Mujer en la cama acostada
No es lo mismo una barra pequeña de chocolate que una enorme. Esa elección dependerá de cuántas ganas tengas de comerla, del dinero del que dispongas para comprarla o de cuántas personas la comerán. Esta es una buena metáfora para hablar de la elección del tamaño de tu cama, aunque no parezca, es una decisión importante, porque de ella puede depender la calidad de tu descanso diario.
Lo primero que debes tomar en consideración es el tamaño de la habitación, ya que la cama que elijas estará condicionada a ese espacio: lo más importante es que quepa y que quede lugar para caminar.
Lo segundo, pero no menos importante, es el número de personas que compartirán la cama. Las más pequeñas, llamadas individuales, sinlge o twin son ideales para niños. Al escoger una de estas es necesario tomar en consideración que el niño crecerá y, en un tiempo, tal vez debas cambiar la cama nuevamente. Este tamaño también sirve para solteros, dependiendo de la estatura. Una persona muy alta o robusta podría sentir que le falta espacio.
Para una pareja es ideal una cama Queen, porque, aunque la matrimonial lleve ese nombre, no es tan ideal para una pareja que conviva a diario. Es sólo unos 4 centímetros más grande que la individual, sin embargo, es una decisión muy personal, decidir en cuánto espacio cabe el amor. Luego vale la pena pensar en la decoración: cuánto espacio quieres para que quepan otros objetos como mesas de noche, puff, gaveteros o algún otro que quieras incluir en tu habitación.
El tamaño más grande disponible en el mercado es el King, ideal para decoraciones espectaculares y máxima comodidad. Sólo tú puedes decidir el tamaño de cama que quieres o necesitas para descansar y sentirte confortable en tu habitación y para esa cama existe un cómodo y práctico colchón Boxi Sleep.
Foto: Istock.