La cocina y tu lavaplatos, incluyendo la esponja y otros utensilios que utilizas para lavar y limpiar, pueden ser también uno de los principales focos de infección que tienes en tu casa.
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Los utensilios para lavar y desinfectar tu hogar, por obvias razones, deben estar limpios, pero muchas veces, olvidamos hacerlo. Pensamos que al estar en constante contacto con jabón y otros desinfectantes ya es suficiente. Pero utensilios como la esponja y el trapo tienen un uso constante, por lo que es fundamental que tengan una correcta limpieza y desinfección.
Recuerda que, además, las esponjillas son las primeras en ayudarte a limpiar las superficies de tus cubiertos, objetos que están en constante contacto con tus mucosas y serán los que lleven los alimentos a tu boca, así que el riesgo de infectarte con bacterias y gérmenes no deseados es muy alto, si no se siguen las recomendaciones adecuadas para que todo esté impecable.
¿Por qué debemos eliminar las bacterias de nuestras esponjillas?
Las esponjas pueden acumular ciertos tipos de bacterias, muchísimas, incluso más de las que se encuentran en el inodoro; así que si bien no todas son tan perjudiciales, sí podrías ganarte un problema de salud. Las esponjas de los platos pueden acumular bacterias como Salmonela, estafilococos, Campylobacter, o E. Coli, tan solo por mencionar algunas
Cuando en alguno de los alimentos que consumes está alguna de estas bacterias, puedes enfermar y no de cualquier manera, en Estados Unidos hay cerca de 9 mil hospitalizaciones al año por intoxicaciones que se complican.
Precisamente por ello, es importante realizar un procedimiento adecuado para limpiar las esponjas y este podría ser el mejor.
Procedimiento para limpiar tus esponjillas y desinfectarlas correctamente
1. Lo primero que debes hacer para que tu esponja quede libre de gérmenes y bacterias será aplicar jabón y desinfectante del mismo con el que lavas los platos, como una medida inicial.
Asegúrate de lavarla perfectamente con tu jabón de lavaplatos. Deberás fijarte que no queden restos de metal de ninguna clase, la esponja que uses debe ser la de fibras comunes, no esponjillas para las ollas.
2. Lo siguiente que debes hacer es humedecerla un poco con agua, y seguido de esto, llevar la esponjilla al microondas (por eso es importante no dejar ni un pedazo de metal o de fibra metálica de otras esponjillas para evitar accidentes).
3. Después de pasado 1 minuto, notarás que el agua se ha evaporado y con esto habrás eliminado de tu esponja cualquier rastro de bacteria o gérmenes restantes.
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