Si vas a preparar algo dulce en casa, procura que tenga menos azúcar que un producto procesado / Fotos: Pixabay
Lo primero que hay que entender es que cuando se habla de alimentación consciente hay que centrarse en el tiempo presente y en al acto mismo de comer, que va “desde el momento que voy a comprar hasta que me siento a comer”, explica Fran Sabal, dietista-nutricionista y autora del libro Nutrición emocional.
La profesional define la ansiedad como un exceso de futuro. “Nuestra mente salta todo el tiempo entre pasado y futuro. Está todo el tiempo imaginándose cosas y eso no es sano”. De hecho, una alimentación consciente, centrada en el presente, “nos va a ayudar a vivir con mayor seguridad una situación como la que estamos viviendo ahora», apunta la nutricionista”.
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Toda esa teoría, traída a la realidad, se aplica de la siguiente manera: comemos para tranquilizarnos, pero “el efecto de calma dura tres minutos”, mientras que “el efecto de culpa dura mucho más”, señala Sabal.
Paso a paso
- A la hora de ir al supermercado. Haz una lista previa de lo que necesitas en casa. Si vas a hacerlo a través de un servicio de domicilio te resultará mucho más fácil, menos riesgoso y más efectivo.
- En la cocina. La nutricionista dice que es en este lugar donde sucede la “magia. “Con tan solo cuatro alimentos podemos conseguir un plato increíble. Por ejemplo, si voy a hacer un salteado de verdura, hay que fijarse en la textura de las verduras, en su color, en su olor y como, según vamos cocinando, van cambiando estos elementos”.
- Al servir. La experta destaca la importancia de alimentar nuestra “hambre visual”, es decir que preparemos la mesa de una manera bonita, con una vajilla, cubiertos y vasos que nos gusten. Sobra decir que debes evitar al máximo comer frente al televisor o computador, o estar revisando el celular. Trata que este momento sea sagrado. Una vez termines podrán volver a lo que estabas.
Si el pecado de ir a la alacena es inevitable, procura hacerlo de la manera más saludable:
Versión dulce. Puedes optar por un poco de chocolate, pero también existe la opción de preparar tus propios postres y cuando lo hagas, añade poca azúcar o hazlos empleando endulzantes naturales como stevia o miel de abejas. También puedes agregar frutas que le darán esa sensación de sabor dulce que quieres probar.
Versión salada. Tener a la mano verduras crudas como zanahoria o apio nos evitará acudir a los peligrosos paquetes, pero sí esas no son tus favoritas, puede hacerlo con papa, yuca, pepino, tomate, etc. Le puedes agregar un poco de queso, especias y al horno será un verdadero manjar. Incluso puedes hacer pizza con harina integral. La idea es que reduzcas las grasas saturadas y reemplaces los embutidos con carnes frescas.
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