Por: Gilberto Eduardo Gutiérrez
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Cromos fue el cielo en el que se configuró el estrellato nacional. Después de la portada de Gloria Valencia a mediados de los 50, los rostros de los artistas nacionales fueron ganando páginas hasta copar diversas secciones, como ocurrió con Lyda Zamora, Óscar Golden, Los Speakers o Álvaro Ruiz.
9 de febrero, 1982
El hombre feliz
En su versatilidad, Álvaro Ruiz fue celebrado en muchas ocasiones en la sección de farándula como un icono nacional. Rostros que la gente reconocía y respetaba.
Todos ellos se tomaron la vida cotidiana de las familias colombianas, como sucedió durante 20 años con el seriado Yo y tú, creado por Alicia del Carpio, que reflejaba las desigualdades sociales en la comedia patrocinada por un café instantáneo. Alfonso Lizarazo, pionero de la radio juvenil, pasaba ahora a la televisión para mostrar los cambios de época. Ya no solo se hablaba de Brigitte Bardot, de Sofía Loren o de Claudia Cardinale, sino que era posible hablar de Claudia de Colombia paseando en monareta por las calles de la ciudad.
10 de julio, 1972
Pacheco y su prometida. El hombre de la televisión más querido por los colombianos dio el sí y en esta edición le contó los detalles a Cromos.
8 de junio, 1982
Amparo Grisales y Leonidas Filatov
Los protagonistas de la primera película colombo-rusa: Los elegidos, novela de Alfonso López Michelsen llevada al cine.
Foto: Dora Franco
El realismo mágico televisivo era presentado por la revista, que seguía con expectativa la emergencia de la telenovela nacional de los años 80, donde se asomaban destellos del paraíso narco. La mala hierba, escrita por Juan Gossaín y presentada por Caracol Televisión se anunciaba como el relato que haría historia en la pantalla chica colombiana. No era la primera y, por supuesto, no sería la última historia de mafiosos y contrabandistas. Ya el Culebro Cassanova había protagonizado El Esmeraldero. Con un cierto tono premonitorio de capos y patrones Cromos tituló: Un padrino a la criolla, y mostró a María Eugenia Dávila y Camilo Medina como las estrellas principales. La ficción comenzaba a ser desbordada por la realidad.
22 de enero, 2007
Yo soy Betty, la fea
Fernando Gaitán al lado de su personaje estrella, quien escribió para Cromos “un diario inédito sobre los sentimientos encontrados” de su novela más famosa.
25 de noviembre, 1991
Rafael Escalona y Matilde Manjarrés
Los personajes que dieron vida a la historia en Tv de uno de los músicos más admirados de la tradición vallenata, con libretos de Daniel Samper Pizano.
En este universo crecerán figuras como la de Amparo Grisales, que aparece de mil maneras, incluida su actuación en Los elegidos, novela de Alfonso López Michelsen, llevada a la pantalla grande por un director soviético. María Cecilia Botero, la hija del director Jaime Botero, que pasó su vida en un set de televisión, se muestra como estrella y, recién casada con el novel director David Stivel, habla de su deseo de ser madre. Pasará lo mismo con Margarita Rosa de Francisco —hija de otra reina entrañable para la revista, Mercedes Baquero—, quien después de casarse con Carlos Vives en la ficción, hará lo mismo fuera de la pantalla y protagonizará, así, una de las bodas el siglo. La frontera entre el chisme y la vida privada es cada vez más difusa.
Las firmas de León Nafta (Germán Rey), Fabiola Morera o Camándula educaron desde el periodismo y la crítica a un público que gozó las entrevistas en las que se muestra a los artistas en su vida cotidiana. Sobre Pacheco, el presentador más querido en la historia de la televisión, Cromos hace un álbum familiar y un retrato cotidiano a calzón quitado.