
La autora de “Estoy bien. Guía de supervivencia sobre rupturas sentimentales”, asegura que sus consejos son los indicados para quienes aún les atormenta la visión de su ex novio con otra chica, cuando la “sed de venganza” no les deja dormir o cuando es casi imposible reprimir las ansias de coger el teléfono para oír su voz.
“Ya sé que no tienes ganas de nada, pero eso no significa que te vayas a dejar llevar por la senda de la desesperación, porque yo te garantizo que vas a volver al mercado de las solteras en el menor tiempo posible”, asegura la autora con este lenguaje coloquial.
“Prohibido llamarlo, acosarlo, humillarte, arrastrarte, dejar tu cuerpo tirado en tu sofá; aleja estos pensamientos de tu cabeza y sobrelleva los primeros tres meses sin perder la sonrisa, aunque te cueste”, anima Mandana a sus lectoras, en un libro de tamaño mini-bolsillo de 208 páginas, con un consejo en cada página y un dibujo alegórico, seleccionado por días.
“Levántate, ve a trabajar y llora. No leas sus e-mails antiguos. No te quedes mirando fijamente el teléfono. Quita todas sus fotos del escritorio. Y no le llames. Llama a tu mejor amiga y pídele que se quede a dormir en tu casa. Lo entenderás mañana por la mañana…”, es el consejo de esta experta para el “Día 1”.
Un mundo con emociones contradictorias
“Cuando mi novio me dejó, entré en un mundo repleto de emociones contradictorias (ira, hostilidad, venganza…), un mundo en el que podía encontrar consuelo en el yoga, la religión, la comida, el ejercicio, las dietas, el alcohol, la medicina holística, las limpiezas de cutis, las manicuras, o pedicuras”, subraya esta ilustradora creativa.
“Mi consuelo podía derivar también hacia el mundo de los animales, las revistas, los libros, la televisión, los psiquiatras y los grandes almacenes; un mundo en el que era posible perder siete kilos en una semana y ganar treinta la siguiente”, enfatiza Mandana en el prólogo de su primera obra.
Con su experiencia, la autora aprendió que la compañía era absolutamente necesaria en esos momentos duros, cuando te asaltan pensamientos deprimentes y oscuros y, por este motivo, redactó sus consejos como un aviso para navegantes, su propio cuaderno de bitácora.
Un psicólogo a mano
Entre los consejos de Mandana para el cuarto día figura “tener a mano un psicólogo para, dentro de dos semanas, cuando todos tus amigos estén ya hartos de oírte hablar sobre tu ruptura y todavía estés sufriendo y pasándolo fatal”.
Otra sugerencia es imprimir todos los e-mails antiguos sin leerlos, meterlos en un sobre con todas sus fotos, excepto las dos peores, junto con todos los recuerdos de vuestra relación y enviárselos a tu madre para que tú no puedas verlos hasta que estés preparada.
A la semana, Mandana asegura que ya es conveniente también borrar su número, dirección y teléfono de la agenda del móvil y sustituirlo por el de otra persona, “para que cuando te mueras de ganas de llamarlo, no puedas hacerlo”, así como sacar en bolsas de basura toda su ropa y llorar. Y llorar. Es terapéutico.
Para el día 16, la ilustradora aconseja empezar a salir a cenar con amigos, pero ¡¡¡nunca con parejas!!! "Tómate una copa y habla sobre él. A estas alturas, es probable que ya no llores. Sólo probable", ironiza.
El día 23 ya se puede empezar con las compras y sacar humo a la tarjeta de crédito, ya que el dinero es lo que menos te importa en estos momentos. Y unos zapatos "peet shoes", increíblemente altos e imposibles de llevar puede no resultar lo más adecuado, pero sí lo que más te pida el cuerpo.
Y ya, el día 76 es hora de que la afectada tenga una ocurrencia heroica y divertida, muy divertida: "Hazte amiga de sus ex novias y critícale en compañía; si tan malo es, tiene que haber unas cuantas por ahí, así que no te costará demasiado", remacha la ilustradora neoyorquina.
Foto: Istock.