarazona insiste en que las mujeres tienden a preferirlos mayores, pero cuando los prefieren menores puede ser por una atracción a las mieles de la juventud. “Los más jóvenes tienen todo mucho más firme. Llegan a la erección mucho más rápido. Pueden uno, dos, tres, veinte. Y se les puede ir moldeando. Un tema aquí es que el ‘adulto’, en este caso, dominaría la situación y quizá eso es lo que realmente le gusta”.

 


Y sí. Isabel acepta que la mayoría de las decisiones importantes recaen sobre ella. Es decir, tiene un margen de maniobra que no logra fácil con hombres más plantados. Sin embargo, y desde una mirada más romántica, agrega que los ‘colágeno’ siempre se han sentido más atraídos por su intelecto que por su apariencia. Y que en lo sexual, definitivamente, aguantan más: “Obviamente la falta de experiencia hace que casi todos tengan muchos nervios y tabúes, pero eso es de hablarlo en pareja y con tranquilidad”. 

 


Tarazona, quien concluye que todo se extrapola a lo social, dice que “un pibe de 50 años con una de 20 es aplaudido socialmente, en cambio si estuviera con una de su edad no se le dice nada”. Lo mismo pasa con las mujeres menores que salen con mayores “bien posicionados en el mercado”. Pero, en definitiva, todo se trata de relaciones de poder que constantemente fluctúan entre los tabúes y lo que está aceptado socialmente. Tener una pareja mayor o menor no depende necesariamente de la satisfacción física, sino, sobre todo, de la mental. Y lo que es innegable aquí o en Pekín es que la edad sí es una cuestión de llevar a la cama. 

 

 

Foto: Youtube

Por Redacción Cromos

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