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Después de concentrarnos en la mujer, ahora vamos a ocuparnos de los suplementos alimenticios recomendados para los hombres.
Los suplementos nos ayudan a mantener un estilo de vida saludable y, en ocasiones, le aportan a nuestro cuerpo cosas que necesita, pero que no puede generar por sí solo. Existen muchos tipos de suplementos, así que debemos informarnos para tomar los adecuados. Hoy revisaremos los probióticos, el omega 3, el zinc, el cromo y los multivitamínicos.
Sigue a Cromos en WhatsApp1. Probióticos
Los alimentos que contienen probióticos son buenos porque llevan microorganismos vivos que ejercen efectos beneficiosos para la flora intestinal. Esos microorganismos actúan desde el intestino, se fijan a la mucosa intestinal y ayudan a mantener el equilibrio biológico: favorecen la proliferación de microorganismos beneficiosos y eliminan los nocivos. El 80% de nuestro sistema inmunológico vive en el intestino y solo el 10% de las células son de origen humano, el 90% son microbianas, de ahí la importancia de cuidar las bacterias beneficiosas.
Algunos estudios científicos han revelado que el uso correcto de los probióticos, con vigilancia de un médico, puede ser de gran ayuda para los hombres. Una de las investigaciones halló que son útiles para la salud de la arterias: reducen el nivel del colesterol malo y tienen una repercusión positiva en muchos casos de disfunción eréctil, relacionada con una mala salud cardiovascular.
Fuentes de probióticos: yogurt, kéfir de leche, encurtidos y quesos crudos.
El hígado es uno de los grandes beneficiados de los probióticos, capaces de limitar un componente inflamatorio de nuestro ADN, que es responsable de muchos de nuestros males modernos, entre ellos la falta de potencia sexual.
Las investigaciones también concluyeron que los probióticos producen una acción benefactora sobre el cerebro y mejoran el estado de ánimo. Además, fortalecen el sistema inmune y aumentan las defensas.
¿Cómo ingerimos los probióticos? Podemos adquirirlos en forma de cápsulas. Se encuentran con diferentes fórmulas de probióticos, que están disponibles con distintas bacterias. Es importante que tome consejo de su médico a la hora de añadir o aumentar la dosis de este suplemento.
2. Omega 3
Está presente en casi todas las recomendaciones nutricionales para ambos sexos, pero hay que dejarse asesorar por un especialista antes de comprarlo, para asegurarnos de que sea un triglicérido o un fosfolípido, y que no haya sido sometido a altas temperaturas.
Los omega 3 tienen un papel clave en la regulación de la presión sanguínea, en la normalización de los niveles de triglicéridos en la sangre y en el mejoramiento de la inmunidad. Son una familia de ácidos grasos poliinsaturados que encontramos sobre todo en los alimentos de origen vegetal, como el aceite de lino, los frutos secos, las semillas de calabaza y de cáñamo; en los pescados azules, como el salmón, el atún y la trucha, y en las algas marinas. La longevidad de algunos pueblos cuya dieta es dominada por el pescado, como el japonés, está muy ligada a la alta ingesta de este nutriente.
Fuentes de Omega 3: salmón, aceite de linaza y nueces.
Este tipo de grasas insaturadas son protectoras del sistema cardiovascular, actúan como antioxidantes y, al formar parte de cada una de las células de nuestro cuerpo, su ingesta en cantidades adecuadas ayuda a prevenir la resequedad de la piel y el pelo, eczemas y demás problemas cutáneos. Además ayudan al hombre a estar en forma, al aumentar su masa muscular.
3. El zinc
No sintetizamos el zinc, lo necesitamos. Hay alimentos ricos en este mineral, como las ostras, pero no es fácil encontrarlas en nuestra dieta diaria. El zinc regula la producción de las células T o linfocitos, que ayudan a proteger el hígado y la salud de la próstata. Es un mineral esencial para el correcto mantenimiento del órgano reproductivo.
Las dosis estándar de zinc suelen llegar hasta lo 10 mg y dependen de factores como la edad o la actividad física. Los deportistas, por ejemplo, pierden mucho zinc con la transpiración. La deficiencia de este mineral puede reflejarse en la incapacidad para equilibrar ciertas hormonas, como la testosterona, clave a la hora de crear masa muscular y dar dureza a los huesos. Cuando existen problemas de producción de testosterona, también baja la energía y la libido. La deficiencia de zinc va en contra de la producción de los glóbulos blancos, encargados de protegernos frente a las agresiones externas.
Fuentes de zinc: ostras, chocolate y sésamo.
El zinc ayuda al cuerpo a producir espermatozoides sanos y es muy útil en el tratamiento y la prevención de problemas de próstata, cuyo tamaño suele aumentar a medida que los hombres envejecen y, en esa medida, incrementa la necesidad de orinar. Esto puede controlarse con el zinc, que regula los niveles hormonales.
4. El cromo
Lo encontrarán como picolinato de cromo: la suma del cromo y el ácido picolínico Ayuda a que la insulina trabaje mejor, así que se recomienda para la prevención y el tratamiento de la diabetes. Necesitamos asesoría médica para conocer la dosis correcta que debemos tomar de este suplemento, ya que las sobredosis nos pueden acarrear efectos secundarios.
Fuentes de cromo: gofres y brócoli.
Uno de los beneficios más importantes del cromo es estabilizar la cantidad de azúcar en sangre. Desempeña un papel fundamental en el metabolismo de grasas y carbohidratos en el cuerpo.