El canto de los pájaros es más que un sonido agradable; es una forma de comunicación vital en el mundo de las aves. A través del canto, los pájaros establecen su territorio, encuentran pareja y advierten sobre posibles peligros.
Cada especie tiene un canto único, que puede variar en tono y duración según el mensaje que deseen transmitir. Además, el canto de los pájaros es importante para los ecosistemas, ya que ayuda en la dispersión de semillas y en el control de insectos.
Para los humanos, escuchar el canto de los pájaros puede ser una experiencia relajante. De hecho, hace poco se publicaron algunos estudios que demostraban que, al oírlos, la salud mental se ve impactada. ¿Cómo? Esto revelaron.

Escuchar el canto de los pájaros reduce el estrés y ayuda a equilibrar nuestra salud mental, creando una sensación de calma y conexión con la naturaleza.
El canto de los pájaros y la salud mental
Dos estudios independientes, ambos publicados en la reconocida revista Scientific Reports durante el año pasado, concluyeron que la interacción con la avifauna, ya sea visual o auditiva, puede contribuir significativamente a mejorar nuestro bienestar psicológico.
Numerosos estudios científicos han corroborado la estrecha relación entre una mayor exposición a entornos naturales y una mejor salud física y mental.
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Las aves, en particular, destacan como agentes terapéuticos, facilitando nuestra conexión con el mundo natural y brindando beneficios para nuestro bienestar integral, incluso cuando se encuentran ocultas y solo podemos apreciar sus melodiosos cantos.
Según le contó a The Washington Post Emil Stobbe, investigador de neurociencia ambiental en el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, la singularidad de los cantos de las aves reside en su capacidad para evocar imágenes de entornos naturales prístinos, incluso en personas que habitan en entornos urbanos y tienen un contacto limitado con la naturaleza.
En un exhaustivo estudio que empleó la aplicación móvil Urban Mind, investigadores analizaron los datos de aproximadamente 1.300 participantes para evaluar la relación entre el entorno y el bienestar mental.
Si bien el enfoque principal no era la observación de aves, los resultados revelaron una correlación significativa entre la interacción con ellas y un mejor estado de ánimo. Esta asociación persistió en el tiempo, sugiriendo un efecto duradero.
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Un segundo estudio corroboró los beneficios de la exposición a los cantos de las aves, demostrando que incluso fragmentos cortos de audio pueden reducir significativamente los síntomas de ansiedad, depresión y paranoia en individuos sanos.
Ryan Hammoud , candidato a doctorado en el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, destacó al mismo medio la importancia de este hallazgo, señalando que la escucha activa de estos sonidos activa mecanismos cerebrales asociados al bienestar mental.

