Los primeros signos de la edad aparecen cuando empieza a faltar el colágeno en nuestro cuerpo / Foto: Pixabay
El colágeno no solo le aporta elasticidad a la piel, sino que ayuda a fortalecer huesos, músculos y articulaciones. Es por eso que es importante que lo mantengas en tu organismo y la mejor manera de hacerlo es a través de ciertos alimentos, que lo aportan de manera directa o nos ayudan a producirlo de forma natural. Conoce cuáles son para que los incluyas en tu dieta.
Pollo. Son muchos los suplementos alimenticios, que aportan colágeno, derivados precisamente del pollo, que lo contiene en gran cantidad.
Sigue a Cromos en WhatsAppPescados y mariscos. Cabezas, escamas y globos oculares son las partes que más aportan colágeno, aunque en general, pescados y mariscos contienen esta sustancia.
Claras de huevo. Aportan grandes cantidades de prolina, que es uno de los aminoácidos más importantes que contribuyen a producir colágeno de manera natural a nuestro cuerpo.
Cítricos. La naranja, el limón, la toronja y la mandarina son ideales para producir procolágeno, que se utiliza en la sintetización del colágeno.
Frutas tropicales. Al igual que los frutos cítricos y rojos, aquellas frutas consideradas tropicales como el mango, el kiwi, la piña y la guayaba contribuyen a la producción natural de colágeno en el cuerpo.
Ajo. Es ideal en la producción de colágeno, debido a su alto contenido en azufre, que previene la descomposición de esta sustancia.
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Hojas verdes. Espinacas, acelgas, coles y algunas otras verduras ricas en clorofila, son grandes aliadas para la producción de procolágeno, así como para aportar antioxidantes al cuerpo, que al consumirlas ayudan a prevenir algunos signos de la edad.
Tomate. Proporciona casi hasta un 30 por ciento de vitamina C, clave en la producción de colágeno, además de que aporta varios beneficios a la salud y belleza de nuestro cuerpo.
Un dato importante que debes recordar para no echar por la ventana el aporte conseguido con el consumo de estos alimentos, es el de evitar al máximo el azúcar y carbohidratos refinados, debido a que estos inflaman el cuerpo y dañan la producción de colágeno.
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