Al consultorio de Doctora Corazón llegan diariamente decenas de cartas. Unas largas y otras de unas líneas. Los temas que dominan son la infidelidad, los problemas de confianza y la falta de pasión sexual en las parejas. Las dos cartas de esta edición son especiales porque hablan de relaciones íntimas con primos. Algo que en un principio puede sorprender, pero que históricamente se ha repetido, y no solo en las familias de los Borbones.
La historia de esta atracción llama mucho mi atención, y lo que me resulta más curioso, que no me he criado con primos, es que el matrimonio entre familiares es considerado ideal en sociedades como la polinesia, la australiana y, muy especialmente, la albanesa (la mitad de los matrimonios son entre primos). Hoy, en Estados Unidos, 19 estados permiten a sus residentes casarse con un primo o prima. En Colombia existen las uniones entre ellos. El derecho canónico impide los matrimonios entre primos, pero, curiosamente, ¡sí existe una dispensa para que puedan casarse! En mi experiencia como asesora y consultora, he podido constatar que algunas mujeres, antes de perder la virginidad con cualquier vecino, hacen sus pinitos con sus primos.
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| Estos dos lectores tienen algo en común
Algunas veces siento que todos estamos relacionados. Que la señora que me escribe desde Cali porque está siendo infiel ha mandado la carta justo después de la señora que está en la misma ciudad esperando a su esposo. Y que ambas duermen a deshoras con el mismo. A todos mis lectores les contesto con la misma energía y tranquilidad.
Todos estamos relacionados, pienso. Y estamos aquí para enamorarnos, aprender, desenamorarnos y seguir en la rueda de darle alas a nuestro corazón, para ser felices y para conseguirlo sin hacernos daño ni hacérselo a otros. Y si se enamora de su jefa, de su profesor o incluso de su primo, puede contármelo, yo le responderé.
Tuve un trío con mi primo y ahora quiero otro
Cordial saludo, Doctora
No sé si tal vez sea extraño que un hombre pida consejos de este tipo. Llevo cinco años con mi novia. Ha sido una relación bastante intermitente. Ella me dice que me ama, considero que es una buena pareja y en la cama nos entendemos muy bien.
Hace poco, ella entró a un trabajo en el que conoció a una chica que le habla mucho de sus aventuras sexuales y a la que le encanta el sexo. Esto parece que le hubiese activado el deseo a mi novia, así que le pedí un trío y al otro día las dos accedieron.
Nunca he estado con dos mujeres, pero hace un tiempo tuvimos que dormir con un primo en la misma cama. Cuando la toqué, ella estaba más húmeda de lo normal, así que supuse que le excitaba estar con dos hombres. Le propuse un trío y ella claramente dijo que sí. Por eso ahora le reclamé que ella me debía uno. Sin embargo, pienso que mi novia está sintiendo celos. No sé si todo pueda cambiar si seguimos adelante con esto.
Querido lector,¿o debo decir lectores?
Gracias por enviar esta carta.
Este caso me parece interesante porque me hace pensar que, a veces, los tríos generan algunos problemas en las parejas. No estoy ni a favor ni en contra de que lo hagan, ya sea con primos o con mujeres que todavía ni conoce, pero me parece que estamos ante dos finales posibles:
El trío puede llevar a situaciones incómodas o dolorosas. Si intuye que este es su caso, pase la página y despídase de los tríos.
Puede ser una noche maravillosa para los que participan, pasará a la página 69 de su Kamasutra, tendrá que abrir más cajas de sorpresas y volverá a escribirme. Si ya han probado un trío con un primo de forma espontánea y no generó celos (¡sorprendente!), es muy factible que ocurra el trío con la amiga.
No sé lo que pueda pasar. Solo usted podrá contarme el desenlace de esta historia. Por simple curiosidad, ¿vio el final de la película Lunas de hiel? No se pierda la cara de Hugh Grant. Búsquela en Youtube, porque puede ocurrirle a usted.
Caí con mi primo y no puedo parar
Buenas noches, Doctora Corazón
Soy una mujer con 24 años y ya llevo 7 años con mi novio. Estuvimos juntos durante toda la universidad, pero desde antes de conocerlo yo sentía una atracción muy grande por mi primo. No sé en qué pensaba, pero tal vez eso de que lo prohibido es más rico es cierto.
Desde antes de conocer y empezar la relación con mi novio, yo ya me había involucrado con mi primo y él siempre me correspondió, así que una noche, en medio de copas, pasó lo que tenía que pasar.
¡Me involucré sentimentalmente, pero sabía que entre los dos nada podía pasar!
La versión completa de esta carta y su respuesta se publicarán en la próxima edición.
Foto: iStock.